M¨¢s y mejor Alemania
Merkel no debe permitir que el ascenso de la extrema derecha la condicione
La estabilidad y previsibilidad con la que Alemania celebrar¨¢ hoy elecciones legislativas no debe hacernos incurrir en el error de restar importancia a unos comicios de enorme trascendencia para toda Europa. Aunque de cumplirse las previsiones la canciller democristiana, Angela Merkel, obtenga la reelecci¨®n por cuarta vez consecutiva desde su primera victoria en 2005, existen importantes factores que har¨¢n de este mandato una gesti¨®n determinante tanto para su pa¨ªs como todo el continente. Eso sin descartar que la alta proporci¨®n de indecisos a la hora de emitir el voto que reflejaban las ¨²ltimas encuestas ¡ªen torno al 46%¡ª no produzca sorpresas en el resultado de la segunda opci¨®n, los socialdem¨®cratas de Martin Schulz, sus posibles aliados liberales o de la emergente extrema derecha de Alternativa por Alemania (AfD).
Hay que destacar que, a pesar del desgaste producido por sus a?os en el Gobierno y varias importantes crisis producidas durante su mandato ¡ªataques contra el euro y enfrentamiento con Grecia o la llegada masiva de refugiados¡ª, Merkel obtiene a¨²n un respaldo del 60% en las encuestas de popularidad. Sin duda el ¨¦xito de su gesti¨®n econ¨®mica y la estabilidad tienen que ver en este ¨ªndice, pero en esto ha resultado fundamental la gran coalici¨®n de Gobierno con sus grandes rivales hoy en las urnas: los socialdem¨®cratas del SPD. En este sentido, la clase pol¨ªtica alemana ha demostrado una gran altura de miras para poner los intereses del pa¨ªs por encima del cortoplacismo electoral. Y es justo reconocer el papel especial del SPD, quien en vez de hacer ingobernable Alemania utilizando su fuerza parlamentaria opt¨® por entrar en el Gobierno de la canciller aunque esto le pudiera perjudicar electoralmente.
Editoriales anteriores
Ahora las urnas decidir¨¢n si Merkel tendr¨¢ que reeditar esa gran coalici¨®n o podr¨¢ gobernar con otros partidos bisagra ¡ªcomo los liberales¡ª dejando a los socialdem¨®cratas en la oposici¨®n. En ambos casos, deber¨¢ enfrentarse a dos importantes retos que est¨¢n relacionados.
El primero es la integraci¨®n de los inmigrantes y la gesti¨®n de la crisis de los refugiados que todav¨ªa colea, y el segundo es el auge de la extrema derecha ¡ªespecialmente en el Este del pa¨ªs¡ª, que utiliza a los extranjeros como chivo expiatorio para construir un discurso populista y xen¨®fobo que le est¨¢ dando buen r¨¦dito electoral. Si contin¨²a, la canciller no debe permitir que esta amenaza pol¨ªtica y en la calle marque su pol¨ªtica en estos temas. Aunque hoy la extrema derecha vuelva al Parlamento ¡ªesperemos que no¡ª, Merkel deber¨ªa seguir manteniendo a Alemania como un pa¨ªs de referencia en Europa a la hora de dar acogida a aquellos que huyen de los conflictos que proliferan en nuestra vecindad.
En un ambiente convulso en Europa, donde se pone en duda el valor del proyecto com¨²n europeo ¡ªe incluso la integridad territorial de algunos de sus Estados¡ª, Alemania es una demostraci¨®n de que la unidad y el di¨¢logo pol¨ªtico produce excelentes resultados. Ser¨ªa deseable tambi¨¦n que una vez superadas las citas electorales en Francia y en Alemania, el proyecto europeo puediera recuperar un impulso tan necesario como urgente.
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