?Por qu¨¦ todo el mundo adora los 'emojis'?
Aprovechamos el estreno de la pel¨ªcula 'Emoji' para indagar en la historia de estos simp¨¢ticos ideogramas, que en apenas 20 a?os han revolucionado el mundo de la comunicaci¨®n
El 18 de enero de 2015, Osiris Aristiy, un adolescente de Brooklyn, recibi¨® la visita de la Polic¨ªa de Nueva York. Tres d¨ªas antes hab¨ªa actualizado su estado de Facebook con unos emojis que no eran ni la bailarina flamenca ni la berenjena. Se trataba del emoji del polic¨ªa a cuya cabeza apuntaban dos pistolas de agua. La broma le cost¨® a Aristy un proceso judicial bajo la acusaci¨®n de "realizar una amenaza terrorista", delito que, con la regulaci¨®n aprobada tras el 11-S, est¨¢ penado con siete a?os de prisi¨®n.
El caso de Osiris Aristy demuestra que, si bien los emojis son algo cotidiano para muchos ciudadanos, hay parte de a poblaci¨®n que a¨²n no sabe ponderar su trascendencia... o tal vez s¨ª. Si ya pintaban bastos para Osiris, al chaval se le complic¨® la cosa cuando la polic¨ªa encontr¨® en su casa una pistola que no era de agua.
El fen¨®meno de los emojis surge en un momento en el que el visual thinking vive una ¨¦poca de esplendor. Enunciado por Rudolf Arnheim a mediados de los cincuenta en su libro Arte y percepci¨®n visual, este movimiento defiende a eficacia de la informaci¨®n visual en la comunicaci¨®n y el aprendizaje del ser humano, muy por encima de la comunicaci¨®n con palabras. Para este psic¨®logo y fil¨®sofo berlin¨¦s seguidor de la Gestalt, el lenguaje basado en estructuras sem¨¢nticas busca un significado ¨²nico a lo expresado. El lenguaje visual, sin embargo, permitir¨ªa una multiplicidad de sentidos, lo que facilitar¨ªa el pensamiento creativo del receptor.
Sin embargo, el visual thinking no es algo surgido en las facultades de Psicolog¨ªa. Exist¨ªa mucho antes de que Arnheim lo enunciara en estos t¨¦rminos. Los capiteles medievales contaban con im¨¢genes de episodios de la Biblia y, m¨¢s recientemente, el escritor siciliano Gesualdo Bufalino incluy¨® en La luce e il lutto la carta de una mujer analfabeta de Catania que se comunicaba con dibujos con su esposo, emigrante en Alemania. A pesar de lo torpe de los pictogramas, la mujer informaba sobre la salud de la familia, la productividad del campo, el precio al que se hab¨ªa vendido la cosecha y, por supuesto, sentimientos de amor y pena por estar separados.
De hecho, una de las cr¨ªticas del visual thinking a los lenguajes de estructuras sem¨¢nticas es su incapacidad para transmitir de forma eficaz conceptos relacionados con las emociones.
En 1969 el periodista Alden Whitman entrevist¨® a Vladimir Nabokov. El escritor respondi¨® a una de las cuestiones con las siguientes palabras: "Pienso a menudo que deber¨ªa existir un signo tipogr¨¢fico especial para una sonrisa. Algo como una marca c¨®ncava, un par¨¦ntesis al rev¨¦s, que me encantar¨ªa poder utilizar ahora para responder a su pregunta".
El autor de Lolita reclamaba hace d¨¦cadas un :) o, m¨¢s bien un :-) pues, seg¨²n el experto en emoticonos Tyler Schnoebelen, la poblaci¨®n joven usa emoticonos sin nariz, mientras que las personas de mayor edad no pueden prescindir de ella. En lo que ambas franjas de edad coinciden es en que el emoticono o emoji aparece normalmente al final, como colof¨®n del mensaje.
