Representaciones paralelas

La distinci¨®n entre lo real y lo aparente es tan vieja como el propio Plat¨®n, aunque fue Maquiavelo quien fij¨® su conexi¨®n con el poder al hablarnos del ilusionismo pol¨ªtico. El florentino consider¨® el arte de jugar con la apariencia una t¨¦cnica pol¨ªtica m¨¢s, pues las personas, al cabo, nos dejamos guiar antes por la ilusi¨®n que por lo real. Al final, lo importante es la apariencia: no c¨®mo son las cosas, sino c¨®mo las percibimos. La obsesi¨®n griega por buscar la verdad ceder¨ªa paso al af¨¢n del pol¨ªtico por generar apariencias que terminar¨ªan instal¨¢ndose como verdad.

Las nuevas derivas nos inclinan a pensar que ya no nos movemos en esa distinci¨®n, pues hace tiempo que abandonamos el ilusionismo de las apariencias para entrar en la pura suplantaci¨®n de lo real. Se fabrican mundos ficticios, representaciones pol¨ªticas meramente teatrales que incluso se contradicen performativamente. ?C¨®mo si no explicar la DUI de Puigdemont en su doble versi¨®n hard-soft? La interpretaci¨®n de esa imago produc¨ªa dos versiones distintas de la misma realidad con serias implicaciones sobre la capacidad cognitiva de los ciudadanos, pues puede terminar haci¨¦ndonos insensibles a la contradicci¨®n.

Hoy sabemos que esa escenificaci¨®n se refuerza en las redes, que no asistimos ¨²nicamente a la realidad de un actor, Puigdemont, y su solemne discurso: el impacto se magnifica activamente a trav¨¦s de su representaci¨®n paralela en el ciberespacio. La suplantaci¨®n no s¨®lo se produce en el mundo real, sino en la cautiva simulaci¨®n grupal del enjambre virtual. De esta forma, el simulacro sigue; lejos de desvelarse, se profundiza en nuestras comunidades virtuales.

Parece que gobernar ya no es hablar, sino escenificar una performance cuanto m¨¢s espectacular mejor, aunque el canto de Els segadors y la mirada solemne suspendida en el horizonte rocen el folklore de sainete. Porque sin comunicaci¨®n pol¨ªtica no hay gobierno, y aquella no consiste en teatralizar sino en explicar, trazar un rumbo, rendir cuentas y, lo m¨¢s importante, incrementar el dominio de los ciudadanos sobre sus vidas. Justo lo contrario de lo que nos pasa. @MariamMartinezB