Saltarse las reglas
Hay situaciones en las que resulta dif¨ªcil no apreciar la necesidad de desbordar la norma
En democracia, la forma es tan importante como el fondo. De hecho, podr¨ªa incluso decirse que lo es m¨¢s. Cuando las normas sobre c¨®mo, cu¨¢ndo, de qu¨¦ manera tomar decisiones (voto, procedimientos parlamentarios, aprobaci¨®n de leyes) son claras, transparentes, predecibles, e id¨¦nticas para todos, significa que los miembros del sistema pueden intervenir en ¨¦l en pie de igualdad. Sean mayor¨ªa, o minor¨ªa.
?Pero qu¨¦ pasa cuando una parte de la sociedad decide que el espacio que dejan dichas normas no es suficiente, o al menos que no lo es para ellos? Que no pueden intervenir en el sistema en pie de igualdad, y por tanto necesita ir m¨¢s all¨¢ de la ley para cumplir sus objetivos. Este es el camino que siguen los movimientos que abogan por la desobediencia civil, por ejemplo. Y, efectivamente, hay situaciones en las que resulta dif¨ªcil no apreciar la necesidad de desbordar la norma.
Pero quienes toman ese camino saben, normalmente, a qu¨¦ se enfrentan: lo que protege la ley es la fuerza del Estado. Por ello, quienes lo inician suelen hacerlo por una necesidad perentoria, y ejemplos (sobre todo de minor¨ªas discriminadas) abundan en la historia.
Es tentador observar lo que ha sucedido esta semana en Catalu?a bajo este prisma, pero la verdad es que all¨ª es una mayor¨ªa la que ha forzado la ley. Una que a su vez es minor¨ªa dentro del Estado, s¨ª, pero no as¨ª en la comunidad. Por tanto, en este caso las normas ignoradas lo han sido en detrimento de una minor¨ªa.
Adem¨¢s, aunque es cierto que los procesos de reforma de la que al fin y al cabo es la ley ¨²ltima vulnerada (la Constituci¨®n espa?ola) son particularmente complejos y costosos, ¨¦stos existen. La mayor¨ªa en el Parlament, que es la minor¨ªa en el Estado, puede utilizarlos. Es esta, por ¨²ltimo, una minor¨ªa en una situaci¨®n imposible de homologar a la de aquellas que en otros tiempos y en otros lugares acudieron a la desobediencia y a la acci¨®n directa como herramienta ¨²ltima, incluso en democracia. Acci¨®n que, por otra parte, fue normalmente complementada con trabajo pol¨ªtico dentro de los cauces de la legalidad. No. En Catalu?a lo que est¨¢ pasando es, me temo, otra cosa. @jorgegalindo
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