Doulas, acompa?ando a la mujer hacia la maternidad
Su labor llena un vac¨ªo en los pa¨ªses con servicios de maternidad altamente medicalizados como Estados Unidos y algunos pa¨ªses latinoamericanos
Ser doula es una profesi¨®n en auge que llena un vac¨ªo en los pa¨ªses con servicios de maternidad altamente medicalizados. Proporcionan el apoyo y los conocimientos necesarios para convertir el parto en una experiencia personalizada y enriquecedora.
¡°Trabajo en la profesi¨®n m¨¢s incre¨ªble y gratificante del mundo¡±, afirma Margarita Anderson con entusiasmo. ¡°Soy doula¡±. Este t¨¦rmino, que en la Grecia cl¨¢sica se empleaba para designar a las siervas, carece hoy en d¨ªa de cualquier connotaci¨®n negativa relacionada con la esclavitud y llena de orgullo a Margarita. Porque, en la actualidad, las doulas son profesionales entrenadas en el acompa?amiento de partos y brindan informaci¨®n y apoyo f¨ªsico y emocional durante el embarazo, el parto y el postparto no s¨®lo a las madres sino tambi¨¦n a sus familias. No son necesariamente profesionales de la salud y no est¨¢n capacitadas ni autorizadas para tomar decisiones m¨¦dicas o para realizar procedimientos cl¨ªnicos; su papel es complementario al del personal sanitario durante el trabajo de parto y el alumbramiento y tiene innegables efectos beneficiosos tanto para las madres como para los beb¨¦s. Son la mano amiga en todo el proceso, la persona que alivia, acompa?a y resuelve dudas, la voz de la experiencia en la maternidad. Pero las doulas no son las ¨²nicas que pueden cumplir estas funciones.
Hist¨®ricamente, las mujeres han dado a luz en compa?¨ªa de otras mujeres experimentadas de su familia o de su comunidad. Esta costumbre sigue siendo habitual en muchas poblaciones ind¨ªgenas de Am¨¦rica Latina y de otras partes del mundo donde esa labor es ejercida por las llamadas parteras tradicionales o comadronas. Sin embargo, las persistentes altas tasas de mortalidad materna y neonatal entre estas poblaciones han sido atribuidas en ocasiones a estas personas de apoyo cuando en realidad son consecuencia de la exclusi¨®n econ¨®mica y social as¨ª como de la ausencia de adecuadas condiciones de higiene, personal m¨¦dico cercano o servicios de emergencia disponibles para hacer frente a posibles complicaciones.
En aquellos pa¨ªses o comunidades donde las mujeres dan a luz en hospitales, centros de salud, casas de maternidad o en su propia casa con los convenientes servicios de emergencia, ese apoyo continuo es proporcionado por matronas, licenciadas en obstetricia, doulas o incluso parteras tradicionales presentes en los hospitales. Estos acompa?antes tienen en com¨²n que pueden ser hombres o mujeres, que no son m¨¦dicos generales ni especialistas, pero que est¨¢n capacitados o formados para atender partos. A diferencia de las doulas, comadronas y parteras tradicionales, las matronas y licenciadas de obstetricia son profesionales sanitarios, muchas veces con formaci¨®n universitaria. En su funci¨®n de brindar apoyo continuo durante la labor de parto y el nacimiento, todas ellas a?aden su experiencia y servicio para convertir el parto en una vivencia personalizada, inolvidable y enriquecedora.
Las doulas son un concepto originariamente estadounidense que se est¨¢ extendiendo en la actualidad hacia Am¨¦rica Latina. En la Uni¨®n Europea y en algunos pa¨ªses latinoamericanos como Chile y Per¨², el sistema p¨²blico sanitario contempla que sean las matronas la principal fuente de atenci¨®n para los partos vaginales sin complicaciones, al ser profesionales de la salud especializados en embarazo, parto, postparto, salud reproductiva y cuidados del reci¨¦n nacido. Los especialistas m¨¦dicos, como los gineco-obstetras o perinat¨®logos, solo intervienen en el caso de complicaciones o ante la necesidad de realizar una ces¨¢rea. Contrariamente, en Estados Unidos y en la mayor¨ªa de los pa¨ªses latinoamericanos, la asistencia cl¨ªnica b¨¢sica durante el trabajo de parto corre a cargo de los profesionales de la enfermer¨ªa y el parto propiamente dicho es atendido por especialistas m¨¦dicos que han estado poco presentes en la fase anterior. En este contexto, las doulas llenan ese vac¨ªo con el apoyo continuo no m¨¦dico de una persona experimentada.
