Cannabis ¡®made in Portugal¡¯ para relajar a los alemanes
El pa¨ªs proh¨ªbe la distribuci¨®n de la planta, pero facilita su exportaci¨®n a gran escala
Los farmac¨¦uticos licenciados el pr¨®ximo curso en la prestigiosa Universidad de Co¨ªmbra van a tener una nueva oportunidad de empleo: el cultivo de cannabis. Adem¨¢s de conseguir una n¨®mina gozar¨¢n del privilegio de no ser arrestados por producir y distribuir marihuana. Todo gracias a que el Gobierno portugu¨¦s ha autorizado a la empresa canadiense Tilray a cultivar el psicotr¨®pico en 25.000 metros cuadrados de terrenos pr¨®ximos a Co¨ªmbra.
Desde hace 16 a?os, en Portugal se permite el consumo privado de cannabis, pero no su distribuci¨®n, ni siquiera con fines terap¨¦uticos, aunque s¨ª va a facilitar su exportaci¨®n. El pasado a?o, Tilray ¡ªperteneciente a Privateer Holding, due?o tambi¨¦n de la web informativa Leafly.com¡ª consigui¨® el permiso de la Federaci¨®n Europea del Medicamento (EMA) para vender sus productos derivados del cannabis al viejo continente, ya lo hac¨ªa a Australia, Brasil, Chile y EE?UU.
Despu¨¦s de varios a?os buscando el lugar ideal para que florezca la mar¨ªa en Europa, Tilray ha elegido el centro de Portugal, en el pol¨ªgono biotecnol¨®gico de Biocant, a 30 kil¨®metros de Co¨ªmbra. Un lugar donde se junta el buen clima para el cultivo de la planta, abundantes terrenos a buen precio, y una mano de obra cualificada mucho m¨¢s barata que en Canad¨¢ o en Alemania, destino de su futura producci¨®n. Tilray aprovechar¨¢ los cient¨ªficos y farmac¨¦uticos salidos de la Universidad de Co¨ªmbra para desarrollar su banco gen¨¦tico sobre el cannabis. La multinacional canadiense contratar¨¢ a un centenar de personas entre investigadores, administrativos y agricultores. El objetivo de la empresa es convertir a Portugal en su principal plantaci¨®n europea; en dos a?os estar¨¢ produciendo 60 toneladas anuales de cannabis, destinadas a los pa¨ªses que hayan legalizado el consumo con fines medicinales. Alemania ya ha autorizado el consumo siempre que sea bajo vigilancia m¨¦dica; en Portugal ni las Juventudes Socialistas han conseguido su legalizaci¨®n con fines recreativos, ni el Bloco de Esquerda para fines terap¨¦uticos.
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