Maduro maniobra

No hubo ayer en Caracas sustituci¨®n de la leg¨ªtima Asamblea Nacional, que sali¨® de las urnas en 2015, por la llamada Constituyente que fue elegida el pasado domingo en unos comicios cuestionados por no cumplir los m¨¢s elementales requisitos democr¨¢ticos. El Gobierno de Nicol¨¢s Maduro intenta ahora la extravagante f¨®rmula de que convivan en la misma sede del poder jur¨ªdico ¡°esa Asamblea podrida que est¨¢ ah¨ª¡±, seg¨²n sus propias palabras, con la que el chavismo puso en marcha para destruirla.

Como ya hizo antes de las elecciones, cuando excarcel¨® a los l¨ªderes opositores Leopoldo L¨®pez y Antonio Ledezma siguiendo el patr¨®n ¡°casa por c¨¢rcel¡±, Maduro ha vuelto a maniobrar para ganar tiempo (tambi¨¦n ante otras facciones del chavismo). Forma parte de su manera de gobernar el dar falsas se?ales de aparente conciliaci¨®n, mientras recompone las piezas sobre las que apoyarse y dar otro paso m¨¢s en el control de los resortes de poder y en la estrategia de liquidar a la oposici¨®n. Y no parece importarle mucho si en el camino destruye al pueblo venezolano.

Cuando todav¨ªa se manten¨ªan frescas las im¨¢genes de los colegios electorales pr¨¢cticamente desiertos en la votaci¨®n del domingo, pese a que el r¨¦gimen se atribu¨ªa una participaci¨®n del 41% de participaci¨®n y m¨¢s de ocho millones de votantes, el aparato represor de Maduro devolv¨ªa a la c¨¢rcel de Ramo Verde a L¨®pez y Ledezma. La reacci¨®n internacional no se hizo esperar y fueron decenas de pa¨ªses democr¨¢ticos los que cuestionaron la legitimidad de la fraudulenta Asamblea Constituyente reci¨¦n elegida. El mi¨¦rcoles era la UE la que no la reconoc¨ªa, mientras que EE UU ya hab¨ªa ido m¨¢s lejos adoptando sanciones. Pero fue la denuncia de Smartmatic, la empresa que gestiona el recuento de votos de las elecciones en Venezuela desde 2004, la que puso la guinda al denunciar que el domingo se infl¨® la participaci¨®n en al menos un mill¨®n de votos.

Maduro apret¨® el freno y, pocas horas despu¨¦s, Ledezma volv¨ªa a casa. Ayer evit¨® deliberadamente el previsible desalojo violento de los miembros de la Asamblea Nacional, pero nadie sabe cu¨¢nto durar¨¢ esa estramb¨®tica convivencia. Mucho m¨¢s cuando Maduro ha reclamado de los diputados de la Constituyente que se apliquen para perseguir a una parte de sus colegas de la Nacional por la v¨ªa penal.

Frente a la presi¨®n a la que el chavismo tiene sometidos a los venezolanos, am¨¦n de la brutal represi¨®n que ya ha causado cerca de 130 muertos y que conduce a todo tipo de desmanes ¡ªcomo los tres c¨®cteles molotov que aterrizaron en la Embajada espa?ola¡ª, la oposici¨®n debe permanecer unida. Son 21 los partidos y movimientos que constituyen la Mesa de Unidad Nacional, y con propuestas t¨¢cticas diferentes frente al r¨¦gimen, pero las maniobras dilatorias de Maduro buscan explotar sus fragilidades. La batalla para acabar con la deriva cada vez m¨¢s autoritaria del chavismo puede prolongarse mucho tiempo. Conviene racionar las fuerzas, conservar la unidad y confiar en que, junto a las propias movilizaciones, la presi¨®n internacional ayude a fracturar a un Gobierno que se ha enrocado en el poder, sigue disponiendo de la fuerza militar y conserva el apoyo de pa¨ªses como Rusia y China.