El mandato de Rajoy
La propuesta de Ciudadanos busca un atajo indebido para cesar al presidente
Editoriales anteriores
Ciudadanos ha registrado en el Congreso de los Diputados una iniciativa para reformar la Ley del Gobierno de 1997 de tal manera que el presidente del Gobierno no pueda serlo durante m¨¢s de ocho a?os.
Con su iniciativa, el partido que dirige Albert Rivera quiere someter a debate parlamentario un compromiso que figuraba entre los 150 puntos en los que se bas¨® el acuerdo de investidura que su formaci¨®n firm¨® con el Partido Popular en agosto de 2016. Mientras que el grupo parlamentario de Mariano Rajoy se ha desvinculado de este punto del acuerdo, el Partido Socialista ¡ªque inclu¨ªa esta propuesta en su programa electoral¡ª y Podemos la han apoyado.
Ciudadanos est¨¢ en su derecho de exigir a Mariano Rajoy que cumpla los compromisos que le llevaron a La Moncloa, aunque no ser¨ªa este el primero de los 150 puntos de aquel acuerdo relacionados con la regeneraci¨®n democr¨¢tica y la lucha contra la corrupci¨®n que este obvia. Pero cosa bien distinta es forzar la legislaci¨®n e incluso, a decir de un buen n¨²mero de constitucionalistas, la propia Ley Fundamental, para llevar a t¨¦rmino y sin consenso una medida de tan profundo calado como dif¨ªcil encaje en un nuestro sistema pol¨ªtico.
La limitaci¨®n de mandatos, cabe recordar, es m¨¢s propia de los sistemas presidenciales, donde el acceso al cargo tiene lugar por elecci¨®n directa de la ciudadan¨ªa, y donde m¨¢s probables son las tentaciones de cesarismo. Nuestro pa¨ªs, sin embargo, se dot¨® en el 78 de un r¨¦gimen de democracia parlamentaria. Eso quiere decir que el Congreso de los Diputados, donde reside la soberan¨ªa nacional, es el responsable de elegir al presidente del Gobierno de acuerdo con los procedimientos de investidura y censura que los espa?oles conocen. Esa es la norma en la mayor¨ªa de los sistemas parlamentarios y tiene sentido que lo siga siendo. Porque a quien tal medida limitar¨ªa en un sistema como el nuestro es al propio Parlamento y, con ¨¦l, a la voluntad popular expresada por los ciudadanos en unas elecciones.
No deja de ser cierto que la escasa vida democr¨¢tica interna de los partidos y su excesivo peso institucional ha conducido a una presidencializaci¨®n excesiva de nuestro sistema pol¨ªtico. Pero el hecho de que solo un presidente del Gobierno de nuestra democracia haya estado m¨¢s de ocho a?os en el poder ¡ªFelipe Gonz¨¢lez estuvo 13¡ª y que esos problemas sean permanentes demuestra que tal medida no los resolver¨ªa. Si lo que impide la regeneraci¨®n de nuestra democracia son los partidos, reformemos los partidos y, si es necesario ¡ªque lo es¡ª, la propia Constituci¨®n. Pero hag¨¢moslo por los procedimientos tasados, con el m¨¢ximo consenso y, por supuesto, sin efectos retroactivos de tal manera que una medida como la limitaci¨®n de mandatos, de acordarse, solo pudiera aplicarse al pr¨®ximo presidente.
Mariano Rajoy ha obtenido la confianza del Parlamento en dos ocasiones y superado recientemente una moci¨®n de censura. Nada impide al Parlamento, donde su partido est¨¢ en minor¨ªa, ni a Ciudadanos, que apoya al Gobierno, retirar su confianza al presidente cuando lo estime necesario y conveniente. Pero hacerlo mediante atajos no parece la mejor manera de regenerar la democracia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.