La hora de la determinaci¨®n
El d¨ªa 2 de octubre se abre el tiempo pol¨ªtico de una nueva oportunidad para todos
Forma parte del terreno de la incertidumbre lo que pueda pasar de aqu¨ª al 1 de octubre. Y eso que la respuesta pol¨ªtica, institucional y jur¨ªdica, la del sistema democr¨¢tico, a la embestida independentista ha sido adecuada y eficaz. Sin embargo, y teniendo en cuenta que el d¨ªa 1 podr¨¢ darse una protesta social o un simulacro de jornada electoral, ya es seguro ¡ªeso lo fue siempre en realidad¡ª que no habr¨¢ ning¨²n refer¨¦ndum tal y como la invasiva y antidemocr¨¢tica propaganda independentista lleva proclamando desde hace mucho tiempo.
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Por tanto, sin apartar la atenci¨®n de lo que queda de aqu¨ª al d¨ªa 1, es el d¨ªa 2 el que debiera ser ya un objetivo compartido, una segunda oportunidad, un tiempo decisivo. Porque, al margen de que haya quedado claro de qu¨¦ lado est¨¢ la raz¨®n democr¨¢tica y la ley (esto ya no se discute despu¨¦s de los sucesos del Parlament de la semana pasada), no podemos obviar que, a pesar de la minor¨ªa dirigente del independentismo, existe una parte de catalanes (posiblemente por encima del 40%) que se define como independentista, y existe una parte a¨²n mayor (posiblemente por encima del 70%) que aboga por que se produzca una votaci¨®n sobre el estatus de Catalu?a en relaci¨®n con el resto de Espa?a.
Esos dos porcentajes posibles a los que aludo son el resultado de una acumulaci¨®n de agravios (con base o fundamento real o inventado) que as¨ª han sido entendidos y utilizados por la minor¨ªa dirigente del independentismo, y que sumados a otras fuentes creadoras de malestar (la crisis econ¨®mica, la manipulaci¨®n incesante de la historia, la brecha generacional) constituyen la espina dorsal del denominado relato independentista ante el que, asum¨¢moslo, no se ha sabido hacer frente hasta que el delirio de la exigua mayor¨ªa del Parlament ha mostrado el camino, empezando por la unidad. No siempre fue as¨ª. Basta recordar la responsabilidad que Rajoy y la estrategia electoral agresiva y sin contemplaciones del PP tienen en una buena parte del alimento que el relato independentista ha necesitado para carburar continuamente durante los ¨²ltimos a?os.
La determinaci¨®n debe ser sincera y con car¨¢cter de permanencia hasta? lograr un acuerdo que satisfaga a una mayor¨ªa de fuerzas pol¨ªticas y ciudadanos
El d¨ªa 2 se abre el tiempo pol¨ªtico de una segunda oportunidad para todos. Por ello defiendo la determinaci¨®n con la que se ha de abordar la apertura de un periodo de reformas de alcance y con dimensi¨®n global de nuestro Estado auton¨®mico, como acaba de proponer el PSOE en el Congreso de los Diputados a trav¨¦s de una comisi¨®n espec¨ªfica. La renovaci¨®n del pacto territorial de 1978 debe ser previa a la reforma constitucional posterior. Solo as¨ª comenzaremos la casa por los cimientos.
La determinaci¨®n debe ser sincera y con car¨¢cter de permanencia hasta que se logre un acuerdo que satisfaga e incluya a una mayor¨ªa suficiente de fuerzas pol¨ªticas, primero, y de ciudadanos, despu¨¦s. Tan sincera y fuerte debe ser esa determinaci¨®n como va a ser la otra propuesta en liza dentro de no mucho, presumiblemente: la defensa del derecho de autodeterminaci¨®n, que no existe, esgrimido como ¨²nica salida posible y realista en forma de organizaci¨®n de una consulta o refer¨¦ndum pactado entre la Generalitat y el Gobierno, que sustituya y trate de rebajar el proceso antidemocr¨¢tico ya fracasado que termina el 1 de octubre.
En principio, el delirio y el autoritarismo de la minor¨ªa independentista han debilitado su posici¨®n, pero eso no va a hacer que desaparezca la necesidad de una soluci¨®n pol¨ªtica a un problema pol¨ªtico. La soluci¨®n a la crisis de convivencia, existente ahora entre los propios catalanes m¨¢s que nunca, solo ser¨¢ pol¨ªtica, por la v¨ªa de las reformas y a trav¨¦s de un amplio consenso que tenga su origen en la voluntad de los cuatro grandes partidos de ¨¢mbito nacional de afrontar la salida dejando al margen cualquier estrategia electoral. Por el momento, solo el PSOE da muestras de esta determinaci¨®n.
Contrariamente a lo que se defiende desde muchas tribunas, creo que estamos a tiempo, creo que nos merecemos una segunda oportunidad. Ahora bien, m¨¢s errores y m¨¢s tiempo perdido pueden ser ya fatales. A partir del d¨ªa 2, debi¨¦ramos empezar precisamente por ah¨ª: por corregir errores y por no perder ni un minuto m¨¢s. La raz¨®n democr¨¢tica y la ley est¨¢n del lado de una mayor¨ªa de ciudadanos, sin distinci¨®n de identidades, que demandan un liderazgo representativo en los partidos y en la pol¨ªtica capaz de aprovechar ese impulso (y tambi¨¦n demanda) ciudadano con determinaci¨®n.
C¨¦sar Luena es diputado del PSOE y doctor en Historia.
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