Brexit o el entusiasmo del c¨®nyuge abandonado

Ma?ana se inicia una nueva ronda de negociaciones ¡ªla cuarta¡ª entre Reino Unido y la Comisi¨®n Europea para acordar los t¨¦rminos del Brexit. Las tres anteriores no han servido m¨¢s que para fijar posiciones y, en consecuencia, constatar que el acuerdo es harto dif¨ªcil. El c¨®nyuge abandonado (la UE) exige al otro que pague los platos rotos y el que quiere marcharse (Londres) empieza a comprender con horror que romper una convivencia de 44 a?os es mucho m¨¢s caro y complicado de lo que preve¨ªa. Lo extra?o de esta pareja ahora mal avenida es que el abandonado vive en la inesperada euforia de quedar libre para siempre del que nunca fue del todo leal al proyecto de vida que ten¨ªan en com¨²n.

Los esp¨ªritus europe¨ªstas se inflaman de nuevos proyectos, como demostr¨® la semana pasada el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, en los que los brit¨¢nicos siempre han sido un freno, como la moneda ¨²nica, el espacio de libre circulaci¨®n o la inmigraci¨®n. Incluso en el Parlamento Europeo ya se hacen c¨¢balas sobre c¨®mo repartirse los 73 esca?os que ocupan ahora sus eurodiputados; entre ellos los euroesc¨¦pticos que tanto han intoxicado a sus ciudadanos con mordaces cr¨ªticas a Bruselas basadas en la mayor¨ªa de las ocasiones en datos falsos. Algunos pa¨ªses, como Espa?a, podr¨ªan beneficiarse de ese reparto.

Es la primera vez que uno de los miembros de la UE abandona el proyecto. Hacer de la necesidad virtud es hoy la l¨ªnea directriz de los Veintisiete, que han hecho pi?a contra el desertor. Con acuerdo o sin ¨¦l ¡ªsalvo pr¨®rroga¡ª, Reino Unido se ir¨¢ el 19 de marzo de 2019. Se habla incluso para entonces de una nueva primavera europea. ?Pero no ser¨¢ tanto entusiasmo una ilusi¨®n, un sue?o del que despertarse abruptamente?

Reino Unido es uno de los Estados miembros m¨¢s ricos de la UE. Contribuye a las arcas comunitarias con 10.000 millones de euros netos al a?o. Los pr¨®ximos presupuestos plurianuales (a partir de 2021) tendr¨¢n, en consecuencia, que ser m¨¢s modestos; en torno al 17% menos. Habr¨¢ menos dinero a repartir. Pero, como ahora est¨¢n empezando a comprobar los negociadores brit¨¢nicos, su pa¨ªs obtiene unos beneficios de m¨¢s dif¨ªcil c¨¢lculo por el hecho de estar en el club. De ah¨ª su resistencia a salir del mercado ¨²nico.

El ejemplo m¨¢s n¨ªtido de que la nueva Europa puede beneficiarse incluso econ¨®micamente del Brexit est¨¢ en el terreno militar. Si los Veintisiete logran poner en marcha la Europa de la Defensa, que tanto ha frenado Londres, se ahorrar¨¢n 26.000 millones. Es el coste de la falta actual de coordinaci¨®n por la cual hay en la UE, por ejemplo, tantos aviones y carros de combate distintos.

Frente a tales perspectivas, es l¨®gico que ahora el c¨®nyuge abandonado se disponga a escuchar esta semana con recelo a Theresa May, que quiere proponer en Florencia una ¡°relaci¨®n privilegiada¡± de su pa¨ªs con la UE.