Madres famosas se rebelan y reivindican f¨ªsicos m¨¢s reales

Distintos estereotipos f¨ªsicos se han ido imponiendo sucesivamente a lo largo de la Historia y las mujeres han sido quienes m¨¢s los han sufrido. Lo dijo la escritora francesa Simone de Beauvoir en El segundo sexo: la tradici¨®n de pensamiento ha vinculado a la mujer a la naturaleza, a la reproducci¨®n, al cuerpo. Desde que esta obra viera la luz en 1949 han cambiado muchas cosas, pero la dictadura de la perfecci¨®n corporal sigue acechando y la virulencia de los juicios en las redes sociales llega a ser tan peligrosa como exasperante.

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Afecta a todos, hombres y mujeres, conocidos y an¨®nimos, pero cobra especial fuerza cuando el f¨ªsico objeto de las cr¨ªticas es el de una persona famosa. La suerte es que los jueces implacables de la Red se topan con su misma moneda: los afectados reaccionan y su poder de prescripci¨®n y comunicaci¨®n ayuda a normalizar los f¨ªsicos reales. Es lo que est¨¢ ocurriendo con muchas famosas que han apostado por mostrar sus im¨¢genes sin maquillar ¡ªDrew Barrymore, Jennifer Lopez, Demi Lovato, Cameron Diaz o Beyonc¨¦¡ª, denunciar el exceso de Photoshop ¡ªKate Winslet, Lena Dunham, Inma Cuesta, Lady Gaga¡­.¡ª y reivindicar su cuerpo real.

El ¨²ltimo grupo en incorporarse a este club cada vez m¨¢s activo y numeroso, son las madres famosas. Compartir fotograf¨ªas de sus cuerpos despu¨¦s del parto se est¨¢ convirtiendo en la nueva rebeld¨ªa, en el pen¨²ltimo chute de realidad para normalizar la imperfecci¨®n y el derecho a vivir el f¨ªsico que le toca a cada uno. Hay quienes muestran un cuerpo perfecto tres semanas despu¨¦s de dar a luz, como Irina Shayk, y tambi¨¦n quienes dicen ?basta!: como ha ocurrido con Hilary Duff o la actriz espa?ola Melani Olivares. La primera ha posado en su Instagram de espaldas en ba?ador con su hijo en brazos, y ha retado a las publicaciones a las que les "encanta compartir los defectos de las celebridades", con un "?as¨ª los tengo!¡±. La etiqueta con la que cerraba su mensaje no pod¨ªa ser m¨¢s clara: #kissmyass (besa mi culo). La segunda, eligi¨® la misma postura y comparti¨® un desnudo integral tres meses despu¨¦s de dar a luz a su tercer hijo con un reivindicativo "me gustan mis nuevas curvas".

La psic¨®loga Patricia Ram¨ªrez aclara que "no se trata de dejaci¨®n, ni de resignaci¨®n, sino de aceptar la imperfecci¨®n, el paso de los a?os, el f¨ªsico de cada uno. Consiste en dejar de luchar contra lo que no es controlable". La tendencia se inclina hacia un estilo saludable de vida, tanto f¨ªsico como mental, pero tambi¨¦n hacia un rechazo de lo superficial al que no son ajenos los hombres.

"Estamos en un mundo muy visual", a?ade la tambi¨¦n psic¨®loga Ana Kovacs, "y la presi¨®n ha llegado a todos. En un momento como el que supone la maternidad, hay que darse un tiempo para aceptar los cambios y tenemos que valorar hasta qu¨¦ punto somos capaces de distanciarnos de esa b¨²squeda de amor y apoyo a la que todos aspiramos y que ahora muchos entienden que llega a trav¨¦s de likes y seguidores¡±. Kovacs adem¨¢s cree que las madres, famosas o no, se han incorporado a este altavoz reivindicativo de la imperfecci¨®n en un momento en el que ser madre ha dejado de ser un hecho invisible, un trabajo que ocurr¨ªa de puertas adentro, para convertirse en proyectos que pretenden normalizar la maternidad, a la mujer y su derecho a no hacerlo todo bien veinticuatro horas al d¨ªa, todos los d¨ªas de la semana.

Laura Baena, fundadora del Club Malasmadres explica que su proyecto naci¨® precisamente con este fin "romper el mito de la madre perfecta para darse de bruces con la maternidad real". Desde este club, que s¨®lo en Instagram tienen m¨¢s de 107.000 seguidores, apuestan por el respeto y por no demonizar ning¨²n modelo. Ni el de Irina Shayk, escultural y sin rastro de secuelas de su embarazo, ni el de Duff, estupenda con sus redondeces en sus muslos de madre.

Compartir im¨¢genes que demuestran que las celebridades tambi¨¦n tienen imperfecciones en sus cuerpos, sirve para educar a los m¨¢s j¨®venes en una visi¨®n cr¨ªtica. ¡°Si sus modelos de referencia son capaces de mostrarse como gente normal, ayuda a que entiendan y respeten la diversidad¡±, concluye Ana Kovacs.