El metro de ?msterdam se limpia de comida basura
A partir de 2018 no se anunciar¨¢n golosinas o bebidas azucaradas dirigidas a los ni?os
El metro de ?msterdam ser¨¢ el escenario de la pr¨®xima campa?a municipal contra los anuncios de golosinas, patatas fritas de bolsa, galletas o bebidas azucaradas dirigidos a los menores hasta los 18 a?os. A partir del 1 de enero de 2018, las 58 estaciones de la l¨ªnea evitar¨¢n la publicidad que les anime a consumir productos que contribuyan a la obesidad. Eric van der Burg, concejal de Salud de la capital holandesa, ha aprovechado la renovaci¨®n de los contratos publicitarios del metropolitano para poner esa condici¨®n a los anunciantes. Liberal de derecha, el pol¨ªtico considera que la industria alimentaria ¡°se aprovecha de la inocencia de los ni?os y ello repercute en su salud¡±. De ah¨ª que la ciudad, junto con R¨®terdam, forme parte de la Alianza contra la Mercadotecnia Infantil. Un organismo integrado a su vez por la Oficina del Consumidor, la Asociaci¨®n contra la Obesidad, la Fundaci¨®n para el Coraz¨®n y Unicef.
El plan de Van der Burg supera el trazado del metro capitalino, que transporta cerca de 1,5 millones de pasajeros anuales. Tambi¨¦n invita a los directores de escuela a que promuevan ¡°el agua en lugar de refrescos, alimentos sanos para el almuerzo preparado en casa [no hay comedores escolares en el pa¨ªs] y suficientes clases de gimnasia¡±.
El empe?o del edil est¨¢ respaldado por las cifras oficiales. Seg¨²n el ministerio holand¨¦s de Sanidad, en 2016 casi un 14% de los ni?os entre 4 y 17 a?os ten¨ªa sobrepeso. De estos, un 2,7% padec¨ªa obesidad. ¡°Si nos parece normal exponerles lo menos posible a los anuncios de tabaco, lo mismo puede hacerse con la comida poco sana¡±, ha a?adido. Su campo de operaciones es ?msterdam, pero tal vez su entusiasmo fuera de agradecer en Tilburg, al sur del pa¨ªs. All¨ª, el centro de primaria Don Sarto ha prohibido las bebidas azucaradas y energ¨¦ticas, y los ni?os deben tomar bocadillos sanos y fruta. Un grupo significativo de padres se ha rebelado y prefiere decidir lo que comen sus hijos. Una familia, incluso, ha dicho que ¡°el agua es para los perros¡±, y sus ni?os consumen lo que ellos deciden, no la escuela.
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