La fuerza del presente
Los j¨®venes han entendido que nadie arreglar¨¢ lo que ellos no hagan, asuman o arreglen
Todos los seres humanos y, por tanto, todas las generaciones, incluyendo los llamados millennials, se definen por sus obras y no por sus palabras. En ese sentido, esos j¨®venes ¡ªcorriendo el riesgo de generalizar como ocurri¨® en mi caso¡ª forman un amplio universo con innumerables perfiles, personalidades y reacciones y se enfrentan a una serie de desaf¨ªos, que ata?en incluso a su propia definici¨®n. Pero todo eso, las generalizaciones, las diferencias y las culpas, incluso las malas interpretaciones, se acabaron, quedaron enterrados cuando la tierra se puso a temblar en M¨¦xico.
Frente a los fracasos y las hipocres¨ªas de la profunda crisis que sus antecesores les hemos dejado, los millennials mexicanos demostraron ese 19 de septiembre, 12 d¨ªas despu¨¦s del se¨ªsmo que golpe¨® Chiapas y Oaxaca y 32 a?os despu¨¦s de la tragedia de 1985, que han incorporado las lecciones te¨®ricas y pr¨¢cticas para ser unos celosos defensores de las libertades individuales y del tiempo que les ha tocado vivir.
Sin convocatorias, sin llamamientos, sin consignas, los m¨¢s j¨®venes salieron a las calles y no lo hicieron solo por las autopistas de la tecnolog¨ªa o por las alamedas de las redes sociales, sino en persona, para reconquistar la condici¨®n humana y el esp¨ªritu de toda una naci¨®n.
En este contexto, hay que recordar que, cuando en 2012 M¨¦xico se debat¨ªa entre la necesidad de tener un Gobierno y la duda sobre lo que iba a hacer el PRI en el poder, naci¨® el movimiento #YoSoy132, que arranc¨® en una universidad contra un candidato, pero que, despu¨¦s fue absorbido por el propio sistema pol¨ªtico, hasta dejarlo como una explosi¨®n primaveral bienintencionada de la parte m¨¢s joven de la sociedad.
En este momento, el papel protagonista de los j¨®venes no solo se basa en ir contra determinados pol¨ªticos o partidos, sino que ya se va definiendo en el entendimiento de que nadie arreglar¨¢ lo que ellos no hagan, asuman o arreglen.
Hace a?os, cuando los espa?oles exigieron una democracia m¨¢s plural y contraria al bipartidismo del PSOE-PP, origen de las manifestaciones de la Puerta del Sol y del 15-M, asist¨ª a una reuni¨®n con la comisi¨®n de ese movimiento y con el Premio Nobel de Econom¨ªa, Joseph Stiglitz, que se dirigi¨® a los j¨®venes en un v¨ªdeo con estas palabras: "He visto desde afuera el tipo de energ¨ªa que hay aqu¨ª. Espero que esta energ¨ªa se use de forma constructiva. Hay que reemplazar las malas ideas no por la ausencia de ideas, sino por buenas ideas. Se necesitar¨¢ organizaci¨®n y liderazgo. Va a ser una batalla muy dura, porque las malas ideas han dominado el discurso econ¨®mico los ¨²ltimos treinta a?os".
Hoy los j¨®venes de muchas partes del mundo nos han demostrado que nuestros c¨®digos, creencias, organizaci¨®n social y hasta incluso familiar fueron los nuestros, pero no los suyos. Hoy con ejemplos como el de M¨¦xico, los j¨®venes se movilizan y lo hacen desde el principio de libertad individual y de capacidad para elegir lo que quieren creer y defenderlo con determinaci¨®n y coraje. Hoy no solo los millennials, sino los j¨®venes en general, han sido capaces de acudir al grito de la solidaridad y ayudar a los dem¨¢s. Hoy han decidido tomar el pico y la pala para sacar de los escombros a la sociedad que el viejo sistema enterr¨® y han comprendido que los Estados y las organizaciones han naufragado y han terminado por colapsar.
Ya no se trata de batallas en las redes sociales. Ahora es necesario salir a las calles, tirar el cascajo y rescatar las sociedades. Los j¨®venes deben seguir siendo lo suficientemente maduros, como est¨¢n demostrando, para ser capaces de tener un mundo propio basado en el conocimiento y la comunicaci¨®n, con sus propios valores y sin necesidad de humillar, ni aniquilar a los que representamos el viejo mundo.
En la parte que me toca, acepto y vivo con la responsabilidad al¨ªcuota de ser uno de los autores de una catastr¨®fica herencia. Para muchos, el mundo que legamos a nuestros hijos es muy incierto, por ejemplo, el cambio clim¨¢tico, aunque en otros aspectos, sin estar bien, estamos mejor que antes, por ejemplo en libertades democr¨¢ticas consolidadas y en la conciencia generalizada de la asignatura pendiente de un reparto m¨¢s equitativo. Ahora a los j¨®venes les corresponde ejercer su derecho, su deber y el control de este momento, que es el suyo, as¨ª como reconstruir las sociedades con la convicci¨®n de que lograr¨¢n vivir en el mundo que siempre desearon. Un mundo donde puedan disfrutar a plenitud de las virtudes de su ideolog¨ªa, su sexualidad, sus inclinaciones, el uso de su tiempo y la jerarqu¨ªa de sus valores. Ahora lo que les toca es hacer posible la transici¨®n y tomar definitivamente el poder.
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