No las veas si tienes un mal d¨ªa: 18 pel¨ªculas (muy buenas) hechas para hundir al espectador
Pueden ser de terror, dram¨¢ticas o incluso alguna comedia, pero todas tienen en com¨²n la capacidad de acabar con tu fe en la especie humana
La peli: Posiblemente sea ¨¦sta la pel¨ªcula m¨¢s herm¨¦tica y angustiosa de la filmograf¨ªa de David Lynch, y hay que reconocer que el list¨®n est¨¢ alto. Narrar su argumento es directamente una misi¨®n imposible, as¨ª que para qu¨¦. Pero, interpretamos, tiene que ver con la angustia del hombre adulto ante lo que la sociedad espera de ¨¦l. Est¨¢ plagada de simbolismos freudianos y terrores del inconsciente, y verla resulta una experiencia tan inc¨®moda como satisfactoria.
La escena: El protagonista es invitado a cenar en la casa de sus suegros. Cuando se dispone a trinchar un ave ¨¦sta comienza a supurar sangre, para disgusto general. Esto es un avance de lo que despu¨¦s ocurrir¨¢ cuando el hombre debe hacerse cargo de su hijo reci¨¦n nacido.
La peli: Puede que esta sea una de las pel¨ªculas m¨¢s mis¨®ginas de la historia, lo que ya deber¨ªa bastar para incluirla en esta lista. Otro motivo para ello es su secuencia inicial, en la que mientras una pareja hace el amor su hijo se precipita al vac¨ªo en unos exquisitos cromos en movimiento y con el Lascia ch¡¯io pianga de H?ndel. Pero lo peor a¨²n est¨¢ por venir.
La escena: Lo que nunca se nos ir¨¢ de la cabeza es el momento en el que un zorro deja de devorarse a s¨ª mismo durante unos segundos para informarnos de que ¡°el caos reina¡±.
La peli: El director Ken Russell no fue el primero en contar la historia de unas monjas pose¨ªdas en la ciudad francesa de Loudun en el siglo XVII. Tampoco fue el primero en utilizar la imaginer¨ªa cristiana para sugerir connotaciones sexuales. Pero ¨¦l lleg¨® demasiado lejos en todo esto, consiguiendo que su pel¨ªcula estuviera a punto de ser prohibida. Se le permiti¨® estrenarla (eso s¨ª, con la clasificaci¨®n X), despu¨¦s de que consintiera cortar algunas escenas conflictivas.
La escena: Un grupo de monjas en ¨¦xtasis manteniendo relaciones sexuales con una talla de Cristo y lamiendo y frotando cirios.
La peli: En teor¨ªa parec¨ªa una variaci¨®n sobre el tema de una persona obsesionada por los logros de otra cuyo terreno invade, al estilo de Mujer blanca soltera busca. Pero no. Porque aqu¨ª se llega mucho m¨¢s lejos de lo que cualquier otra pel¨ªcula de su g¨¦nero habr¨ªa so?ado.
La escena: Una mujer quiere el hijo de otra que est¨¢ embarazada, y lo quiere YA. Por supuesto, cumplir¨¢ su deseo.
La peli: Cuando el director polaco Andrzej Zulawski atravesaba la traum¨¢tica experiencia de su propio divorcio, escribi¨® esta historia sobre la desintegraci¨®n de una pareja en una ciudad marcada por la paranoia y la inhumanidad. La narraci¨®n se vuelve cada vez m¨¢s compleja y enloquecida. Hay personajes que se duplican, escenas de 'gore' dom¨¦stico, amantes monstruosos y un ambiente de histeria generalizada. Todo resulta sublime y rid¨ªculo, bell¨ªsimo y horrendo al mismo tiempo.
La escena: Hay dos que nadie que haya visto la pel¨ªcula podr¨ªa olvidar. En una de ellas, Isabelle Adjani sufre en los pasillos del metro un ataque de histeria que acaba desembocando en lo que parece un aborto, y que da un nuevo significado al t¨¦rmino ¡°sobreactuaci¨®n¡±. En otra, la misma actriz mantiene relaciones sexuales con algo que podr¨ªa ser un visitante de otro planeta. Adjani obtuvo por todo esto un premio de interpretaci¨®n de Cannes y un C¨¦sar que poca recompensa nos parece para sus esfuerzos.
La peli: Hay quien sufri¨® desmayos viendo algunos momentos de La Pianista o Funny Games. Pero la pel¨ªcula m¨¢s inc¨®moda de Haneke es seguramente ¨¦sta en la que una familia ¨Cmadre, padre, ni?a¨C se rebela contra el modelo econ¨®mico y social contempor¨¢neo perpetrando su suicidio tras deshacerse de todas sus posesiones materiales.
La escena: Despu¨¦s de destruir el acuario para dejar que los peces se ahoguen lentamente boqueando en el suelo, la familia arroja todo su dinero por el retrete. Los billetes y monedas caen incesantemente y son engullidos por las tuber¨ªas en una escena cat¨¢rtica que pone los pelos de punta. Lo m¨¢s terrible de todo es que Haneke no se equivocaba cuando declar¨® que mientras preparaba la pel¨ªcula ya intu¨ªa que ¡°los espectadores estar¨ªan inc¨®modos con esa escena, porque en la sociedad actual la idea de destruir el dinero es un tab¨² mayor que el hecho de que los padres maten a su hija y a s¨ª mismos¡±.
