Entre el 155 y el deshonor

Seguro que recordar¨¢n esa famosa frase de Churchill al primer ministro brit¨¢nico Chamberlain, ¡°entre la guerra y el deshonor hab¨¦is elegido el deshonor, y tendr¨¦is la guerra¡±, como forma de reprocharle su ceguera pol¨ªtica ante el inevitable enfrentamiento con la Alemania nazi. Algo parecido se le puede decir a Mariano Rajoy sobre su estrategia para hacer frente al golpe separatista anunciado desde hace mucho tiempo y ejecutado finalmente los d¨ªas 6 y 7 de septiembre. Contrariamente a lo que muchos piensan, la realidad es que el Gobierno espa?ol ha ido aplazando el enfrentamiento, esperando a que el proc¨¦s naufragase debido a las contradicciones ideol¨®gicas entre Junts pel S¨ª y la CUP o a los intereses electorales contrapuestos de ERC y PDeCAT. Esa intuici¨®n algo de raz¨®n ten¨ªa porque la cosa no ha andado lejos de saltar por los aires en varias ocasiones. Que Rajoy se haya esforzado en transmitir una imagen de prudencia hasta la aprobaci¨®n de la ley del refer¨¦ndum y la firma por parte de Carles Puigdemont de la convocatoria del 1-O ha sido acertado para cargarse de razones.

M¨¢s informaci¨®n

Refer¨¦ndum por la independencia de Catalu?a, ¨²ltimas noticias

El PSOE levanta el veto sobre 155

Lo que est¨¢ siendo un error, posiblemente grave, es no haber levantado a partir de ese momento la bandera de las urnas democr¨¢ticas frente a un plebiscito que solo pretende ratificar la secesi¨®n unilateral. Y eso exige la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n, para el que hay sobradas razones, y que permite adoptar ¡°las medidas necesarias¡± para preservar el inter¨¦s general. El 155 no suspende la autonom¨ªa sino que permite intervenir el Gobierno de la comunidad para que cese de atentar contra la legalidad democr¨¢tica; en este caso, arrebatar la competencia electoral al president de la Generalitat con el objetivo de que sea el Gobierno espa?ol el que convoque lo antes posible nuevas elecciones en Catalu?a.

Las elecciones son la soluci¨®n limpia e incontestable a un conflicto principalmente entre catalanes, como muy bien se vio en los agrios debates en el Parlament. Las elecciones son un clamor de toda la oposici¨®n catalana desde hace meses y permitir¨ªan salir del bucle del 1-O, evitando que prosiga la socializaci¨®n de la rebeld¨ªa institucional y la cascada de registros, requerimientos e imputaciones en torno al refer¨¦ndum secesionista. Con la convocatoria de elecciones desaparece del horizonte el 1-O y el eje de la tensi¨®n se vuelve a situar dentro de Catalu?a y entre partidos catalanes. Adem¨¢s, no nos enga?emos, utilizar medidas coercitivas sobre mucha gente siempre es arriesgado para la democracia. Si el 3 de octubre hay una DUI (Declaraci¨®n Unilateral de Independencia), como todo apunta que suceder¨¢, Rajoy no tendr¨¢ m¨¢s remedio entonces que recurrir al 155 sin que haya servido de mucho su deshonor pol¨ªtico ni el coste de la erosi¨®n democr¨¢tica para frenar el 1-O.