Cosas que no sab¨ªamos sobre nosotros (y nos dejan con la boca abierta)
La digitalizaci¨®n ha hecho explotar la visualizaci¨®n de datos. Desde lo m¨¢s curioso a lo m¨¢s alarmante, un paseo por la excelencia de una disciplina que se acerca al arte
La historia del cine y su relaci¨®n con la cultura y la sociedad tambi¨¦n se puede observar desde el punto de vista del argumento. The Pudding cre¨® etiquetas en funci¨®n de la sinopsis y los temas tratados en las 200 pel¨ªculas y 50 series m¨¢s exitosas de cada a?o desde 1966 hasta 2016. Gracias a su visualizaci¨®n podemos comprobar hasta qu¨¦ punto fue el SIDA un tema tab¨²: pasaron seis a?os desde que se conoci¨® el primer caso de VIH hasta que una pel¨ªcula que trataba el asunto entr¨® entre las 200 m¨¢s taquilleras, y m¨¢s de una d¨¦cada hasta que Filadelfia logr¨® un ¨¦xito real en salas (77 millones de d¨®lares) y en las conciencias de una sociedad que para entonces ya hab¨ªa vivido c¨®mo uno de sus mayores mitos deportivos, Magic Johnson, reconoc¨ªa p¨²blicamente que era portador del virus. El estudio tambi¨¦n demuestra el impacto del 11-S en la presencia del islam en el cine, o la constante importancia de las armas a pesar del declive del western.
Las diferencias de g¨¦nero en el cine no se ci?en a la brecha salarial existente y constatada entre actrices y actores. Los guiones de Hollywood dejan claro que el papel de los personajes masculinos y femeninos es muy distinto en la mayor¨ªa de las pel¨ªculas. The Pudding analiza los textos de 2.000 t¨ªtulos estrenados entre 1929 y 2015 (la mayor¨ªa a partir de 1990) en dos visualizaciones distintas. En una escruta las acciones que los guionistas atribuyen a cada personaje. Las mujeres se acurrucan, sollozan o sonr¨ªen mientras que los hombres amarran cuerdas o correas, galopan, matan o disparan. Ellas son m¨¢s dadas a dudar mientras que ellos tienden m¨¢s a suponer. En la otra se estudia qu¨¦ porcentaje del di¨¢logo se asigna a cada g¨¦nero. Entre las 2.000 cintas analizadas, 9 presentan m¨¢s del 90% de conversaci¨®n de personajes mujeres, mientras que m¨¢s de 300 otorgan esta misma cantidad a hombres.
El turismo ha sido un tema candente en la pol¨ªtica local espa?ola en los ¨²ltimos meses, principalmente por el impacto de las webs de alquiler de pisos en sus precios para los habitantes de ciudades como Madrid o Barcelona. El investigador vasco Be?at Arregi ha elaborado mapas de 28 urbes indicando la valoraci¨®n de cada usuario de AirBnb en cada localidad, ubic¨¢ndola en el punto en el que se alojaron. As¨ª se observa qu¨¦ barrios est¨¢n m¨¢s poblados de viviendas de alquiler, y por tanto corren m¨¢s peligro de encarecerse y gentrificarse, y en qu¨¦ zonas la sensaci¨®n de los turistas es m¨¢s o menos agradable. En Madrid, por ejemplo, vemos muchas y muy buenas valoraciones en Chueca o Malasa?a. En la zona de Salamanca-Retiro hay muchas menos, y en Lavapi¨¦s las calificaciones son m¨¢s bajas, aunque existe una amplia oferta.
Muchas visualizaciones se centran en representar el impacto del cambio clim¨¢tico. El New York Times demuestra de manera sencilla el aumento de las temperaturas veraniegas d¨¦cada a d¨¦cada o el impacto que tendr¨¢ la desaparici¨®n del hielo del ?rtico en las rutas mar¨ªtimas que cruzan el Polo Norte. Xocas hizo que se pudiera ver con claridad lo grande que era el iceberg desprendido de la Ant¨¢rtida el pasado julio, uno de los mayores de la historia. Pero probablemente el trabajo visual m¨¢s revelador es el de National Geographic, que en siete gr¨¢ficos constata el calentamiento, nuestra responsabilidad en ¨¦l, sus efectos (derretimiento, desastres naturales, p¨¦rdida de biodiversidad) y las posibles soluciones. En la imagen queda representado el aumento de tormentas, inundaciones, olas de calor e incendios forestales entre 1980 y 2016. Los casos son m¨¢s del triple.
