Cuando una hormiga sirve para hacer pol¨ªtica
Ignoramos si el insecto que pasea por la Dama de Elche es de izquierdas o de derechas, pero hay que investigarlo
Si una hormiga sirve para levantar la bandera nacionalista y la gesti¨®n de un atentado tambi¨¦n, es posiblemente momento de reinventar la ciencia pol¨ªtica. O de reinventar Espa?a. O de reiventar algo. Cualquier cosa.
El paseo del form¨ªcido o himen¨®ptero por el busto de la Dama de Elche en el Museo Arqueol¨®gico Nacional no ha provocado una inquietud cultural por el devenir de las momias, sarc¨®fagos, ata¨²des, amuletos o cualquiera de los 1,2 millones de objetos que administra este espectacular museo que viaj¨® recientemente de la Prehistoria al siglo XXI con su reforma, sino la reivindicaci¨®n de Comprom¨ªs para que la se?ora vuelva a Valencia. De Egipto, Grecia o Italia no hemos tenido noticia, las Embajadas a¨²n no se han pronunciado en este ni en otro sentido. Los neol¨ªticos, etruscos y supervivientes de la Edad del Bronce no cuentan, hace tiempo que se borraron de Twitter. Ni tampoco consta ninguna plaga que est¨¦ amenazando la colecci¨®n. Pero qu¨¦ le vamos a hacer. Si a Catalu?a la gesti¨®n del atentado le sirve para reivindicar su capacidad como Estado independiente, por qu¨¦ no va a servir una peque?a hormiga colgada en Twitter por un tal @MisterAllnut para acusar al Gobierno de mala gesti¨®n, y para ver en ello ¡°un s¨ªntoma m¨¢s de desgana y avaricia de un Gobierno centralista¡±. Y eso que ignoramos si la hormiga es de izquierdas o de derechas, del Racing de Santander o del Real Madrid.
Comprom¨ªs ha registrado en el Senado una bater¨ªa de preguntas dirigidas al Gobierno sobre la cuesti¨®n, y el museo ha tenido que informar de que no hab¨ªa m¨¢s hormigas que la que escogi¨® a la Dama de Elche para pasear; de que se ha procedido a la desinsectaci¨®n de LA hormiga (?protestar¨¢n los animalistas tambi¨¦n?); y de que ¡°la escultura, al estar realizada con material inorg¨¢nico (piedra caliza), no puede ser afectada por los insectos. En todo caso, los expertos en conservaci¨®n del Museo han realizado una revisi¨®n de la pieza y se encuentra en perfecto estado¡±. Gracias.
El pobre @MisterAllnut, que subi¨® la imagen de la hormiga paseante a Twitter el viernes, la borr¨® en cuanto fue consciente de la que se ha liado y escribi¨®: ¡°No tengo inter¨¦s en la pol¨¦mica que se ha creado. Solo me pareci¨® algo anecd¨®tico y por eso puse el tuit, algo de lo que me arrepiento¡±.
Pero el fuego ya arde sin madera en nuestro pa¨ªs, donde nos parecemos m¨¢s a los se?ores de la luz de Juego de Tronos que a los Lannister o los Stark. Las espadas se incendian ya por arte de magia, los muertos caminan y las hormigas desatan protestas. Hasta los tacones de estilete de Melania Trump en su viaje de estilo casual a la zona del hurac¨¢n empiezan a ser m¨¢s interesantes y coherentes que esta actualidad de hormigas y bolardos. Porque ¡°podr¨¢n callar a una hormiga, pero no a todo el hormiguero¡±, dijo la entidad Visit Elche, que pide "el regreso del busto a su lugar original". Y con eso est¨¢ dicho todo.
F¨ªjense que, a la espera de la reinvenci¨®n de la pol¨ªtica, o de Espa?a o de lo que haga falta, a¨²n sorprende que la hormiga haya servido para llenar estas, tantas l¨ªneas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.