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Este numerazo, mil setecientos y pico millones, son las veces que, seg¨²n emojitracker.com, se ha tuiteado el emoji de la carita ri¨¦ndose con l¨¢grimas en los ojos, el m¨¢s usado en la red social del pajarraco.
LA COSA SE COMPLICA¡
¡úMientras que los emoticonos los puede hacer cualquiera con paciencia e imaginaci¨®n utilizando su teclado alfab¨¦tico, los emojis vienen predefinidos. Eso quiere decir que alguien los dise?a, pero ?qui¨¦n?
Si bien cualquiera puede hacer su colecci¨®n de emojis y ponerlos a disposici¨®n del p¨²blico a trav¨¦s de una app, para que un emoji se incorpore a los dispositivos de los diferentes fabricantes debe ser autorizado por el consorcio Unicode.
Entre los miembros de dicho consorcio se encuentran las grandes empresas inform¨¢ticas, como Apple, Microsoft, Adobe, IBM, Google, adem¨¢s de instituciones educativas, empresas y profesionales a t¨ªtulo individual. Seg¨²n Rick McGowan, del departamento de prensa de Unicode, "cualquiera puede formar parte del consorcio". El ¨²nico requisito es pagar una cuota.
Las cuotas dependen del perfil del asociado y determinan sus derechos en la estructura. Los estudiantes abonan 35 d¨®lares al a?o. Las empresas asociadas 2.500 (1.500 si son sin ¨¢nimo de lucro) y los miembros de pleno derecho 18.000 d¨®lares anuales. Solo estos ¨²ltimos tienen derecho a voto en las reuniones del consorcio, una de cuyas labores es aprobar los emojis que se incorporar¨¢n o no a los dispositivos inform¨¢ticos.
Aunque fue preguntado al respecto, McGowan no aclar¨® si el comit¨¦ tiene alg¨²n m¨¦todo de ponderaci¨®n para seleccionar a sus miembros. Criterios como, por ejemplo, el g¨¦nero, su cultura, su color de piel o su orientaci¨®n sexual. Un tema que podr¨ªa parecer banal si no fuera porque aporta ciertas pistas sobre c¨®mo funciona Unicode.
Aunque los emojis est¨¢n disponibles en los dispositivos inform¨¢ticos m¨¢s comunes desde 2011, hubo que esperar a 2015 para que el cat¨¢logo de caras y manos incluyese diferentes colores de piel. De hecho, no fue una decisi¨®n tomada a iniciativa de Unicode, sino previa petici¨®n de la ONG DoSomething.org. Un a?o despu¨¦s, en 2016, llegaron los pictogramas que mostraban parejas homosexuales y mujeres "en actitud de trabajar".
Seg¨²n estos datos, parecer¨ªa que en Unicode no hubo mujeres trabajadoras, negros y homosexuales hasta 2015 y 2016. Transexuales, a d¨ªa de hoy, parece que no hay. Como tampoco habr¨ªa miembros con ideolog¨ªa pol¨ªtica aunque, por el cat¨¢logo de emojis, est¨¢ claro que s¨ª tienen determinados credos religiosos. En todo caso, haya o no personas con esas caracter¨ªsticas en Unicode, parece que al consorcio le resulta inc¨®modo visibilizarlos. En consecuencia, los usuarios de los emojis "oficiales" tampoco los ver¨¢n.
?EL HUEVO O LA GALLINA?
Uno de los debates cl¨¢sicos de la ling¨¹¨ªstica es el que enfrenta a aquellos que consideran que el lenguaje conforma la percepci¨®n que el hablante tiene del mundo y a los que sostienen que es el entorno el que determina el lenguaje de una comunidad.
El tema, semejante al del huevo y la gallina, vuelve a estar de actualidad con los emojis. ?Es posible que un lenguaje que no surge de forma espont¨¢nea entre sus hablantes, sino de las decisiones de una corporaci¨®n como Unicode, imponga una determinada forma de ver el mundo?