¡°Uno de los aspectos m¨¢s importantes de nuestro trabajo¡±, sostiene Margarita Anderson, ¡°es que estamos presentes durante todo el proceso. Mientras los m¨¦dicos, las enfermeras u otros profesionales de la salud siguen un calendario de visitas peri¨®dicas y, en el momento del parto, pueden rotar debido a los cambios de turno, nosotras estamos ah¨ª todo el tiempo¡±. Las doulas juegan un papel fundamental. Durante el embarazo, pueden dar informaci¨®n pertinente, ayudar a clarificar el papel de la pareja en el parto, reducir el temor al dolor f¨ªsico, indicar t¨¦cnicas no m¨¦dicas para mitigarlo o facilitar cuestiones log¨ªsticas como indicar a las futuras madres qu¨¦ debe contener la maleta que se lleven al hospital. Durante la fase de dilataci¨®n y en el parto, proporcionan soporte emocional en t¨¦rminos de presencia constante o palabras de ¨¢nimo, dan informaci¨®n concreta sobre lo que est¨¢ sucediendo y lo que va a pasar a continuaci¨®n, alivian f¨ªsicamente a trav¨¦s de masajes, ba?os calientes, fomentan la movilidad o indican posiciones m¨¢s confortables. Y, tras el nacimiento, frecuentemente facilitan la creaci¨®n de v¨ªnculos de apego entre padres y reci¨¦n nacidos, ayudan en el inicio de la lactancia y ofrecen recomendaciones y consejos pr¨¢cticos para el cuidado del beb¨¦ una vez en casa.
Con relaci¨®n a los costes, este apoyo para la embarazada suele ser gratuito si es proporcionado por un miembro de la familia o un amigo cercano, aunque las cualificaciones profesionales y los servicios ofrecidos pueden ser m¨¢s limitados. En muchos pa¨ªses europeos es realizado por matronas junto con la presencia de la pareja y suele estar cubierto por los sistemas de seguridad social, incluyendo las visitas postparto a domicilio. En Estados Unidos, en cambio, estos servicios no suelen estar comprendidos en los paquetes hospitalarios y los costes de una doula pueden oscilar entre los 500 y los 3500 d¨®lares americanos. En Ecuador, donde Margarita ejerce su profesi¨®n, las doulas pueden cobrar 50 d¨®lares americanos por sesi¨®n pre y postnatal y hasta 250 d¨®lares por el parto propiamente dicho, sumando un total de unos 500 d¨®lares. Como en Estados Unidos, son considerados gastos privados y, adem¨¢s, su presencia no es admitida en todos los hospitales p¨²blicos o privados.
Esta falta de respaldo social y legislativo en algunos pa¨ªses contrasta con la evidencia cient¨ªfica que demuestra los efectos beneficiosos del apoyo continuo a la mujer durante la gestaci¨®n y el parto, seg¨²n demostr¨® hace ya una d¨¦cada un estudio elaborado con datos procedentes de 17 pa¨ªses que implicaban a cerca de 15.000 mujeres. Seg¨²n los autores del informe, las mujeres que reciben apoyo continuo especializado durante el trabajo de parto, ya sea a trav¨¦s de matronas, comadronas, parteras, doulas o de su red de familiares y amigos, son m¨¢s propensas a dar a luz espont¨¢neamente, es decir, por v¨ªa vaginal sin necesidad de ventosas, f¨®rceps o ces¨¢reas. Adem¨¢s, tienden a usar menos medicaci¨®n, a tener partos m¨¢s cortos y declararon vivir una experiencia m¨¢s positiva. Sus beb¨¦s suelen ser menos propensos a tener ¨ªndices bajos en los tests de Apgar de los 5 minutos y no se puede identificar ning¨²n efecto negativo del apoyo continuo.
En palabras de Margarita, ¡°las doulas estamos para que el parto no se considere una intervenci¨®n m¨¦dica que requiere doctores y medicamentos. El parto no es una enfermedad, es un milagro, es vida y debe ser tratado con el respeto y el amor que se merece¡±.
Julia Johannsen especialista s¨¦nior en protecci¨®n social en las oficinas del Banco Interamericano de Desarrollo en Ecuador.
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