J¨®venes: ?por qu¨¦ no un trabajo de calidad?

Es algo com¨²n entre las personas que hemos pasado de la treintena seguir consider¨¢ndonos j¨®venes. Al final, es una etapa de la vida en la que experimentamos tantos cambios y vivimos tantas emociones, que seguimos queriendo mantener ese esp¨ªritu por el tiempo que sea. La actitud, no tiene que ver con la edad, pero s¨ª que es verdad que por muy j¨®venes que seamos, hay momentos que ya pasaron.

Pese a que sentimos cierta nostalgia de aquella no podemos volver atr¨¢s. Y, a¨²n suponiendo que pudi¨¦ramos, el que quiera hacerlo que se atenga a las consecuencias.

Que se ponga en el lugar de una persona joven, desempleada, con o sin cualificaci¨®n, con unas ganas abrumadoras de acceder al mercado laboral y que vea que no lo consigue. O que quien lo consigue es por un corto periodo de tiempo y padeciendo todo tipo de precariedad (en el empleo, en el salario, en la vida). Creo que a muchos de nosotros, que estamos convencidos de nuestra capacidad para aleccionar a nuestros j¨®venes, nos falta saber y vivir realmente lo que padecen.

Ahora mismo, casi la mitad de la poblaci¨®n joven est¨¢ en desempleo. Quien consigue un trabajo, muy probablemente, forma parte de ese 60% de temporalidad y del 30% de parcialidad, casi en su totalidad no deseada, que le ofrece el mercado de trabajo.

Los j¨®venes, habitualmente, tienen que ver c¨®mo no se les reconoce la categor¨ªa profesional o que sufren una brecha salarial solo por ser j¨®venes

Los j¨®venes, habitualmente, tienen que ver c¨®mo no se les reconoce la categor¨ªa profesional o que sufren una brecha salarial solo por ser j¨®venes. Las personas j¨®venes de nuestro pa¨ªs ven perplejos, hoy en d¨ªa, c¨®mo hemos montado un sistema en el que justificamos y asumimos la discriminaci¨®n por cuestiones de edad en el mercado laboral. Y, as¨ª como otro tipo de discriminaci¨®n se intenta visualizar y combatir, con mayor o menor acierto, ¨¦sta que padecen m¨¢s de dos millones de trabajadores de nuestro pa¨ªs, est¨¢ siendo consentida por la sociedad.

Ser joven no tiene por qu¨¦ conllevar la condena a vivir una situaci¨®n de precariedad, temporalidad, subempleo, falta de reconocimiento profesional y un futuro incierto tambi¨¦n sobre sus carreras de cotizaci¨®n y , a la postre sobre sus pensiones. La edad no tiene por qu¨¦ lastrar su presencia en el mercado laboral ni tiene que lastrar el futuro del pa¨ªs.

Por tanto, en este D¨ªa Internacional de la Juventud, m¨¢s que celebrar, queremos reivindicar el derecho de la persona joven a acceder a un trabajo estable y de calidad. Quiero, verdaderamente, lanzar una reflexi¨®n: por qu¨¦ un joven no va a tener el mismo derecho que cualquier otra persona a contar con los mismos derechos laborales, el mismo salario que reconoce su convenio colectivo. Y, sobre todo, queremos denunciar, que desde los poderes pol¨ªticos el impulso al empleo joven se traduce en inventar modalidades contractuales que rebajan condiciones y denigran a ese colectivo.

Por esta raz¨®n, desde UGT reclamamos al Gobierno, en la mesa del plan de choque por el empleo, tres grandes modificaciones: que elimine las becas extracurriculares que solo traen explotaci¨®n laboral, que se regulen mejor los contratos en pr¨¢cticas y los de formaci¨®n y aprendizaje para evitar su uso fraudulento y que se retome el contrato de relevo, porque es la ¨²nica modalidad contractual que manten¨ªa los derechos laborales intactos y, adem¨¢s, sirve de sustituci¨®n natural de la persona que se va a jubilar. Se trata, en definitiva, de recuperar el concepto original de este contrato: que los j¨®venes aprendan de los trabajadores mayores y/o tender un puente de formaci¨®n hacia el empleo con perspectivas de futuro, de estabilidad y de calidad.

Si no cambiamos esa mala pr¨¢ctica asumida por la sociedad y no damos a nuestra juventud la posibilidad de acceder a un empleo de calidad y estable, seguiremos hablando de la generaci¨®n perdida: esas personas j¨®venes que han tenido que exiliarse para labrarse un futuro o ese 80,5% de menores de 30 a?os que a¨²n no se han podido emancipar, vi¨¦ndose incapaces de empezar a vivir su propia vida.

Cristina Anto?anzas es vicesecretaria general de UGT.