Rescate
Que un se?or se vea obligado a divulgar fotos de sus hijos contra su voluntad solo para que le dejen en paz es grave
Miguel Bos¨¦ denunci¨® en agosto que le hab¨ªan robado fotos y le ped¨ªan dinero para no sacarlas. Al final las ha publicado ¨¦l. Que un se?or se vea obligado a divulgar fotos de sus hijos contra su voluntad solo para que le dejen en paz, como rescate, es grave. No solo ya no te puedes esconder, sino que te fuerzan a exhibirte. Aunque mucha otra gente an¨®nima lo hace gratis, sin amenazas. Pagar¨ªan por publicar fotos suyas, no por evitarlo. Eso de que nadie sepa lo que haces, o qui¨¦n crees que eres, se ha vuelto intolerable. El af¨¢n ya no es de notoriedad, sino de identidad. Thatcher dijo aquello de que solo existe lo que sale en televisi¨®n, y ahora solo existes si sales donde sea, pero es como si no existieras. Con tanto codazo por figurar miramos las vidas de los dem¨¢s como el cat¨¢logo de Ikea. Y las redes sociales te enredan: a una amiga le mand¨® una conocida una foto con un vestido nuevo por WhatsApp y recibi¨® un anuncio por Facebook de ese mismo vestido. Tuvo goteras, envi¨® unas fotos al casero y le lleg¨® un correo de reformas de casas. Alg¨²n algoritmo con gafas te mira las fotos y hace negocios. Quiz¨¢ empiecen a pasarse de la raya y te aconsejen que te pongas a r¨¦gimen, que es hora de cortarte el pelo o cambiar de camisa, o de amigos. En ¨²ltimo extremo, te amenazar¨¢n con desactivarte el m¨®vil si no lo haces, y por Dios, eso no. Ya te echar¨¢n la bronca cuando llegues mamado a casa y te dir¨¢n a qui¨¦n votar, cruzando datos de los programas electorales, de tu credulidad estimada y de la credibilidad de cada l¨ªder, calculada con sus m¨®viles por c¨®mo mienten en sus vidas privadas. Al final elegir¨¢n a los candidatos, que nos dir¨¢n exactamente lo que queremos o¨ªr. Pero en eso no notaremos ninguna diferencia.
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