Ausencia de Gobierno

Puede ser estrategia o incompetencia, pero en cualquiera de los casos o interpretaciones, la actuaci¨®n del Gobierno de Espa?a en este momento ¡ªante la mayor crisis de Estado que vive el pa¨ªs posiblemente desde el 23-F¡ª es desconcertante, insuficiente, roza lo irresponsable y desde luego es merecedora de una firme reprobaci¨®n.

Los acontecimientos se suceden a diario de forma dram¨¢tica en Catalu?a, y ahora ya, fuera de Catalu?a. La incertidumbre sobre lo que pueda suceder crece cada minuto, y con ella crece la angustia de los ciudadanos. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando? ?C¨®mo de grave es? ?Qu¨¦ puede llegar a suceder? Es el Gobierno el que tiene que responder a estas preguntas, no el fiscal general. Es el Gobierno, no el fiscal, el que tiene que explicar ¡ªd¨ªa tras d¨ªa¡ª qu¨¦ es lo que est¨¢ haciendo, qu¨¦ medidas est¨¢ tomando y qu¨¦ medidas va a tomar.

Es inaceptable que cada vez que un ministro comparece ¡ªsiempre de forma atropellada, en los pasillos del Congreso o en la entrada o salida de un acto p¨²blico¡ª se limite a contestar que es la justicia la encargada de tomar las medidas pertinentes.

Hemos dicho en numerosas ocasiones que el Gobierno no pod¨ªa esconderse detr¨¢s de la justicia ante una crisis de esta magnitud. A estas alturas del conflicto, es inadmisible que el presidente y sus ministros sigan sin dar la cara ante el pa¨ªs.

Todo lo que se ha hecho hasta ahora para frenar el refer¨¦ndum ilegal de 1 de octubre ha sido de ¨ªndole judicial y ha estado en manos de jueces, fiscales y guardias civiles. La ¨²nica implicaci¨®n directa de un miembro del Gabinete ha sido casi de car¨¢cter t¨¦cnico, la del ministro de Hacienda. Eso es todo. Hace una semana de la ¨²ltima comparecencia de Mariano Rajoy. Ni siquiera el portavoz del Gobierno act¨²a como tal.

?De verdad el Gobierno no tiene nada que decirle a los ciudadanos, a los catalanes y a los no catalanes? ?No es necesario explicar las medidas coercitivas impuestas por la justicia? ?No se siente obligado a asumir la responsabilidad de esas medidas? ?No hay un proyecto que defender, un plan que exponer, una pol¨ªtica que impulsar?

Lo peor de todo es que empezamos a sospechar que, efectivamente, ninguna de esas cosas existen, y que se conf¨ªa ¨²nicamente en que la Guardia Civil sea capaz de abortar el refer¨¦ndum, y el problema se vaya diluyendo despu¨¦s por s¨ª solo. Por no tener, el Gobierno no tiene ni un relato propio, frente al insidioso y falso ¡ªpero h¨¢bil y reiterado¡ª relato de los independentistas.

Quedan cuatro d¨ªas para el 1 de octubre. Ya es muy tarde para que el Gobierno est¨¦ a la altura del momento hist¨®rico que vivimos. Es tarde tambi¨¦n para contrarrestar con la pol¨ªtica correcta el infame proceder del independentismo. Estamos a tiempo, sin embargo, de que se ponga al frente de la situaci¨®n: que comparezca ante la naci¨®n y le ofrezca las garant¨ªas y esperanzas que ¨¦sta reclama. No valdr¨¢ ya para evitar el 1-O, pero podr¨ªa servir a¨²n para tratar de enfilar en mejores condiciones las decisiones pol¨ªticas que sin duda ser¨¢n necesarias inmediatamente despu¨¦s.