Me le¨ª el libro de 'la banda que quem¨® un mill¨®n de libras' y casi acabo en un r¨ªo

Si algo queda claro con s¨®lo leer el texto de la solapa 2023 (Malpaso Ediciones) es que se trata de una novela para iniciados. Hasta tal punto que es recomendable acompa?ar su lectura con la de The KLF: Caos y Magia?(John Higgs) para no perdernos la abundante chicha autobiogr¨¢fica escrita entre l¨ªneas.

The Justified Ancients of Mu Mu -originalmente conocidos como The KLF- era un d¨²o formado por Bill Drummond y Jimmy Cauty que vendi¨® millones de singles en los a?os 80 y 90 para despu¨¦s desaparecer, renunciando a la fama y la riqueza (su ¨²ltimo acto p¨²blico consisti¨® en la quema de un mill¨®n de libras). De eso hace 23 a?os y el 23 de agosto de este a?o regresaron publicando este su primer libro: 2023, que deja patente su atracci¨®n por el arte conceptual, el situacionismo y todo aquello que suponga una intervenci¨®n en las convenciones de la realidad.

El propio George Orwell (pseud¨®nimo de Roberta Antonia Wilson, autora del libro) reconoce acerca de los primeros cap¨ªtulos del libro: ¡°Cuando esta ma?ana he rele¨ªdo esos cap¨ªtulos, me ha parecido que est¨¢n dirigidos a una audiencia que dif¨ªcilmente rebasar¨ªa las dos docenas de lectores. Da la impresi¨®n de que simplemente he estado intentando insertar en el texto toda clase de referencias para impresionar a...bueno, a quien sea, no lo s¨¦.¡±

2023 es el tipo de artefacto literario que saldr¨ªa a la luz si la portada del Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band fornicara en una org¨ªa con El jard¨ªn de las delicias de El Bosco mientras Roberta Antonia Wilson, George Orwell y Mervin Peake toman nota de todo lo sucedido. Son tal la cantidad de referencias, personajes, tramas, subtramas y escenas que suceden simult¨¢neamente que puede llegar a resultar mareante.

Hay dos opciones a la hora de ponerse a escribir sobre un libro como este. Tirar de wikipedia e intentar dar sentido a toda la ca¨®tica ensalada de nombres y (auto)referencias ligeramente (des)veladas o tom¨¢rselo realmente en serio e invocar The KLF mediante un ritual m¨¢gico para que sean sus esp¨ªritus quienes gu¨ªen el rumbo de la rese?a.

La ¡°deriva m¨¢gica¡± es un ritual cl¨¢sico dentro de la magia del caos. Un potaje de esoterismo milenario, psicogeograf¨ªa situacionista, sincron¨ªas jungianas, pop, autosugesti¨®n y humor discordiano. En cristiano: consiste en caminar dej¨¢ndose llevar por el caprichoso influjo de los dioses.

Lo primero es encontrar un buen punto de inicio. Un portal m¨¢gico con la suficiente enjundia para transportarnos a un t¨²nel de realidad alternativo. En Santiago de Compostela, al ser una ciudad m¨ªstica, los tenemos por todas partes. Muy cerca de mi casa hay un acueducto medieval m¨¢s viejo que Gengis Kan. ?Qu¨¦ tiene que ver Santiago de Compostela con el libro de The KLF? Pues todo. En las primeras p¨¢ginas, el narrador nos concede un trato: aunque la historia va a suceder en el norte de Londres, los lectores podemos imaginarnos que sucede en el lugar donde vivimos. Para m¨ª todo ha ocurrido aqu¨ª en Santiago.

Al llegar al acueducto descubro que justo en uno de sus extremos hay una pir¨¢mide similar a la que sale en la portada del libro, la misma que los propios The KLF y sus adeptos construyeron recientemente en los rituales que celebraron Liverpool. Est¨¢ claro que es el sitio perfecto.

Antes de traspasar el arco es importante hacer una ofrenda a los dioses para que todo marche bien durante la deriva. The KLF pasar¨¢n a la historia como ¡°la banda que quem¨® un mill¨®n de libras¡±. Decido hacer un acto similar: arrojo 23 miserables c¨¦ntimos de euro a las escuchimizadas profundidades de r¨ªo Corgo. El 23 es un n¨²mero importante en el libro y la mitolog¨ªa de The KLF. El libro est¨¢ compuesto por 23 cap¨ªtulos que transcurren en el a?o 2023. 23 a?os de silencio fue lo que pactaron Drummond y Cauty tras la quema del dinero. Antes de salir el libro se rumoreaba que quiz¨¢s estar¨ªa en esta novela la respuesta que dar¨ªa sentido a aquella performance de la quema de billetes. Aunque en el libro hay una divertida subtrama en que The Beatles deciden regalar un mill¨®n de libras a Ho Chi Minh para conseguir la paz en Vietnam me temo que la respuesta a esa pregunta sigue quedando a la libre interpretaci¨®n de cada uno. Tal como suger¨ªa John Higgs puede que fuera el acto de decondicionamiento capitalista m¨¢s extremo y definitivo jam¨¢s llevado a cabo por un artista conocido o puede que tan s¨®lo fuera una gilipollez muy cara.

