Celebraci¨®n
La escuela puede ser un lugar inhumano precisamente porque es un lugar de formaci¨®n
Un colegio argentino ha cambiado de clase a un ni?o con Asperger tras presiones de los padres de sus compa?eros, que impidieron que sus hijos fueran al colegio como medida de coacci¨®n. Estos padres, al conocer la noticia, expresaron su j¨²bilo en un chat privado que se ha difundido de forma viral. Es importante matizar que es privado por varias razones, la m¨¢s delicada de ellas porque se produjo una filtraci¨®n: alguien dentro del grupo crey¨® conveniente hacer p¨²blica la conversaci¨®n. Esa persona, sin embargo, no respondi¨® al resto de integrantes en WhatsApp. Si lo hizo no lo mostr¨® en las capturas, o quiz¨¢s lo hizo siguiendo al resto y mostrando su alegr¨ªa porque la clase se desprendiese del chico con Asperger. Vivimos en tiempos muy b¨¢sicos: uno suele hacer bajo su nombre lo contrario que bajo su anonimato.
Entre las expresiones de alegr¨ªa de esos padres destacan algunas muy interesantes: ¡°Se hacen valer los derechos de 35 ni?os sobre uno¡± y ¡°Es un alivio¡±. Se desprende que en la clase no hab¨ªa normalidad, entendiendo normalidad en un uso perverso pol¨ªticamente: en el nombre de esa normalidad se fomenta la homogeneizaci¨®n, y al final del camino el racismo. Los ni?os han de ir a clase entre iguales, sin alteraciones de ning¨²n tipo, tampoco las involuntarias. Se trata de una actitud natural en muchos padres: la sobreprotecci¨®n de sus hijos les lleva a construir un mundo de corte y confecci¨®n, tan alejado de aquello que por diferente les puede resultar peligroso que al llegar a la adolescencia el chico empieza a descubrir el mundo por s¨ª mismo, a menudo con resultados catastr¨®ficos.
Una madre que se mostr¨® euf¨®rica en el chat dijo a una televisi¨®n argentina que el chico con Asperger tiraba objetos a los otros alumnos. Pero ¡ªqu¨¦ adversativa tan bien colocada¡ª un representante del colegio dijo que se sorprend¨ªa de la actitud de los padres con semejantes muestras de euforia. ¡°No es lo normal¡±. Lo ser¨ªa si los alumnos fuesen torturados por el chico; tambi¨¦n ser¨ªa la primera vez en la historia que el raro, por descender al lenguaje del chat, somete al resto de la clase. Y que, de tan terror¨ªfico, el colegio lo traslade para que someta a otra.
La escuela puede ser un lugar inhumano precisamente porque es un lugar de formaci¨®n. All¨ª el diferente tiene consciencia de que lo es por primera vez, aunque no lo sea: simplemente se lo hacen saber, a veces con una paliza. De esta labor destructiva se encargan sus peores compa?eros. La integraci¨®n es cara a edades infantiles: luego se va abaratando; la miseria humana, sin embargo, permanece como una plaga.
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