Olivier Saillard, el agitador de la moda en los museos
EN LA ¨²ltima edici¨®n de la gran feria de la moda masculina, la florentina Pitti Uomo, Olivier Saillard, comisario y director del Palais Galliera (el Museo de la Moda de Par¨ªs), instal¨® all¨ª el Museo ef¨ªmero de la moda, un apasionante ejercicio expositivo con el que despleg¨® todos sus encantos. Con una cuidada puesta en escena en la que mezcl¨® piezas de dise?adores de distintas ¨¦pocas, Saillard aprovech¨® para reflexionar sobre su profesi¨®n y sobre la naturaleza caduca de la moda y, s¨ª, tambi¨¦n de la vida. ¡°Las prendas son un punto de partida para la poes¨ªa¡±, explica este at¨ªpico especialista, que logra dotar de una potente y sincera trascendencia a todas sus muestras: ¡°Siempre digo que una exhibici¨®n de moda ante todo explica las vidas de las personas que vistieron esas prendas. Y creo que eso es po¨¦tico. La moda suele distanciarse de esto, y de alguna manera yo reacciono a esa distancia¡±. Saillard (Pontarlier, Francia, 1967) recuerda, por ejemplo, cuando su museo adquiri¨® el guardarropa de Sarah Bernhardt: ¡°Aquella actriz, que en su ¨¦poca fue toda una estrella, ahora es una peque?a mota de polvo. Pero ah¨ª est¨¢n todos esos maravillosos y fr¨¢giles vestidos. Resulta bastante desconcertante ver lo dif¨ªcil que es conservar las prendas y c¨®mo, a pesar de eso, ellas son capaces de resistir el paso del tiempo¡±. Al final la vida pasa, pero las prendas permanecen para contar sus historias.
¡°De ni?o no ten¨ªa habitaci¨®n propia, as¨ª que me hice un gran sof¨¢ en la buhardilla con la ropa de mis hermanas¡±, recuerda.
El comisario se?ala a su hermana mayor como la responsable de su pasi¨®n por la moda: ¡°Ella se hac¨ªa la ropa que llevaba. Se compraba la revista Vogue y le ped¨ªa al costurero del barrio que le hiciera las mismas prendas y a m¨ª que le dise?ara los logotipos de Yves Saint Laurent y Chanel con l¨¢piz¡±. Hijo de taxistas, el peque?o Olivier realiz¨® su primera instalaci¨®n en la buhardilla de su casa, donde una gran pila hecha con la ropa de sus hermanas se convirti¨® en su refugio: ¡°No ten¨ªa habitaci¨®n propia, as¨ª que me hice un enorme sof¨¢ con todas esas prendas. Lo usaba para dormir, leer, incluso fumar. Fue algo muy intenso. Pod¨ªa pasarme horas. Mi madre estaba bastante preocupada, porque muchas tardes me encontraba all¨ª, en el ¨¢tico, durmiendo encima de esa gran monta?a de ropa. La verdad es que no era algo muy normal en un cr¨ªo de 9 a?os¡±, relata un divertido y nost¨¢lgico Saillard, que estudi¨® Historia del Arte e hizo su objeci¨®n de conciencia en el Museo de la Moda y del Textil de Par¨ªs, para pasar a continuaci¨®n a trabajar durante cinco a?os en el Museo de la Moda de Marsella. ¡°Cuando empec¨¦ a introducirme en el mundo de los museos hab¨ªa muy pocos espacios dedicados a la moda. Las exposiciones que montaban eran muy abigarradas y yo quer¨ªa plantear algo m¨¢s simple. Me pareci¨® muy interesante aproximarme a la moda como si fuera una disciplina art¨ªstica, como la danza o el teatro¡±.