La fuerza del hurac¨¢n Irma ha provocado que se compare su impacto con el que tuvieron otros desastres naturales de la misma naturaleza. El New York Times mide su intensidad con la de todos los huracanes atl¨¢nticos de categor¨ªa 3 o superior de los ¨²ltimos 50 a?os (en la imagen): es el ¨²nico que ha mantenido la categor¨ªa 5 durante tres d¨ªas seguidos. El mismo medio analiza su repercusi¨®n econ¨®mica, que podr¨ªa ser cercana a la de Sandy de 2012, pero todav¨ªa est¨¢ lejos de llegar al nivel de p¨¦rdidas del Katrina (2005). Axios elabora una comparativa de 30 a?os de historia de tormentas atl¨¢nticas: solo Wilma (2005) y Gilbert (1988) han tenido vientos igual de veloces que los de Irma: 296 kil¨®metros por hora.
Te guste o no, lo intuyeses o no, la m¨²sica pop es cada vez m¨¢s repetitiva. Y el ejemplo perfecto es Rihanna. Es la gran estrella de la ¨²ltima d¨¦cada, con m¨¢s n¨²meros uno de Billboard que nadie (nueve) y m¨¢s semanas en lo m¨¢s alto de la clasificaci¨®n desde 2010. Y, como demuestra el trabajo de Collin Morris, que gracias a un algoritmo analiza y representa gr¨¢ficamente las letras de m¨¢s de 15.000 canciones desde 1958 hasta hoy, es la artista que m¨¢s reiteraciones hace en sus canciones en 60 a?os de historia del pop, un 65% de sus letras son repeticiones (¡°Work, work, work, work, work, work¡¡±). Morris visualiza el crecimiento de las redundancias en las composiciones del Top 100 de Billboard y concluye tambi¨¦n que los t¨ªtulos que han figurado a?o tras a?o entre las 10 canciones m¨¢s exitosas son todav¨ªa m¨¢s repetitivos de media. En su visualizaci¨®n, publicada en The Pudding, podemos buscar adem¨¢s entre m¨¢s de 100 artistas para comprobar qu¨¦ temas son m¨¢s o menos variados en sus letras. Michael Jackson, por ejemplo, tiene a Beat It entre las m¨¢s repetitivas y a Thriller entre las menos.
Para muchos de los nacidos entre 1985 y 1990 Blink-182 fue el primer contacto con el punk. Salvo por el hecho de que buena parte de los fans de este g¨¦nero consideran una blasfemia identificar a los autores de All the small things con este estilo musical. The Pudding realiza un estudio detallado de lo que se considera punk, analizando y visualizando 3.320 listas de reproducci¨®n de Spotify y Youtube que contienen la palabra ¡°punk¡± en su t¨ªtulo. Los puristas pierden: Blink aparece en el 45% de las listas, es la banda que m¨¢s veces est¨¢ presente en ellas. Los cl¨¢sicos del g¨¦nero no salen bien parados: Ramones solo se puede escuchar en el 22% de los inventarios, Sex Pistols en un 16%. El trabajo de Matt Daniels tambi¨¦n permite buscar con qu¨¦ subg¨¦nero se identifica cada grupo. Joy Division, que aparece en un 3% de las listas identificadas como ¡°punk¡±, lidera sin embargo la presencia en cat¨¢logos de ¡°post-punk¡± con un 34% de presencia. Los vallekanos Ska-P est¨¢n en tercera posici¨®n en el ¡°ska-punk¡±, solo por detr¨¢s de Rancid y Reel Big Fish.
La igualdad de g¨¦nero tambi¨¦n est¨¢ a¨²n por llegar al mundo del c¨®mic. Amanda Shendruk examina el tratamiento que se da a los personajes femeninos de m¨¢s de 30.000 tebeos de superh¨¦roes de Marvel y DC. Empieza por comparar los superpoderes: mientras los hombres tienen fuerza sobrenatural, invulnerabilidad o un liderazgo superdesarrollado, las mujeres son m¨¢s agraciadas con poderes de control mental, agilidad, la capacidad de volar o un intelecto fuera de lo com¨²n. Los resultados m¨¢s preocupantes vienen despu¨¦s: como se ve en la imagen, solo un 8% de todos los equipos de superh¨¦roes (Los Vengadores, Watchmen, Los Cuatro Fant¨¢sticos) tienen m¨¢s mujeres que hombres. Y tambi¨¦n queda demostrado que las superhero¨ªnas reciben nombres diminutivos o infantiles: hay m¨¢s supergirls que superwomen.