La peli: A veces un concepto sencillo es mucho m¨¢s efectivo que cualquier barroquismo argumental: ?y si a alguien se le ocurriera unir los sistemas digestivos de varias personas cosiendo las bocas de uno al ano de otro, formando una especie de ciempi¨¦s humano? Superado el shock inicial, la respuesta t¨ªpica es: si me ocurriera a m¨ª, solo querr¨ªa que me tocara ser el de delante.
La escena: El doctor Heiter explica a sus v¨ªctimas con pelos y se?ales la operaci¨®n a la que va a someterlos. Despu¨¦s veremos con id¨¦ntico detalle las consecuencias de todo esto, pero el primer golpe lo recibimos al comprender de qu¨¦ trata todo lo que vendr¨¢ a continuaci¨®n.
La peli: La segunda pel¨ªcula de Bu?uel es una de sus mayores obras maestras. Financiada por los vizcondes de Noailles, que la encontraron ¡°exquisita, deliciosa¡± la primera vez que la vieron, supuso tal esc¨¢ndalo en su estreno que pronto hubo que retirarla de la circulaci¨®n. De forma tan po¨¦tica como corrosiva, criticaba las instituciones burguesas y propon¨ªa una nueva sociedad edificada a partir del poder revolucionario del amor y el erotismo. Terminaba con una referencia a Jesucristo y a Sade y sus 120 d¨ªas de Sodoma.
La escena: La frase ¡°?qu¨¦ felicidad, haber asesinado a nuestros hijos!¡± provoc¨® una comprensible incomodidad en su d¨ªa, y hoy nos remite a algunos de los casos de los que la prensa sensacionalista se ha alimentado en los ¨²ltimos tiempos.
La peli: Tres hermanas se enfrentan al doloroso vac¨ªo de la existencia humana. Y con ellas lo hace tambi¨¦n el espectador, que a nada sensible que sea quiere esconderse debajo del asiento. El esposo de una de las hermanas, en apariencia un padre de familia normal y responsable, esconde un terrible secreto que lo atormenta y que tendr¨¢ fatales consecuencias para todos.
La escena: El padre y su hijo adolescente tienen una conversaci¨®n de sof¨¢ en la que la proverbial sinceridad americana adquiere tintes siniestros.
La peli: Dicen que las mudanzas est¨¢n entre las experiencias m¨¢s estresantes que podemos sufrir. Desde luego provocan tristeza y desamparo, sobre todo cuando nos trasladamos a un edificio donde los nuevos vecinos nos reciben con manifiesta hostilidad. El propio Polanski interpretaba al protagonista de esta historia basada en una novela de Roland Topor, en la que nunca sabemos si ¨¦l es un paranoico agudo o si realmente ha ido a parar a una cueva de desequilibrados que han urdido un complot para destruirlo. M¨¢s all¨¢ de esto, podemos pensar que la agenda de Polanski inclu¨ªa interesantes lecturas sobre la xenofobia, o bien planteamientos m¨¢s existencialistas.
La escena: Al final de la pel¨ªcula, el protagonista, vendado en el hospital, se enfrenta a su propia imagen desdoblada y comprende con horror que ha entrado en un c¨ªrculo vicioso del que nunca podr¨¢ escapar.
La peli: Despu¨¦s de un par de pel¨ªculas de culto y del proyecto fallido de Dune, Jodorowsky dirigi¨® este extra?o cruce entre un Hitchcock, un culebr¨®n mexicano y el giallo m¨¢s sanguinario. Trata sobre un joven que, dominado por su madre fan¨¢tica religiosa (a la que el padre amput¨® los brazos durante una trifulca conyugal), se convierte en un peligroso asesino. Contiene escenas de un surrealismo delirante y algunos cr¨ªmenes igual de delirantes, y ante ella las risas de defensa est¨¢n aseguradas.
La escena: La madre y el hijo ejecutan un n¨²mero en el que el segundo presta sus brazos a la primera para tocar el piano. ?l comienza a sufrir terribles alucinaciones y luego los dos se ponen a cantar antes de besarse en los labios. Luego est¨¢n los cr¨ªmenes. Y la secuencia del funeral del elefante. Y cuando el padre tat¨²a al hijo. Y cuando el padre corta los brazos de la madre porque ella le ha castrado con ¨¢cido. En fin, la pel¨ªcula entera no da un segundo de respiro.
La peli: Pasolini adaptaba al marqu¨¦s de Sade, pero al trasladar la historia a los peores tiempos del fascismo italiano convert¨ªa el relato de un libertino en una despiadada met¨¢fora pol¨ªtica. Una met¨¢fora que inclu¨ªa momentos de sublime poes¨ªa y tambi¨¦n violaciones, desmembramientos, coprofagia y otros actos imposibles de ver salvo que se posea un est¨®mago de amianto. Por cierto, Pasolini tambi¨¦n es el autor de Pocilga, otra pel¨ªcula pol¨ªticamente comprometida y tem¨¢ticamente perturbadora.
