?Tanto cuesta decir Generalitat en vez de Generalidad?

Ahora que hemos cambiado de pantalla, que muchos estamos de acuerdo en que era ineludible la aplicaci¨®n del 155, conviene tambi¨¦n marcar las reglas y vetar los gestos que no pueden admitirse en el terreno de juego. El Gobierno se dispone tras la correspondiente votaci¨®n en el Senado a asumir las riendas de Catalu?a; y todo escr¨²pulo es poco para hacerlo con cuidado, con respeto y con la m¨¢xima definici¨®n de los l¨ªmites. No hay carta blanca para nada m¨¢s.

Declaraciones como la de Pablo Casado?cuando advirti¨® a Puigdemont de que pod¨ªa seguir la misma suerte que Llu¨ªs Companys es, por ejemplo, uno de esos excesos que no se pueden repetir. O que se deben censurar. El presidente catal¨¢n de ERC que declar¨® la independencia en 1934 fue encarcelado por ello. Dos a?os despu¨¦s fue indultado. Y en 1940 fue fusilado tras ser detenido en Francia.

Casado, vicesecretario de Comunicaci¨®n del PP, aclar¨® que se refer¨ªa a la detenci¨®n y no al fusilamiento, pero ni le correspond¨ªa a ¨¦l amenazar al president con la c¨¢rcel ni ¡ªcomo hizo cuando respondi¨® a la reacci¨®n de Pablo Iglesias¡ª acusar a Podemos de pretender matar al jefe de Estado: ¡°Los que ped¨ªs asesinar al Rey y vuestros adversarios sois vosotros¡±.

??Estamos locos? ?Ese es el mejor responsable de Comunicaci¨®n que puede tener el PP en ¨¦poca de pulso firme y correcci¨®n? El desaf¨ªo independentista ha despertado el monstruo del nacionalismo espa?ol dormido y hay muchos caballeros andantes sueltos lanza en ristre en busca de falsos gigantes, pero declaraciones como las de Casado tambi¨¦n contribuyen a ello. Los sentimientos est¨¢n a flor de piel y urgen bomberos, no pir¨®manos.

Otro exceso de estos d¨ªas ha sido reclamaci¨®n de prohibir partidos independentistas, que equivaldr¨ªa por ejemplo a prohibir partidos eur¨®fobos en las elecciones europeas. Dejemos a Le Pen luchar contra la Uni¨®n Europea dentro de la Uni¨®n Europea para demostrarle que no somos como ella. ?Acaso no quer¨ªamos que pelearan dentro del sistema y la legalidad aunque fuera para cambiarlo? ?Que se midan con los votos a todos los dem¨¢s? ?O preferimos dejarles al margen de toda posibilidad de competici¨®n? En esta propuesta est¨¢ de nuevo Casado y Xavier Garc¨ªa Albiol, presidente del PP en Catalu?a.

Cuando se aprob¨® la ley de partidos de 2002 que impidi¨® a Batasuna y sus reencarnaciones presentarse, se subray¨® desde todas sus defensas que no se prohib¨ªa una ideolog¨ªa, sino el apoyo a la violencia. Ahora yerran quienes quieren extender la prohibici¨®n a las ideas, y adem¨¢s regalan al contrario argumentos para fortalecer su propaganda.

Ahora que ha llegado el art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n por primera vez en 40 a?os merece la pena evitar la tentaci¨®n represiva hacia las ideas opuestas. Otra pol¨ªtica de comunicaci¨®n del Partido Popular y del Gobierno es posible. Y necesaria. Comenzar por decir Generalitat en lugar de Generalidad ser¨ªa un buen inicio, sobre todo ahora que el Gobierno va a supervisar sus competencias.