Marcel Danesi, profesor de la Universidad de Toronto y autor de The semiotics of emoji, no comparte ese temor. En primer lugar, porque el emoji, al menos a d¨ªa de hoy, no opera aislado de un lenguaje alfab¨¦tico. Aquellos huecos que dejan los emojis pueden ser completados con palabras. En segundo lugar, y para disgusto de los ling¨¹istas m¨¢s apocal¨ªpticos, que los emojis est¨¦n estrechamente vinculados a los avances tecnol¨®gicos hace que est¨¦n siempre en riesgo de quedar obsoletos en cualquier momento, por lo que no se sabe qu¨¦ ser¨¢ de ellos en el futuro. Por ¨²ltimo, en contra de lo que opinan los ling¨¹istas m¨¢s optimistas, los emojis no son, ni de lejos, un lenguaje universal. Al menos actualmente.
M?S DE LO MISMO
Que los emojis no sean entendidos de la misma forma por todos sus usuarios no es nuevo. Como explica Danesi, ese tipo de problemas ya los abordaba Ferdinand de Saussure en su Curso de ling¨¹¨ªstica general (1916) al diferenciar entre significante y significado, e incluso al diferenciar entre lengua y habla. En todo caso, esas dificultades de interpretaci¨®n no lo son tanto, teniendo en cuenta que el grueso de la colecci¨®n de emojis es comprendido por la gran mayor¨ªa de los usuarios. Otra cosa es que muchos de ellos apenas utilicen los m¨¢s populares: expresiones faciales, gestos y poco m¨¢s.
Este hecho ha sido aprovechado por los detractores del visual thinking para afirmar que los pictogramas empobrecen la comunicaci¨®n y que los emojis son un lenguaje de inferior calidad. Sin embargo, para eso tambi¨¦n tiene una respuesta Saussure. Seg¨²n el ling¨¹ista suizo, no hay lenguas superiores a otras. La finalidad de todas ellas es facilitar la comunicaci¨®n entre un grupo de personas. Si lo consigue, esa lengua es tan buena como cualquier otra.
Para Danesi, que los emojis permitan esa comunicaci¨®n eficaz responde adem¨¢s a que el sistema de pictogramas sigue, consciente o inconscientemente, lo enunciado por Morris Swadesh. Seg¨²n este ling¨¹ista norteamericano, todas las lenguas contienen un vocabulario b¨¢sico de entre cien y doscientos t¨¦rminos que engloba pronombres (yo, t¨², ¨¦l, nosotros¡), verbos (comer, dormir, nacer, morir¡), personas (madre, padre, hermano¡) y cosas (cielo, tierra¡) que permiten dar a conocer las necesidades b¨¢sicas de los hablantes.
A pesar de todo, se?ala Danesi, los emojis no dejan de ser un lenguaje estrechamente vinculado a la comunicaci¨®n distendida y "raramente son empleados en mensajes de tono serio o reflexivo". En otras palabras: ?cu¨¢ntos emojis de cacas sonrientes le has mandado a tu jefe?
OLA K ASE EMOJI?
Como parte de la cultura popular que son, los emojis son muy vulnerables a las modas. Por eso es pronto para saber si calar¨¢n en la sociedad. Cuando se le plantea si sustituir¨¢n a la comunicaci¨®n verbal, Danesi se muestra esc¨¦ptico. Seg¨²n ¨¦l, tal vez se utilicen para simplificar la comunicaci¨®n pero, en todo caso, ser¨¢ una cuesti¨®n de convivencia, no de conquista.
Se busca traductor¡ de 'emojis'
?Qu¨¦ otros clientes necesitan traductores de emojis?
?Cu¨¢l es la principal dificultad para traducir emojis?
Entonces, ?son o no los emojis un lenguaje universal?
?Qu¨¦ formaci¨®n debe tener un traductor de emojis?
Keith Broni. Es licenciado en la University College of London y tiene un m¨¢ster en Psicolog¨ªa de la Empresa cuyo trabajo final se centr¨® en c¨®mo las compa?¨ªas utilizan los emojis en sus comunicaciones. ¡ñ
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