La multa del Orgullo

El d¨ªa 1 de julio me pusieron una multa en la calle de Juan ?lvarez Mendiz¨¢bal que tiene una peque?a historia. Vivo en plena plaza de Espa?a y pago por un garaje alquilado 149 euros todos los meses desde hace a?os. Pero aquellos d¨ªas se celebraba en Madrid el Orgullo Gay ¡ªuna fiesta que me gusta y que este a?o estuvo muy bien organizada¡ª y la polic¨ªa no me dej¨® acceder al garaje cuando llegu¨¦ de trabajar. Di vueltas y vueltas hasta dejarlo en una calle cercana. Cuando me levant¨¦, fui a buscar el coche y all¨ª estaba el agente de movilidad redactando mi multa. Le supliqu¨¦ que no concluyera el tr¨¢mite, le cont¨¦ las circunstancias, le rogu¨¦. ?Una multa por haberme impedido entrar al garaje que pago cada mes! Al displicente y altanero joven de movilidad que me cay¨® en suerte le ped¨ª clemencia; al Ayuntamiento le pido justicia. Los vecinos del centro sufrimos sus inconvenientes y sus ruidos, pero, por favor, que no nos multen por ello. Me promet¨ª recurrir esta sanci¨®n, pero no me da la vida, as¨ª que esta ma?ana he ido, mansa, a pagarla al banco. Mansa, como nos quieren a los ciudadanos. Qu¨¦ impotencia. Persisten las razones para acampar en la calle. Si yo pudiera¡­¡ª Celia M. Bre?a. Madrid.