Un poderoso truco para alcanzar tus objetivos
Crea un sistema de penalizaciones y recompensas, el cl¨¢sico ¡°palo o zanahoria¡± adaptado a tu realidad
Septiembre y enero se caracterizan porque nos llenamos de buenos deseos y objetivos que no siempre cumplimos. Vamos a ver un truco poderoso que nos ayuda a ponernos las pilas.
Jes¨²s Vega, escritor y conferenciante, cuenta c¨®mo consigui¨® que un amigo suyo dejara de fumar despu¨¦s de un sinf¨ªn de m¨¦todos, terapias, caramelos y dem¨¢s inventos. Los dos son muy aficionados al Real Madrid, dato muy relevante para la historia, y un d¨ªa de invierno, antes de entrar en el campo, su amigo le pidi¨® que le acompa?ara a echar el ¨²ltimo cigarrito. ¡°?Pero por qu¨¦ no dejas ya de fumar?¡±, le dijo. ¡°Pues porque no puedo¡ he probado con todo¡±. A Jes¨²s se le ilumin¨® la bombilla y le plante¨® un reto. ¡°Te propongo algo: si no dejas de fumar en un mes, tendr¨¢s que donar mil euros a una fundaci¨®n¡±. Su amigo trag¨® saliva. Es una cantidad que a la mayor parte de los mortales le doler¨ªa pagar. ¡°Ahora bien ¨Ccontinu¨® Jes¨²s¨C, esos mil euros ir¨¢n a parar a la fundaci¨®n del Bar?a¡±. La cosa dol¨ªa bastante m¨¢s. Su amigo puso el grito en el cielo. ?Eso estaba por encima de su nicotina! Sellaron el pacto y, pasado un mes, ya no fumaba. Y esto podr¨ªa haberle ocurrido a cualquier aficionado del Bar?a que hubiera tenido que donar dinero al Real Madrid; a uno del Betis con el Sevilla, o viceversa; a uno del Milan con el Inter, o a tantas otras rivalidades cl¨¢sicas que tenemos los primates en este planeta, solo que en este caso en forma de bal¨®n.
Para conseguir un objetivo hace falta tener la determinaci¨®n de hacerlo y una de las claves para despertarla es un sistema de penalizaciones o de recompensas que realmente te duelan o te entusiasmen. Es decir, has de aplicarte el cl¨¢sico ¡°palo o zanahoria¡± adaptado a tu realidad (o tener un amigo que te echa una mano para ello). Dependiendo de tu objetivo, que puede ser hacer deporte, comenzar unas clases o tomarse la vida con menos estr¨¦s, funcionar¨¢ mejor la penalizaci¨®n o la recompensa, como se ha demostrado en otros experimentos.
Cuando ejercemos el autocontrol, es importante una peque?a recompensa por aquello de animarnos
Roy Baumeister, profesor de la Florida State University, ha analizado una de las claves en los procesos de cambio: el autocontrol para dejar de enfadarnos por nimiedades, por ejemplo, o para no asaltar el frigor¨ªfico. Pues bien, ese autocontrol que necesitamos se agota y, cuando ocurre, necesita de una peque?a recompensa. Baumeister lo demostr¨® con un grupo de voluntarios. Les pidi¨® que pasaran a una habitaci¨®n que ol¨ªa a sabrosas galletas reci¨¦n horneadas. A un grupo de ellos les permiti¨® comer las galletas y a otros, unos r¨¢banos que estaban en la otra mesa, con la consiguiente cara que tuvieron que poner. Despu¨¦s, les pidi¨® a todos ellos que resolvieran un rompecabezas geom¨¦trico complicado y, curiosamente, los que hab¨ªan comido r¨¢banos se dieron por vencidos en tan solo ocho minutos, mientras que los que hab¨ªan disfrutado de las galletas, aguantaron diecinueve minutos de media.
Conclusi¨®n: la glucosa ayuda en la gesti¨®n de uno mismo, pero lo m¨¢s importante, cuando estamos ejerciendo autocontrol, es buena una peque?a recompensa por aquello de animarnos. L¨®gicamente, si el reto es hacer una dieta, las galletas no son lo m¨¢s recomendable, pero entonces busca otra que te apasione, que no se lleve mal con tu objetivo y que te d¨¦ ese regalito que te puedes merecer. Quiz¨¢ una llamada a un amigo, una pel¨ªcula, un masaje, un viaje o lo que t¨² quieras. Y, si no, siempre puedes recurrir al compromiso de destinar un dinero a un sitio que no te haga la menor gracia.
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