Menos de un a?o de presidencia de Donald Trump ha dado para mucho. Periscopic dibuja una especie de pluma con las emociones faciales expresadas durante los discursos inaugurales de cada mandato presidencial estadounidense desde 1981. El del magnate neoyorquino es el menos optimista, de hecho el ¨²nico cuya carga global es m¨¢s negativa (tristeza, enfado, miedo) que positiva (sorpresa, felicidad, tranquilidad). FiveThirtyEight analiza la evoluci¨®n de su popularidad seg¨²n las encuestas (en la imagen). Ning¨²n presidente desde el final de la Segunda Guerra Mundial ha sido tan reprobado por su pueblo a estas alturas de su administraci¨®n. El Washington Post elabor¨® en marzo un diagrama con las conexiones rusas de Trump y de su equipo. El New York Times puso en un calendario todos los d¨ªas que el l¨ªder republicano hab¨ªa mentido de enero a julio: solo dej¨® de mentir tres semanas de 27.
Estados Unidos sufre 10,6 muertes por arma de fuego por cada 100.000 habitantes, un ratio que solo superan 10 pa¨ªses en todo el mundo. FiveThirtyEight, un portal especializado en an¨¢lisis de encuestas, public¨® un interactivo en el que pod¨ªan analizarse las causas y las m¨¢s de 33.000 v¨ªctimas anuales por disparos (cada punto de la foto equivale a una muerte). Lo que seguramente sorprende m¨¢s es que casi dos terceras partes de esas muertes son suicidios. De los m¨¢s de 11.000 homicidios anuales, m¨¢s de la mitad (6.500) corresponden a personas negras. Las mujeres asesinadas son, como ocurre en la mayor¨ªa de pa¨ªses, v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero. Periscopic elabor¨® un gr¨¢fico con los a?os de vida que se llev¨® cada uno de los 11.419 homicidios por arma de fuego de 2013, cotejando la edad de los fallecidos con sus probables causas de muerte natural. Las balas se llevaron m¨¢s de 500.000 potenciales a?os de vida.
Trump ha prometido una pol¨ªtica f¨¦rrea contra la inmigraci¨®n y alcanz¨® la Casa Blanca con el famoso compromiso de construir un muro entre Estados Unidos y M¨¦xico que pagasen los mexicanos. El Washington Post aprovech¨® la coyuntura para elaborar un reportaje visual en el que constataban el aumento de muros en las fronteras desde el 11S y situaban todas las barreras existentes (incluidas las de Espa?a con Marruecos o la ya existente en buena parte de la frontera entre M¨¦xico y Estados Unidos) en un sencillo gr¨¢fico de cuadrados (en la imagen). El Post tambi¨¦n expuso los efectos de los muros levantados con la crisis de los refugiados en Europa: cuando Hungr¨ªa levant¨® una valla los migrantes comenzaron a entrar por Eslovenia. Aunque probablemente Trump no quiera escuchar esto, ProPublica demostr¨® el pasado julio que la inmigraci¨®n conlleva un incremento del PIB nacional: aumentar la fuerza de trabajo un 1% supone el mismo ascenso para la econom¨ªa.
?Qu¨¦ profesiones se divorcian con mayor frecuencia? ?Con qu¨¦ profesional se suele casar un m¨¦dico? ?Y un escritor? Flowing Data ha recurrido a los datos para responder a estas preguntas. A partir de informaci¨®n del censo estadounidense Nathan Yau elabora gr¨¢ficos interactivos que permiten comprobar, por ejemplo, que los camareros o los trabajadores de casinos tienen tasas de divorcio muy superiores a la media. Los actuarios, peritos de seguros, est¨¢n a la cola de esta lista. Yau demuestra que existe una relaci¨®n entre el nivel de ingresos de una persona y las posibilidades de que su matrimonio fracase: a mayor poder econ¨®mico, menos divorcios. El mismo autor establece en otra representaci¨®n que por lo general solemos casarnos con profesionales de nuestro mismo entorno laboral.
La crisis ha hecho que una generaci¨®n entera tenga la percepci¨®n de que vive peor que sus padres. Un trabajo de The Guardian permite comparar la evoluci¨®n de los ingresos medios de cada franja de edad en distintos pa¨ªses. En el caso de Espa?a, se ve c¨®mo han perdido poder adquisitivo los j¨®venes o en menor medida los m¨¢s mayores en favor de las franjas entre los 50 y los 60 a?os. Este otro trabajo, de Human Progress, nos ayuda a ver c¨®mo ha cambiado cada pa¨ªs, m¨¢s all¨¢ de sus ingresos medios: esperanza de vida, mortalidad infantil, escolarizaci¨®n, niveles de democracia¡ Cambios positivos en casi todos los casos. Si con eso no salimos del pesimismo Information is beautiful permite comparar nuestro momento vital con el de genios, actores o grandes empresarios, como vemos en la foto. Al fin y al cabo, Tolkien no public¨® El Se?or de los Anillos hasta los 62.