La escena: Hay muchas, pero aquella en la que los j¨®venes prisioneros son obligados a devorar sus propias heces servidas en lujosas bandejas pueden provocar pesadillas y trastornos alimenticios permanentes.
La peli: Sin duda, una de las mejores?pel¨ªculas de venganza?de este siglo. El protagonista ha sido encerrado durante quince a?os en una habituaci¨®n sin saber por qu¨¦, y cuando logra liberarse, reemprender su vida sentimental y ejecutar su venganza descubre que nada result¨® como habr¨ªa deseado.
La escena: Una lengua cortada a modo de penitencia en un momento emocionalmente intenso y francamente dif¨ªcil de ver.
La peli: Se trata de una de las pel¨ªculas de culto por excelencia de los a?os 70. En ella, Miss Canad¨¢ 1984 atraviesa distintas peripecias sexuales, a cual m¨¢s desquiciada. La actriz protagonista, Carole Laure, abandon¨® el rodaje a la mitad harta de las humillantes escenas de sexo para las que se la requer¨ªa, y el director tuvo que inventarse de la noche a la ma?ana una subtrama sobre una corruptora y asesina de ni?os marxista.
La escena: En su noche de bodas, la protagonista se horroriza al ver el miembro de su esposo, que est¨¢ cubierto de pintura dorada y adem¨¢s es utilizado para una funci¨®n distinta a la que se esperaba de ¨¦l.
La peli: En 1974 el cine comercial estadounidense no estaba preparado para lo que se le ven¨ªa encima con esta pel¨ªcula de ¨ªnfimo presupuesto sobre un grupo de j¨®venes que ca¨ªa en las garras de una familia can¨ªbal. Leatherface y su principal herramienta, una enorme motosierra, se convirtieron en un icono de lo abyecto. Las interpretaciones psicoanal¨ªticas (basadas en la correspondencia motosierra=pene) est¨¢n abiertas, aunque es altamente probable que el director solo quisiera contar c¨®mo unos amigos inocentes se topaban con el horror y eran aniquilados por ¨¦l.
La escena: Todas las que incluyen a Leatherface y su motosierra, pero esa en la que captura a una de sus v¨ªctimas y, todav¨ªa viva, la cuelga como si se tratase de una pieza de res en el matadero no se va de la cabeza durante a?os.?
La peli: Asumamos que esta pel¨ªcula ha quedado visualmente un tanto desactualizada. Asumamos tambi¨¦n que, al adaptar la novela original de Anthony Burgess, Kubrick consigui¨® una interesante reflexi¨®n sobre la naturaleza del mal y la violencia que reside en el ser humano. A petici¨®n del propio Kubrick, el filme se retir¨® de las carteleras del Reino Unido tras diversos cr¨ªmenes que se consideraron inspirados en ¨¦l. Y solo pudo volverse a ver una vez muerto el directora, en 1999.
La escena: Quiz¨¢ la m¨¢s famosa es aquella en la que el protagonista es sometido a una terapia de condicionamiento donde se le obliga a presenciar actos de violencia para implantarle la aversi¨®n a ella. Pero mucho m¨¢s desagradable ha sido contemplar c¨®mo ese mismo individuo, junto con sus compa?eros, comet¨ªa toda clase de tropel¨ªas, entre ellas el asalto a la casa de un escritor al que deja paral¨ªtico para despu¨¦s violar a su esposa.
La peli: Pel¨ªcula austriaca de culto que sigue las andanzas de un psic¨®pata obsesionado por ver el reflejo del terror en los ojos de sus v¨ªctimas. Los barrocos ¨¢ngulos de c¨¢mara, la 'voz en off' del asesino y la m¨²sica electr¨®nica a?aden un elemento hipn¨®tico al relato.
La escena: Tras asesinar a una de sus v¨ªctimas, el protagonista devora su sangre para despu¨¦s vomitarla sobre el cad¨¢ver. Sin comentarios.
La peli: David Cronenbrg, otro experto en provocar traumas al espectador, dirigi¨® -antes de volverse carne de festivales- esta extra?a f¨¢bula sobre conspiraciones, violencia extrema y atracci¨®n-repulsi¨®n por los medios de comunicaci¨®n. Un programa televisivo capaz de causar da?os cerebrales a sus espectadores -S¨¢lvame a¨²n no exist¨ªa, lo que convierte a Cronenberg en un aut¨¦ntico visionario- es la excusa para una inquietante sucesi¨®n de escenas que hacen evidente la morbosa fascinaci¨®n del director por lo tecnol¨®gico.
La escena: Una hipererotizada Debbie Harry se le aparece al protagonista, James Woods, pidiendo guerra a trav¨¦s del televisor. ?l introduce su cabeza por la pantalla en lo que parece una especie de regreso al ¨²tero materno o de cunnilingus cat¨®dico.