Al pasar el arco noto un peque?o subid¨®n. Se supone que a partir de ahora ver¨¦ se?ales y pasar¨¢n cosas relacionadas con el libro. Estamos bajo el influjo de The KLF y el universo de 2023. Una utop¨ªa dist¨®pica donde el mundo est¨¢ controlado por cinco empresas cuyos nombres nos ser¨¢n familiares: Googlebyte, Wikitube, AmaZaba, Facelife y Apple Tree. Todas ellas est¨¢n dirigidas por mujeres: Celine Hagbard, Florence ¡°Princesa de Gales¡±, Jessie Bezos, Marcia Zuckeberg y Cyntia Steve Dobbs. Las redes sociales lo dominan todo. La moneda mundial es el zitcoin. Todas las cafeter¨ªas han sido absorbidas por Starbucks y han vuelto los cepos medievales como forma de castigo. En lado bueno tenemos que los bancos, los impuestos, las c¨¢rceles, los pol¨ªticos, las guerras y la contaminaci¨®n han desaparecido. Sigo caminando y me encuentro un vaso de McDonalds tirado en el suelo. En ¡°2023¡± los McDonalds han cerrado. S¨®lo un monje budista radical cuyo mantra sagrado es ¡°Big Mac con patatas¡± echa de menos la famosa cadena de hamburgueser¨ªas a pesar de nunca haberla conocido. Sigo atravesando el parque y me encuentro un par de zapatillas sin marca tiradas en el c¨¦sped. En ¡°2023¡± tampoco existen las marcas de ropa. Toda la ropa es LabelFree.

Voy siguiendo el curso del r¨ªo Corgo con todos los sentidos en busca de nuevas se?ales. Encuentro una pintada que refleja el esp¨ªritu de descontento de algunos de los personajes del libro: ¡°Contra la paz del conformismo: Guerra social¡±. No todos disfrutan de la alienante paz mundial que reina en 2023. Hay gente que est¨¢ sedienta de guerra y revoluci¨®n. Personajes como Vladimir Putin, el subcomandante Marcos, la joven artista Yoko Ono (que no es la Yoko Ono que todos conocemos sino la autora de un libro que cambiar¨¢ el curso de la humanidad titulado¡°Los pomelos no son las ¨²nicas bombas¡±) o el exterrorista Henry Pedders, un ni?o actor frustrado porque no consigui¨® el papel de Dudley Dursley en la pel¨ªcula de Harry Potter.

Desemboco en el Centro Galego de Arte Contempor¨¢neo. El arte contempor¨¢neo tiene un papel importante en ¡°2023¡±. Entre sus p¨¢ginas salen personajes como Damien Hirst, Yoko Oko que todos conocemos, David Hockney o Banksy, al que atribuyen la autor¨ªa de la famosa m¨¢scara de ¡°V de Vendetta¡±. En uno de los cap¨ªtulos incluso se narran unos hechos muy similares a cuando The K Foundation intentaron sabotear el premio Turner y hacer tambalear los cimientos del mercado del arte clavando 40 000 libras en un tabl¨®n de madera. Sigo paseando entre las as¨¦pticas obras del CGAC deseando encontrar alguna se?al significativa cuando me doy de bruces con este decepcionante ¡°Siga buscando¡±:

Abandono el museo rumbo a la Avenida Juan XXIII. Es una sincron¨ªa buscada conscientemente. Tanto por el 23 como porque s¨¦ perfectamente que en libro salen tres papas. Uno de ellos es negro y otro una mujer lesbiana. Con los que no esperaba encontrarme es una pegatina con la leyenda ¡°Music by 23¡±, ni un con un conejo asomado a una ventana (?el pukka de Robert Anton Wilson? ?El Echo que obsesion¨® durante parte de su vida de Bill Drummond?), ni un zorro (?El zorro de Tangerine Nitemare?), ni un b¨²ho (?El b¨²ho de ¡°Hechizo Total¡± que tambi¨¦n hace un cameo en ¡°2023¡±? ?Igual que Peppa Pig? ?Igual que Mog el gato olvidadizo?).

Es cierto que estoy apelotonando todo sin demasiado sentido en el ¨²ltimo p¨¢rrafo y que se nota que me entran las ganas de acabar porque est¨¢ empezando a llover, pero lo mismo le pasa a la autoindulgente Roberta Antonia Wilson en los ¨²ltimos cap¨ªtulos. Ella misma confiesa que es muy consciente de que ¡°la mayor¨ªa de los finales de los libros no cumplen con las expectativas despertadas por las premisas que alumbran¡±. Es algo que tambi¨¦n ocurre con la mayor¨ªa de art¨ªculos. Ni Roberta ni yo queremos ser perfectos. Adem¨¢s lo importante no es el final sino pasarlo bien durante el viaje.

Al menos cuando estoy a punto de volver a traspasar el acueducto en el que ha empezado todo y salir del influjo de la deriva me encuentro con una de esas pintadas grandilocuentes que dicen todo y nada a la vez:

Miro al r¨ªo Corgo y pienso en saltar para recuperar mis 23 c¨¦ntimos...