Granjas t¨®xicas

Si algo ha caracterizado a la Uni¨®n Europea y ha producido frecuentes dolores de cabeza a los Estados miembros, ha sido su meticuloso af¨¢n por establecer con todo detalle normas para regular cualquier tipo de actividad. Por eso resulta particularmente llamativo que, a pesar de su man¨ªa regulatoria, haya estallado estos d¨ªas un esc¨¢ndalo alimentario que afecta ya a 16 pa¨ªses de la regi¨®n, y tambi¨¦n a Hong Kong. Millones de huevos se retiraron del mercado en cuanto se descubri¨® que en centenares de granjas de las que proced¨ªan se hab¨ªa utilizado el fipronil para desinsectar a las aves del corral. Se trata de un pesticida prohibido en Europa para tratar a los animales que entran en la cadena humana. Consumir productos contaminados por este pesticida produce n¨¢useas, dolores de cabeza y est¨®mago y puede llegar a afectar a h¨ªgado, ri?¨®n y tiroides.

La primera se?al de alerta de que exist¨ªan remesas de huevos contaminados la dio B¨¦lgica el 20 de julio, mes y medio despu¨¦s de localizar el problema, pero acus¨® a Holanda ¡ªque desaconsej¨® su ingesta a principios de agosto¡ª de estar en la pista desde noviembre del a?o pasado. Mientras tanto, el problema se extiende, porque han aparecido granjas contaminadas en Alemania y Francia.aumenta el n¨²meor de granjas afectada. La ins¨®lita falta de comunicaci¨®n inicial entre Bruselas y La Haya y la incomprensible tardanza en buscar soluciones a una intoxicaci¨®n potencialmente grave ha da?ado la credibilidad de los controles alimentarios de la Uni¨®n y perjudica el flujo comerical agrario europeo. Cuando se supo que el consumo de esos millones de huevos era nocivo para los ni?os, estall¨® la alarma y la credibilidad de las granjas holandesas y belgas qued¨® en entredicho.

Las polic¨ªas de ambos pa¨ªses se han coordinado al fin y se han producido las primeras detenciones. S¨®lo cabe exigir, puesto que el mal ya est¨¢ hecho, una minuciosa investigaci¨®n para depurar responsabilidades personales y administrativas.