pulsa en la fotoImagen del Museo ef¨ªmero de la moda, que el franc¨¦s Olivier Saillard organiz¨® durante la pasada edici¨®n de la feria de moda masculina Pitti Uomo, en Florencia.Studio Nonamephoto
Desde la sutileza y tambi¨¦n el humor, sin caer nunca en la pedanter¨ªa ni en la vacuidad, Saillard desaf¨ªa las reglas del comisariado de moda en los museos. Fue esta aproximaci¨®n ¨²nica al arte de mostrar la moda lo que le catapult¨® en 2010, tras su paso como programador del Museo de Artes Decorativas de Par¨ªs, a la direcci¨®n de uno de los centros de exposiciones de indumentaria m¨¢s importantes del circuito internacional, el Palais Galliera de Par¨ªs. Se ?estren¨® en agosto de 2011 con un exquisito show dedicado a la figura y el legado de Madame Gr¨¨s. En lugar de exhibir las piezas de la colecci¨®n en el propio palacio, las instal¨® en el museo de escultura Antoine Bourdelle, tambi¨¦n en la capital francesa, donde los vestidos esculpidos de la dise?adora francesa dialogaban con las estatuas all¨ª expuestas: ¡°Entonces me di cuenta de que cuando expones moda en un espacio ajeno obtienes algo m¨¢s l¨ªrico, m¨¢s vivo¡±. De hecho, en la retrospectiva que organiz¨® en 2014 en torno a Azzedine Ala?a ¡ª¡°el ¨²ltimo gran modista¡±, opina¡ª, adem¨¢s de las piezas que se mostraron en las galer¨ªas renovadas del Palais Galliera, traslad¨® parte de la exposici¨®n a la sala dedicada a Matisse en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de Par¨ªs, con la intenci¨®n de enfatizar la debilidad del dise?ador tunecino por la creaci¨®n art¨ªstica. Esta pasada primavera, Saillard firm¨® la puesta en escena de la fotog¨¦nica exposici¨®n Balenciaga, L¡¯oeuvre au noir, otra vez en el Museo Bourdelle, que se sumaba a las diferentes propuestas para celebrar el centenario de la apertura de la primera maison del costurero espa?ol.
Desde 2012, Saillard colabora con Tilda Swinton en una serie de ¡®performances¡¯ en vivo con el nombre de ¡®Armarios imposibles¡¯.
Saillard es un gran defensor de la moda en los museos: ¡°Son muy necesarios, m¨¢s que nunca, porque son espacios muy libres. Siempre les digo a los dise?adores que se animen a donar alguna de sus prendas, porque en muchas ocasiones es la ¨²nica posibilidad que tienen de preservar su obra y volver a ver esa creaci¨®n¡±. Con la voluntad de reinventar su labor, desde hace una d¨¦cada tambi¨¦n organiza performances donde las prendas son la excusa para plantear reflexiones de cariz existencial: ¡°Es una forma de ense?ar que existen otras maneras de exhibir la ropa: por ejemplo, montando una exposici¨®n en los brazos de Tilda Swinton¡±. Llamadas Impossible Wardrobes, estas peculiares muestras en vivo le han unido a la actriz desde 2012. En la primera acci¨®n, Swinton camin¨® en una pasarela con una selecci¨®n de 200 prendas hist¨®ricas; en 2012, un vestido a medida tomaba forma en su cuerpo frente al p¨²blico, y en 2014 la int¨¦rprete examin¨® el v¨ªnculo entre una prenda y su propietario. El pr¨®ximo mes de noviembre, un libro publicado por Rizzoli recoger¨¢ las im¨¢genes de estas tres exposiciones ef¨ªmeras de estos armarios imposibles ¡ªtraducci¨®n literal del nombre de la serie¡ª.
Si bien la moda puede trascender a los museos, Saillard tiene claro que no toda debe entrar en ellos: ¡°Hay un momento para la creaci¨®n y un momento para las instituciones. Y creo que es muy importante ?ofrecer a cada dise?ador un margen, ya sean 10 o 20 a?os, y entonces presentar una retrospectiva. Creo que, especialmente en este momento, necesitamos tomarnos tiempo para todo¡±, reflexiona Saillard, que justo despu¨¦s del comienzo de Pitti y reci¨¦n estrenado el verano fue nombrado ¡°director art¨ªstico, de imagen y cultural¡± de la firma de calzado J. M. Weston. Un sorprendente viraje en su carrera que empezar¨¢ a materializarse en septiembre de 2018 y sobre el que, de momento, no ha querido realizar ninguna declaraci¨®n.
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