Demasiados ahogados

El aumento del n¨²mero de ahogados en los primeros siete meses del a?o, tanto en playas como en otros lugares de ba?o, deber¨ªa ser un toque de atenci¨®n para los encargados p¨²blicos de velar por la seguridad en las costas. Hay m¨¢s de 300 muertos por ahogamiento entre enero y julio, casi la mitad del total de fallecidos por accidentes de carretera. Pero como no hay estad¨ªsticas oficiales sobre este tipo de accidentes fatales (el balance de v¨ªctimas procede de la Real Federaci¨®n de Salvamento y Socorrismo, elaborado sobre informaciones en los medios) nadie puede saber con exactitud las causas de este aumento de decesos que empieza a causar una cierta inquietud.

As¨ª que el primer paso ser¨ªa disponer de estad¨ªsticas oficiales fiables y circunstanciadas. Se trata de saber, por ejemplo, cu¨¢ntos de estos accidentes se deben a la imprudencia y cu¨¢ntos a la ausencia de medidas de protecci¨®n de ba?istas; cu¨¢ntos se producen en playas, embalses, r¨ªos o piscinas y cu¨¢ntos son producto de un colapso o de un infarto. Sin informaci¨®n es imposible intentar un diagn¨®stico. Podr¨ªa aventurarse que no se destina suficiente dinero p¨²blico a vigilancia acu¨¢tica, pero cualquier afirmaci¨®n en este sentido, aunque fuera cierta en general, no dejar¨ªa de ser un brochazo de trazo grueso.

Habr¨¢ quien considere que la alarma no est¨¢ justificada y que la acumulaci¨®n de informaci¨®n y estad¨ªsticas amplifica la inquietud. Esa suposici¨®n est¨¢ equivocada. La seguridad cotidiana ¡ªnada hay m¨¢s cotidiano que un ba?o en verano¡ª es una condici¨®n b¨¢sica para la prosperidad tur¨ªstica que ahora se reclama con tanta vehemencia. M¨¢s de trescientos muertos significa que hay un gran n¨²mero de familias afectadas y desconocer el volumen del problema, adem¨¢s de impedir que se le ponga remedio ¡ªen estos momentos, las Administraciones deber¨ªan estar indagando las causas¡ª, es un recurso in¨²til. Siempre acaba por saberse y medirse.