Por qu¨¦ Hugh Hefner retir¨® los desnudos de Playboy (y por qu¨¦ los recuper¨® un a?o despu¨¦s)
En 2016 tuvo lugar uno de los giros editoriales m¨¢s sorprendentes de la historia editorial: una revista conocida por sus desnudos decid¨ªa prescindir de ellos... pero solo durante un a?o
Lo anunci¨® en octubre de 2015: Playboy, la revista creada por Hugh Hefner (fallecido este mi¨¦rcoles a los 91 a?os) y centrada en el desnudo femenino, no incluir¨ªa a m¨¢s mujeres completamente desnudas en su revista. El contenido pornogr¨¢fico en Internet (que por aquella ¨¦poca rozaba el 40 por ciento de todo el contenido de la red)?hab¨ªa hecho que un producto como Playboy quedase, seg¨²n sus propios creadores, obsoleto.
La radical idea naci¨® del consejero delegado de la publicaci¨®n, Scott Flanders, pero no fue ¨¦l quien reuni¨® el valor de propon¨¦rsela a Hugh Hefner. Por aquel entonces, a sus 89 a?os, todav¨ªa era el gran jefe de la marca. En su lugar envi¨® a otro de los editores de Playboy, Cory Jones, a ver a Hefner a su mansi¨®n. Seg¨²n The?New York Times, que tuvo acceso a detalles de la reuni¨®n, esta tuvo lugar en uno de los salones de la residencia del empresario, con paredes forradas de madera y l¨¢minas de Picasso y Willem de Kooning colgando de las paredes.
All¨ª, Jones solt¨® la bomba. ?Y si Playboy, la publicaci¨®n que en los a?os cincuenta propuso al mundo que el lugar de una mujer voluptuosa no deb¨ªa estar en la cocina con un delantal sino en una piscina sin ropa alguna, devolv¨ªa la vestimenta a sus modelos?
Al parecer, Hugh Hefner no tard¨® en aceptar. Incluso un hombre de 89 a?os sab¨ªa que el acceso (a menudo gratuito) al contenido sexual expl¨ªcito en Internet (algo que, por otro lado, nunca mostr¨® Playboy, a diferencia de su competidora Penthouse) hac¨ªa que la esencia de su revista se quedase desfasada. Las cifras lo avalaban: de 5,6 millones de ejemplares vendidos al mes en 1975 a 800.000 en 2015. E iba m¨¢s all¨¢ del desnudo: en la era de Twitter y de webs irreverentes que cuestionan el poder sin depender de contratos millonarios con anunciantes que las mantengan a flote, la revista tambi¨¦n hab¨ªa perdido su cualidad de francotiradora cultural.
Pero otras voces apuntaron que hab¨ªa causas mucho m¨¢s tangibles y num¨¦ricas en esa decisi¨®n. En una d¨¦cada en la que el usuario accede a los contenidos multimedia a trav¨¦s de las redes sociales, la excesiva presencia de piel (ya no digamos de zonas ¨ªntimas) era cerrarse la puerta de medios como Instagram y especialmente Facebook, cuyos robots cuantifican la piel expuesta en una imagen a la hora de promocionar contenidos editoriales. La otra, m¨¢s importante, era el acceso a ese trozo del pastel que desde hace una d¨¦cada vuelve loco a la industria del entretenimiento y est¨¢ haciendo que se replanteen hasta sus m¨¢s viejas reglas.
Ese trozo del pastel se llama China.
Un art¨ªculo de Quartz?publicado en octubre de 2015 remarc¨® que los ingresos del imperio de Playboy ya no depend¨ªan desde hac¨ªa muchos a?os de su revista, sino de las licencias que vend¨ªa a la industria de las camisetas, las colonias, los clubs, licores y joyer¨ªa. En otras palabras: m¨¢s de que de sus conejitas, Playboy viv¨ªa de un conejito, o sea, su logo, uno de los m¨¢s c¨¦lebres del mundo junto al de McDonald's, Apple o Coca-Cola. Por eso, los cambios en la revista no iban a suponer una revoluci¨®n en los libros de cuentas, pero s¨ª un gui?o hacia un mercado que pese a no ver con buenos ojos el erotismo estaba empezando a darle (seg¨²n datos obtenidos por The New York Times) un 40 por ciento de sus ingresos totales gracias a esas licencias.
?Funcion¨®? Es posible. A comienzos de 2017 Playboy anunci¨® que iba a abrir un nuevo club en Shang¨¢i.?Y solo d¨ªas despu¨¦s gritaba al mundo con orgullo (y con el hashtag #NakedIsNormal, "el desnudo es normal"), que las mujeres desnudas volv¨ªan a su publicaci¨®n. Esta vez el comunicado ven¨ªa del heredero oficial de la marca, Cooper Hefner, hijo menor de Hugh y director creativo de la empresa. Este declar¨® que retirar los desnudos hab¨ªa sido un error y estaban dispuestos a "recuperar nuestra identidad y reclamar quienes somos". "El desnudo nunca fue el problema por la desnudez no es un problema". Eso s¨ª, lo que la marca nunca recuper¨® fue la frase "Entertainment for men" ("entretenimiento para hombres") que desde el comienzo estaba impresa bajo el t¨ªtulo de la revista en cada portada. Un gui?o hacia un nuevo momento social en el que la segmentaci¨®n por sexos es algo mucho m¨¢s antiguo que una mujer desnuda.
Hugh Hefner se ha ido, pues, viendo como su producto estrella, la revista que mim¨® desde 1956, era m¨¢s o menos la de siempre. Los clubes Playboy siguen en China, los pechos femeninos siguen en sus desplegables. Hefner, en los libros de historia, quedar¨¢ como uno de los creadores de uno de los productos m¨¢s controvertidos e influyentes de la historia editorial. Y 2016 quedar¨¢ como esos extra?os doce meses en el que muchos interpretaron que los ejecutivos se hab¨ªan bajado los pantalones poni¨¦ndoselos a sus "conejitas".?
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