Volver a empezar

La Diada de este a?o se parec¨ªa a la de celebraciones anteriores por su car¨¢cter festivo, pac¨ªfico y multitudinario. Pero no era igual. No solo porque aspirase a ser la campa?a hacia el 1-O, sino porque el motor de la movilizaci¨®n independentista ha cambiado. Esta ya no puede girar alrededor de un proyecto abstracto o un ideal, pues existe un desenlace a sus demandas, una respuesta pol¨ªtica concreta a sus reivindicaciones.

Si ha sido la ¨²ltima Diada del proc¨¦s, con ella se cierra el lustro que se inici¨® con la eclosi¨®n del movimiento independentista, en 2012. Esa efervescencia ofrec¨ªa a los partidos catalanes una oportunidad electoral y un reto: el de canalizar institucionalmente las aspiraciones soberanistas de una parte de la poblaci¨®n. Los beneficios electorales para la CUP o para ERC han sido evidentes. Pero en la tarea de trasladar las reivindicaciones a las instituciones, los partidos soberanistas no han estado a la altura del proyecto pol¨ªtico que dicen representar.

Primero, porque la propuesta del Gobierno catal¨¢n ha hecho un flaco favor a la causa independentista. La debilita al querer imponerla por encima de las instituciones: un refer¨¦ndum aprobado en un proceso de urgencia a costa de ningunear a la minor¨ªa parlamentaria y salt¨¢ndose los procedimientos y garant¨ªas. Esta arquitectura jur¨ªdica incluye una ley de transitoriedad que desvirt¨²a la solemnidad del voto, al regular la independencia antes de que se pregunte a los ciudadanos.

Segundo, porque la desconexi¨®n dirige el proyecto independentista fuera de la pol¨ªtica, hacia un callej¨®n sin salida, transform¨¢ndolo en una suerte de movimiento azuzado por la ¨¦pica de la desobediencia. Resulta un camino tan est¨¦ril para reconducir el conflicto como que el PP siga parapetado exclusivamente en la respuesta jur¨ªdica, exoner¨¢ndose de la responsabilidad de atender un conflicto pol¨ªtico en el Estado que gobierna.

El tiempo pol¨ªtico hasta el 1-O transcurrir¨¢ en vilo, pendiente de si los acontecimientos ahondan un poco m¨¢s en la brecha, multiplicando los restos del naufragio pol¨ªtico que en alg¨²n momento habr¨¢ que recoger, para volver a empezar. @sandraleon_