Mas Ma?anas
M¨¢s que un dios menor, Tita es la gran superviviente. Ella s¨ª que sabe y est¨¢ educando a sus hijas para que sobrevivan a Irma, al refer¨¦ndum catal¨¢n y tambi¨¦n al supuesto fin del mundo
La l¨ªnea a¨¦rea norteamericana que tiene las mismas siglas que Alcoh¨®licos An¨®nimos, AA, cancel¨® el mi¨¦rcoles m¨¢s de 400 vuelos desde el aeropuerto de Miami como precauci¨®n ante la llegada del hurac¨¢n Irma ma?ana domingo. Mi vuelo a Filadelfia para conectar con otro hacia Espa?a result¨® afectado. Tras esperar, la agente que me atendi¨® result¨® ser la m¨¢s malhumorada y beligerante de las que atend¨ªan en ingl¨¦s. Al escuchar mi acento, deletreando el localizador, se puso m¨¢s amargada y antip¨¢tica, m¨¢s AA. Insisti¨® en que el hurac¨¢n era de categor¨ªa 5, que el vuelo estaba cancelado y colg¨®. Los huracanes son as¨ª d¨ªas antes de llegar, en un segundo te quedas sin vuelo, sin agua y sin posibilidad de ir a alg¨²n sitio mientras las autoridades exigen que evacues.
Evacuar es siempre un problema. El nivel de alarma en Miami est¨¢ directamente relacionado a la poca precauci¨®n que tomaron en Texas ante el hurac¨¢n Harvey. Como somos muchos latinos, tan propensos a tomar decisiones aparatosas o de ¨²ltima hora, la histeria ha inundado la ciudad. En vista de mi vuelo cancelado, he tomado una actitud Melville y, como el capit¨¢n Ahab, me quedo. No me muevo. Mi marido est¨¢ a salvo en Madrid. He llamado a mis amigas y me he encomendado a Tita Thyssen, la fil¨¢ntropa que es mi Billy Wilder. M¨¢s que un dios menor, Tita es la gran superviviente. Ella s¨ª que sabe y est¨¢ educando a sus hijas para que sobrevivan a Irma, al refer¨¦ndum catal¨¢n y tambi¨¦n al supuesto fin del mundo que tambi¨¦n predicen para octubre. Si en la pel¨ªcula El planeta de los simios lo ¨²nico que permanec¨ªa de nuestra civilizaci¨®n era la Estatua de la Libertad, ahora sabemos que lo ¨²nico que nos sobrevivir¨¢ son las hijas de Tita. ?Menos mal! Porque estas maravillosas ni?as, como nos hace saber su madre en su entrevista para ?Hola!, saben hablar castellano, catal¨¢n, ingl¨¦s y franc¨¦s. La princesa Leonor y la infanta Sof¨ªa estudian mandar¨ªn, pero Tita est¨¢ educando a sus herederas para que tambi¨¦n ¡°entiendan el coleccionismo¡±. Y a m¨ª eso me contenta. Abre una ventana, peque?a pero encantadora, a la esperanza y al futuro.
Asomado a mi balc¨®n en Miami, esperando a que me trague el hurac¨¢n, pienso en Tita. Creo que Heini Thyssen la am¨® tanto por su humor como por su buen ojo. La recuerdo saliendo de su museo dispuesta a encadenarse a un ¨¢rbol en el Paseo del Prado y atendiendo a la prensa con maestr¨ªa. Hizo historia evitando que el Paseo del Prado se transformara en una autopista. Y est¨¢ magn¨ªfica educando a sus hijas, aunque ech¨¦ en falta un poquito de nataci¨®n. Ser¨ªa un entra?able homenaje a Lex Barker, ese Tarz¨¢n glorioso, rubio y primer marido de Tita, que compr¨® Mas Ma?anas, la propiedad donde descansa en paz y donde se educan las gemelas. Para arreglarlo todo antes del 1 de octubre, a m¨ª me gustar¨ªa que Tita sustituyera a Carles Puigdemont y expusiera en su Gobierno la misma cordura, fortuna y orden que ha conseguido en sus maravillosos museos.
Antes de la visita del hurac¨¢n Irma, pas¨¦ unos d¨ªas junto a mi padre y mi hermana en Los ?ngeles. Tembl¨® la tierra, levemente, 1,5 en la escala de Richter. Lo precedi¨® una ola de calor en el fin de semana. Surfe¨¢ndola, mi marido consigui¨® llevarme al Japanese Pavilion, ese lugar donde te gustar¨ªa pasar el ¨²ltimo d¨ªa de tu vida. En este momento alberga una delicada exposici¨®n de porcelana esmaltada, cloissonn¨¦, que tuvo mucho predicamento en los primeros a?os del siglo pasado. All¨ª, conclu¨ª que la alta mariconada siempre viene en mi rescate y la verdad me encantar¨ªa que tambi¨¦n en el de todas y todos. As¨ª como el hurac¨¢n tiene un ojo, hay que aprender de Tita y educar el ojo hacia el mejor coleccionismo. El poder sanador de la belleza tiene pocos sustitutos. Imagino que tambi¨¦n por eso Tita colecciona y desea que sus hijas lo entiendan. Las cosas verdaderamente bellas parecen tener una innata capacidad de supervivencia. Por eso sobrevive la Estatua de la Libertad en ese primer El planeta de los simios. Por eso vinieron a m¨ª esas porcelanas japonesas. Por eso en el museo Thyssen exponen las obras maestras del Renacimiento. Y, por eso, por creer en la fuerza de lo bello y coleccionable, me quedo esperando que Irma no me arrase mientras pienso en Tita, en Billy Wilder y en Mas Ma?anas.
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