Este tipo es una estrella del rock sin haber grabado un solo disco

Billy Raffoul es insultantemente alto, guapo y asentado a sus 22 a?os. Pero cuando uno lo oye cantar, estas virtudes se quedan en nada: roza a Jeff Buckley en las notas altas, y suena como el Bruce Springsteen de I?m on fire en los tonos graves. "Nunca hab¨ªa estado en Espa?a, esto es impresionante", saluda el canadiense.

Estamos en la azotea de un hotel de la Gran V¨ªa madrile?a, con el vasto paisaje naranja de las tejas malasa?eras bajo nosotros. Raffoul a¨²n no ha lanzado su primer disco (saldr¨¢ en 2018) y solo ha publicado dos temas de adelanto, pero ya ha teloneado a Pixies y The Kings of Leon en un macrofestival de Hide Park, Londres, ha colaborado con artistas como AVICII y est¨¢ a punto de iniciar una gira apretad¨ªsima por Estados Unidos. Su tema Driver, en el que la voz y las guitarras disparan al estern¨®n, ya roza las tres millones de escuchas en Spotify. "Juanes [el m¨²sico superventas que mejor combina la cumbia y el rock] lo escuch¨® ayer y dijo que su voz te ara?a el alma", desvelaba poco antes de la entrevista una portavoz de Universal, la multinacional que promociona a Raffoul a trav¨¦s de su sello Interscope.

El joven artista se empap¨® de rock desde que era un cigoto: su padre, el m¨²sico Jody Raffoul, tiene bastante relevancia en Canad¨¢ y a nivel internacional ha teloneado a grandes como Joe Cocker o Bon Jovi. Su madre es pintora, y mel¨®mana confesa. "Siempre hab¨ªa conflicto en casa por el mismo motivo: mi padre quer¨ªa poner a The Beatles, Led Zeppelin o The Rolling Stones. Mi madre, los primeros discos de U2 o Damien Rice", recuerda Raffoul. Tuvo un par de guitarras de juguete, y a los 14 se compr¨® la primera de verdad: una Gibson Les Paul. "La ¨²nica canci¨®n que me ense?¨® a tocar mi padre fue Harvest Moon. Me mostr¨® cu¨¢les eran los acordes y me dijo, 'toca'. Y hasta hoy no he parado. Supongo que por eso adoro a Neil Young. Puedo escuchar en bucle Live at Massey Hall, y nunca deja de asombrarme. Ahora tengo m¨¢s de 200 canciones compuestas. Lo m¨¢s trabajoso de la grabaci¨®n de este disco est¨¢ siendo decidir con cu¨¢les me voy a quedar", reconoce el artista.

En puridad, Raffoul es hoy m¨²sico gracias a dos momentos: cuando su padre actu¨® en el gimnasio de su colegio ("en ese momento decid¨ª que quer¨ªa subirme a un escenario"), y cuando, unos pocos a?os m¨¢s tarde, el famoso rapero country Kid Rock alucin¨® con ¨¦l, por casualidad. Lo explica: "Hab¨ªa un compositor en Detroit, amigo de la familia, que viv¨ªa a unos tres cuartos de hora de mi ciudad, Ontario. Y estaba componiendo algunas canciones para Kid Rock. Me pidi¨® mi voz para cantar en algunas maquetas. Solo para unas tomas previas. De modo que fui a su estudio de Michigan, y empec¨¦ con una de las canciones. No pasaron ni 30 segundos. Kid Rock dijo: "Un momento, un momento, para. ?Esto qu¨¦ es? Olvida mi canci¨®n. ?Tienes temas propios?". Le dije que s¨ª, y entonces me plant¨® una guitarra en las manos. Me puse a tocar, me grab¨® con su iPhone y se lo mand¨® a un colega de una discogr¨¢fica de Nashville. Y as¨ª empez¨® todo".

Kid Rock ha declarado que quiere presentarse a senador por Michigan, pero Raffoul prefiere no opinar sobre eso. "Soy canadiense. Mi pa¨ªs es como una burbuja de serenidad y cordura, en un mundo que se est¨¢ volviendo rematadamente loco. No solo Estados Unidos. Hablamos de gente que se mata, y el ¨²nico motivo es su lugar de procedencia". Hace apenas cuatro a?os que lleg¨® a la mayor¨ªa de edad, pero ya tiene una visi¨®n bastante certera del mundo. Y la proyecta en algunas de sus canciones. "He crecido escuchando m¨²sica de denuncia", cuenta Raffoul. "U2 con Sunday, bloody sunday, o John Lennon, que usaba a menudo su m¨²sica para quejarse de lo que le repateaba. Y Neil Young, por supuesto. Ten¨ªa la habilidad de contar cosas terribles en canciones bell¨ªsimas, como Ohio".

A¨²n no sabe cu¨¢les de sus canciones de denuncia entrar¨¢n en el pr¨®ximo disco. Pero promete que ser¨¢n unas cuantas. S¨ª podemos adelantar que, a poco que suene como Drive, su debut lo va a convertir en un fen¨®meno de masas. Su m¨²sica no cabe en peque?as salas, es carne de estadios. El joven Raffoul es consciente de que, si Donald Trump y Kim Jong-un no acaban con el planeta antes, muy probablemente va a tener que digerir, de sopet¨®n, una fama estratosf¨¦rica. "He hablado con mis padres de eso. Y me han puesto los pies en la tierra. De adolescente so?aba con ser famoso y tener un mont¨®n de fans", reconoce, pero recula: "Ahora, si te digo la verdad, me da un poco de agobio. Yo solo quiero que mis canciones lleguen al mayor n¨²mero de gente posible. Y no s¨¦ si eso es compatible con llevar una vida normal. Ya veremos".