M¨ªrame a los ojos, Puigdemont, te debes a m¨ª
La f¨®rmula que propone el president tambi¨¦n sirve para exigirle frenar el refer¨¦ndum
Los l¨ªderes intentan controlar el legado que dejan al mundo. Es una operaci¨®n de ambiciones y voluntades que obsesiona a presidentes y animales pol¨ªticos, pero muchas veces una simple frase, palabras que seguramente no nacieron para prevalecer, adquiere un estatus en la memoria p¨²blica que forjar¨¢ el rastro de su existencia. El ¡°v¨¢yase se?or Gonz¨¢lez¡±, ¡°Espa?a va bien¡± o ¡°estamos trabajando en ello¡± de Aznar le acompa?ar¨¢n como lemas de su etapa. El primero transmite el coraje que tuvo al enfrentarse al l¨ªder socialista cuando nadie le cre¨ªa capaz de vencerle; el segundo simboliza la burbuja que disfraz¨® el enriquecimiento del pa¨ªs; y el tercero ¡ªm¨¢s hilarante¡ª representa su alianza de t¨² a t¨² con George Bush que desemboc¨® en la injusta y catastr¨®fica guerra de Irak.
¡°Luis, s¨¦ fuerte¡± y ¡°todo es verdad, salvo alguna cosa¡± ser¨¢n las frases (con sentido) probablemente m¨¢s recordadas de Rajoy. Hay muchas jocosas por su enrevesamiento y absurdo (¡°Cuanto peor mejor para todos y cuanto peor¡¡±; ¡°es el vecino el que elige al alcalde¡¡±; y un largo etc¨¦tera). Pero estas dos representan la mancha de la corrupci¨®n que arrastra su partido y el tupido velo que esconde lo que a¨²n no sabemos. Zapatero coleccion¨® varias a la altura de esta: ¡°Es un tema opinable si hay crisis o no hay crisis¡±, y en casi todas refleja ese esp¨ªritu tan optimista que rayaba en la ingenuidad y que acab¨® alej¨¢ndole de la realidad, como aquel ¡°Hoy estamos mejor que hace un a?o y dentro de un a?o estaremos mejor que hoy¡± que pronunci¨® horas antes del atentado que puso fin a la tregua de ETA en 2006.
El presidente de Catalu?a acaba de a?adir a esta lista la frase que probablemente prevalezca entre las suyas cuando, dentro de un tiempo, miremos atr¨¢s. Y es la apelaci¨®n que anima a hacer a los catalanes para dirigirse as¨ª a sus alcaldes: ¡°M¨ªrame a los ojos: te debes a m¨ª. Yo soy un ciudadano y t¨² un trabajador p¨²blico. Y de forma serena pregunten: ?Me dejar¨¢s votar o impedir¨¢s que yo vote?¡±.
Ese ¡°m¨ªrame a los ojos, te debes a m¨ª¡± lo dice todo sobre la voladura de las normas democr¨¢ticas que ha emprendido y es precisamente la espoleta por la que puede estallar su proyecto. Si a partir de ahora, por consejo del president, cualquier ciudadano puede dirigirse a su alcalde y pedirle:¡°M¨ªrame a los ojos, te debes a m¨ª¡±, la f¨®rmula puede servir para votar, para arreglar lindes o conseguir una buena contrata, por qu¨¦ no. Lo mismo podr¨¢ servir al 52% de los catalanes que no votaron opciones independentistas y que pueden decirle: ¡°M¨ªrame a los ojos, Puigdemont, te debes a m¨ª. Y no quiero un refer¨¦ndum ilegal¡±. La lista de absurdos que se puede hacer con su consejo es tan amplia y obvia que la dejamos ah¨ª. Acaso queda recordar, como estos d¨ªas hace la inteligente obra ?Hamlet es nombre o apellido? en Madrid, al protagonista de Shakespeare mirando a los ojos (ya inexistentes) en la calavera del buf¨®n muerto en busca de respuestas que pasan por una reflexi¨®n que puede resumirse as¨ª: ?qu¨¦ hicimos mal?, ?no sab¨ªamos que el fin no justificaba los medios? Lo malo es que, para entonces, la suerte ya estar¨¢ echada.
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