Angelina Jolie: ¡°No soy tan fuerte como fui antes¡±
Tras su divorcio de Brad Pitt, la actriz muestra su cara m¨¢s vulnerable, alejada de la imagen de mujer fuerte y perfecta
Angelina Jolie nunca deja de asombrar. Como los grandes artistas, la estrella, la madre, la benefactora, la exesposa, la actriz ha pasado por todas las fases. Tuvo un periodo loco, rebelde, en el que hablaba sin reparos de su bisexualidad, intercambiaba viales de sangre por anillos de boda y besos en la boca con su hermano. Luego lleg¨® su etapa de embajadora de ACNUR, tan preocupada por los conflictos del mundo como por mantener el tipo en la alfombra roja. Se convirti¨® en la madre perfecta (de seis hijos), en la esposa perfecta (de Brad Pitt), en la realizadora de cinco producciones en una industria de hombres. Jolie fue incluso la enferma perfecta, capaz de compartir p¨²blicamente su lucha contra el c¨¢ncer. Y hay m¨¢s angelinas. ¡°Doce¡±, reconoce en conversaci¨®n el pasado fin de semana con este peri¨®dico. Pero es esta ¨²ltima la que m¨¢s sorprende. Porque frente a la Jolie perfecta que puede con todo, sus ¨²ltimas comparecencias p¨²blicas, sus palabras, sus entrevistas, han abierto la puerta a sus inseguridades, a su fragilidad, a esa humanidad que antes desaparec¨ªa entre tanta perfecci¨®n. ¡°A veces s¨¦ que doy la impresi¨®n de que puedo con todo pero lo cierto es que todo lo que intento es llegar al final del d¨ªa¡±, se sincera.
Est¨¢ de promoci¨®n con su ¨²ltimo trabajo como directora, First They Killed My Father, y tras el silencio pactado que sigui¨® a su separaci¨®n de Brad Pitt, no deja de hablar. En Los ?ngeles, en el Festival de Telluride y pr¨®ximamente en el de Toronto. Dice que lo lleva bien aunque es duro. ¡°Me siento un poco m¨¢s t¨ªmida. No soy tan fuerte como fui antes¡±, reconoce.
De salud anda bien. Lo dice a los cuatro vientos aunque solo sea para acallar esos perennes rumores de que est¨¢ demasiado delgada. En persona llaman m¨¢s la atenci¨®n sus rasgos que sus kilos, con una sonrisa afable que invita a la conversaci¨®n y una mirada segura aun cuando confiesa sus debilidades. Est¨¢ contenta porque no tiene c¨¢ncer y se alegra de las operaciones por las que ha pasado aunque admite que fue ¡°un palo para el cuerpo¡± todo a lo que tuvo que someterse. Aun as¨ª reconoce que tendr¨ªa que cuidarse m¨¢s, encontrar m¨¢s tiempo para ella misma. ¡°Me lo dicen a menudo. Pero me encanta ser madre¡±, dice.
La nueva Angelina se permite incluso hablar de su propia mortalidad. Contenta de los lazos fraternales tan estrechos que existen entre sus hijos tanto biol¨®gicos como adoptados (Maddox, 15 a?os; Pax, 13; Zahara, 12; Shiloh, 11; y los gemelos Vivienne y Knox, de 9) asegura que podr¨ªa morir en paz. Menos mal que su ¡°cielo¡± est¨¢ en esta tierra, en su casa de Camboya, cuna de Maddox y pa¨ªs en el que acaba de rodar First They Killed My Father centrado en la historia de una ni?a durante el r¨¦gimen de los Jemeres Rojos. Ha hecho la pel¨ªcula, como todas en las que ha trabajado como realizadora, para poner en evidencia lo que ocurre en el mundo. Pero ya no se enga?a como antes. ¡°Son tantas las guerras que no se acaban. Y no ser¨¢ por no hablar de ellas. As¨ª que no s¨¦ cu¨¢nto podr¨¢ ayudar esta historia¡±, admite decepcionada. Pero enseguida se viene arriba hablando de los gemelos, de Knox, que aprende a pilotar como el resto de sus hermanos aunque apenas llegue a los pedales, y de Vivienne, la que realmente controla el mando de la televisi¨®n.
Tambi¨¦n le motiva su fundaci¨®n. Sus proyectos en Nairobi, en Camboya y las clases que imparte en la London School of Economics de la universidad londinense. ¡°Gran parte de la raz¨®n por la que ense?o all¨ª es que los estudiantes son tan brillantes que puedo aprender de ellos¡±, explica.
A Brad Pitt no lo menciona por su nombre aunque su sombra pesa en el ambiente durante toda la conversaci¨®n. Confiesa que hace 10 a?os nunca se habr¨ªa imaginado estar soltera como est¨¢ ahora. El t¨¦rmino ¡°Brangelina¡± se acu?¨® hace 12 a?os y parec¨ªa que iba a durar para siempre. Tras su separaci¨®n, en su fragilidad hay optimismo. Ni idea de lo que le deparar¨¢ la pr¨®xima d¨¦cada pero quiere tom¨¢rselo con buen humor. ¡°Espero que no haya nietos¡±, asegura. Y a?ade: ¡°Ahora lo que necesito es recuperar un poco de mi otro yo, ese que perd¨ª un poco al sentirme sobrepasada¡±, resume.
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