Un extreme?o de 112 a?os, el nuevo hombre m¨¢s longevo del mundo

"Como yo no hay nadie", se congratula el extreme?o Francisco N¨²?ez Olivera, que a sus 112 a?os y tras el fallecimiento del israel¨ª Yisrael Kristal, puede presumir de ser el hombre m¨¢s longevo del mundo gracias a una vida sana y tranquila que le permite estos d¨ªas recibir un aluvi¨®n de felicitaciones.?A cuatro meses de cumplir 113 a?os, N¨²?ez Olivera, natural de Bienvenida (Badajoz), ha compartido la alegr¨ªa que siente por este reconocimiento que ha puesto en el punto de mira a la peque?a localidad de unos 2.200 habitantes.?

Agricultor de profesi¨®n, este pacense, que siempre ha residido en su pueblo natal, se define como una persona sencilla, de vida tranquila y costumbres fijas, entre las que no faltaban pasear por las calles y jugar la partida con los amigos en el bar. ?Ahora, sentado en una silla de ruedas, en el comedor de una casa de anchos muros con los que puede esquivar algo el sofocante calor de este verano, a Francisco le gusta recibir visitas.

A su hija Mar¨ªa Antonia, de 81 a?os, con la que reside y que siempre est¨¢ pendiente de su salud, no tanto, y por eso las intenta limitar para que Francisco no se altere y se canse. "Es que le quedan menos de cuatro meses para cumplir 113 a?os", advierte de forma cari?osa Mar¨ªa Antonia, que se siente orgullosa de que su padre se haya convertido en el hombre m¨¢s longevo del mundo, motivo por el que saca paciencia para atender las peticiones de los periodistas.

Su buen porte de joven le vali¨® el apodo de "Marchena" al llegar a casa despu¨¦s de realizar el servicio militar en Ceuta vestido con un impecable traje de chaqueta y un envidiable aspecto, s¨®lo unos d¨ªas despu¨¦s de que el conocido cantaor sevillano ofreciera un concierto en Bienvenida en 1926, que ten¨ªa alteradas a las mozas.?

Siempre ha sido un hombre con car¨¢cter, pero de buen coraz¨®n y h¨¢bitos; por eso, ya jubilado, segu¨ªa acerc¨¢ndose a su parcela en el campo para trabajar un rato antes de irse a la partida en el bar con sus amigos, cuenta emocionada su hija. "Hasta los 107 a?os ha estado andando solo por la calle. Cuando se cans¨® de la partida se iba a las esquinas a hablar con la gente, porque le encanta hablar", menciona.?Y tambi¨¦n estar informado, de modo que cuando le operaron de cataratas con 98 a?os, volvi¨® a leer el peri¨®dico a diario.

Esa operaci¨®n y otra en la que le quitaron un ri?¨®n con 90 a?os han sido las ¨²nicas veces en las que ha pasado por un hospital el que lleva tiempo siendo el servidor del Ej¨¦rcito espa?ol m¨¢s veterano del pa¨ªs, con dos batallas a sus espaldas: la Guerra del Rif y la Guerra Civil.?Su familia tiene claro el ¨¦xito de su longevidad, adem¨¢s de la gen¨¦tica (su hermano Luis, que vive en Asturias, tiene 95 a?os y su hermana Jacoba, que est¨¢ en el mismo pueblo, ya ha cumplido los 93), es porque "ha vivido la vida como le ha apetecido y muy sana".?

En su dieta, basada en las verduras y las legumbres que ¨¦l mismo cultivaba en el campo y algo de chacina de la matanza extreme?a, "nunca le faltaba el chato de vino, eso tambi¨¦n".?Con algo de envidia y mucha admiraci¨®n, el mundo ha dirigido su mirada a este extreme?o, que recibe "muchas cartas" de gente "de Alemania, de Australia, de Nueva York o de M¨¦xico" que se interesan por ¨¦l y "piden que les mande una foto", cuenta orgullosa Antonia.?

"Marchena, aquel hombre tan tremendo", como ¨¦l mismo exclama cuando llegan familiares a verle, sigue comiendo de todo a sus 112 a?os, pues su falta de dentadura no ha mellado ni un ¨¢pice su apetito. "Todav¨ªa estoy aqu¨ª" y "?Ya os vais?", dice este veterano de la vida a quienes le visitan y se van con la esperanza de que Marchena pueda celebrar un cumplea?os m¨¢s el d¨ªa 13 de diciembre.