Cr¨®nica de una tragedia anunciada
Este calor de octubre era previsible y por lo tanto, la falta de previsi¨®n y de medios es inexplicable
El cambio clim¨¢tico debe ser tenido muy en cuenta en la lucha contra los incendios forestales. En un hecho sin precedentes, el hurac¨¢n Ofelia alcanzaba fuerza 3 y se acercaba a las costas atl¨¢nticas peninsulares, generando los fuertes vientos que azotaron Galicia este fin de semana. Algo que tiene mucho que ver con la r¨¢pida expansi¨®n de los fuegos que estamos viviendo estos d¨ªas: temperaturas inusualmente altas, vientos muy fuertes y falta de humedad, han abonado el terreno para el incendio perfecto.
Desgraciadamente octubre ha llegado con unas condiciones extremas en el monte, un monte en el que dominan especies pirr¨®fitas ¡ªeucalipto y pino¡ª, mucho m¨¢s susceptibles a la expansi¨®n del fuego. Pero este calor de octubre era previsible, y por eso es inexplicable la falta de previsi¨®n, y de medios, como los despidos de bomberos forestales en Galicia pese al alto riesgo de incendio. Este c¨®ctel molotov se ha movido incontrolable durante horas devorando el norte de Espa?a y se ha cobrado, hasta el momento, la vida de cuatro personas.
Asistimos a la cr¨®nica de una muerte anunciada; m¨¢s a¨²n si cuando a la tragedia ambiental se une la p¨¦rdida de vidas humanas. Sin embargo, pese al drama incendiario que hemos vivido este a?o, y el aviso de calor y sequ¨ªa extremos para la ¨¦poca del a?o, en la noche del domingo hubo una absoluta ausencia por parte de las instituciones en Galicia para afrontar esta cat¨¢strofe. Los vecinos y vecinas se vieron en muchos casos solos haciendo frente a la tragedia.
La respuesta de las instituciones en esta noche negra no es suficiente. Miles de personas, sinti¨¦ndose desamparadas, han puesto su vida en peligro para intentar frenar las llamas que amenazaban no solo, sus casas o su monte, sino su pasado, su presente y su futuro. Y frente a esta solidaridad, la respuesta pol¨ªtica no ha estado a la altura; y aunque no se hubiera podido evitar el incendio, s¨ª se pod¨ªan haber reducido sus consecuencias. Frente al agravamiento del riesgo de incendios y el impacto del cambio clim¨¢tico, falta una verdadera pol¨ªtica que no sea un parche y aborde las amenazas desde la ra¨ªz del problema. Una pol¨ªtica transversal y amplia, que incluya un plan forestal sostenible y propuestas para que el mundo rural tenga posibilidades reales de futuro. Desgraciadamente este Gobierno est¨¢ ciego y es incapaz de verlo.
Todo apunta a que los incendios han sido provocados, tanto en Galicia como en Asturias. Estamos demasiado acostumbrados a que se hable de delitos ambientales mientras dura la cat¨¢strofe, pero tambi¨¦n a que finalmente nadie acabe pagando por ellos. En esta ocasi¨®n el impacto de la acci¨®n de los incendiarios ha sido brutal, generando un autentico terrorismo ambiental que atenta contra nuestro patrimonio, que nos cuesta millones de euros y que debe ser perseguido hasta sus ¨²ltimas consecuencias.
Debemos llegar hasta el final en la investigaci¨®n de todos estos incendios y dotar a los juzgados de los medios necesarios para poder hacerlo y encontrar culpables. Estos atentados ambientales no pueden quedar impunes, y sobre las personas responsables debe aplicarse toda la contundencia que sea posible. De lo contrario, estar¨ªamos mandando un mensaje err¨®neo. ?Qui¨¦n se acuerda hoy de la sentencia por el desastre del Prestige? Por desgracia en Espa?a los delitos contra el medioambiente contin¨²an saliendo muy baratos.
Juantxo L¨®pez de Uralde es diputado de Unidos Podemos y coportavoz de EQUO.
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