Seguramente, los 27 mejores arranques de la literatura
Son libros mod¨¦licos que abordan al lector y le hacen una de esas ofertas que no pueden rechazarse
As¨ª empieza. ¡°La candente ma?ana de febrero en que Beatriz Viterbo muri¨®, despu¨¦s de una imperiosa agon¨ªa que no se rebaj¨® un solo instante ni al sentimentalismo ni al miedo, not¨¦ que las carteleras de fierro de la Plaza Constituci¨®n hab¨ªan renovado no s¨¦ qu¨¦ aviso de cigarrillos rubios; el hecho me doli¨®, pues comprend¨ª que el incesante y vasto universo ya se apartaba de ella y que ese cambio era el primero de una serie infinita¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque esta p¨¢rrafo ya es, en s¨ª mismo, un espl¨¦ndido poema en prosa sobre el paso inexorable del tiempo que ni siquiera necesita el (por otro lado, magn¨ªfico) relato que viene a continuaci¨®n para incrustarse en nuestra memoria.
As¨ª empieza. ¡°Si vas a leer esto, no te preocupes. Al cabo de un par de p¨¢ginas ya no querr¨¢s estar aqu¨ª. As¨ª que olv¨ªdalo. Al¨¦jate. L¨¢rgate mientras sigas entero. S¨¢lvate. Seguro que hay algo mejor en la televisi¨®n. O, ya que tienes tanto tiempo libre, a lo mejor puedes hacer un cursillo nocturno. Hazte m¨¦dico. Puedes hacer algo ¨²til con tu vida. Ll¨¦vate a ti mismo a cenar. T¨ª?ete el pelo. No te vas a volver m¨¢s joven. Al principio lo que se cuenta aqu¨ª te va a cabrear. Luego se volver¨¢ cada vez peor¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque el autor quiere incitarnos a dejar de leerle, como si no fu¨¦semos dignos de lo que viene a continuaci¨®n, como si fuese a escandalizarnos, repugnarnos o desconcertarnos. Y todo ello es un poderoso est¨ªmulo para seguir leyendo.
As¨ª empieza. ¡°Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querr¨¢n saber es d¨®nde nac¨ª, c¨®mo fue todo ese rollo de mi infancia, qu¨¦ hac¨ªan mis padres antes de tenerme a m¨ª y dem¨¢s pu?etas estilo David Copperfield, pero no me apetece contarles nada de eso¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque el autor no tiene tiempo que perder y quiere llegar cuanto antes a un acuerdo honesto con sus potenciales lectores: l¨¦eme o no me leas, pero permite que te cuente mi historia tal y como yo la siento. D¨¦jame ir directo a la yugular, sin circunloquios ni estupideces.
As¨ª empieza. ¡°He sido cordialmente invitado a formar parte del realismo visceral. Por supuesto, he aceptado. No hubo ceremonia de iniciaci¨®n. Mejor as¨ª¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque a¨²n no sabemos qu¨¦ rayos es el realismo visceral (?una vanguardia est¨¦tica?), pero ya nos queda claro que formar parte de ¨¦l es un sombr¨ªo honor que no puede eludirse, aunque se acepte sin ceremonia ni entusiasmo.
As¨ª empieza. ¡°Est¨¢s a punto de empezar a leer la nueva novela de ?talo Calvino, 'Si una noche de invierno un viajero'. Rel¨¢jate. Conc¨¦ntrate. Aleja de ti cualquier otra idea. Deja que el mundo que te rodea se esfume en lo indistinto¡±.
??Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque muy rara vez nos ha pedido alguien que le prestemos toda nuestra atenci¨®n con tanta elegancia. Y porque la promesa de que nuestro mundo se esfumar¨¢ ¡°en lo indistinto¡± hace que pensemos que el viaje va a valer la pena.
As¨ª empieza. ¡°Era un extra?o y bochornoso verano, el a?o en que electrocutaron a los Rosenberg, y yo no sab¨ªa qu¨¦ estaba haciendo en Nueva York¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque en unas pocas palabras Sylvia Plath introduce unos anzuelos imposibles de no morder por el lector: extra?o verano, alguien que ha sido electrocutado y el que est¨¢ contando la historia que se pregunta qu¨¦ hac¨ªa en una ciudad como Nueva York a la que todo el mundo sabe perfectamente a qu¨¦ va.
As¨ª empieza. ¡°Vine a Comala porque me dijeron que ac¨¢ viv¨ªa mi padre, un tal Pedro P¨¢ramo¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque basta una l¨ªnea para desatar un torrente de preguntas que esperan obtener respuesta: ?qui¨¦n eres t¨²?, ?qu¨¦ es Comala?, ?por qu¨¦ no conociste a tu padre?.
As¨ª empieza. ¡°Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabidur¨ªa, y tambi¨¦n de la locura; la ¨¦poca de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperaci¨®n¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque nos sit¨²a en un tiempo y un lugar excepcionales, en los que todo parece estar por hacer y todo es posible, de manera que nos predispone a disfrutar una experiencia ins¨®lita.
As¨ª empieza. ¡°Yo, se?or, no soy malo, aunque no me faltar¨ªan motivos para serlo."
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque quien interpela a ese an¨®nimo ¡®se?or¡¯ y, de paso, a nosotros, tal vez haya hecho cosas atroces, pero sabe c¨®mo captar nuestra atenci¨®n y merece ser escuchado.
As¨ª empieza. "Encuentra al hombre que me asesin¨® y te contar¨¦ detalladamente lo que hay en la otra vida".
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque quien nos invita a participar en una investigaci¨®n criminal que se promete apasionante es la propia v¨ªctima, ya cad¨¢ver, y a cambio est¨¢ a punto de compartir con nosotros los secretos del m¨¢s all¨¢.
As¨ª empieza. ¡°Bastar¨¢ decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mat¨® a Mar¨ªa Iribarne; supongo que el proceso est¨¢ en el recuerdo de todos y que no se necesitan mayores explicaciones sobre mi persona¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque el universo de ficci¨®n de Ernesto S¨¢bato irrumpe desde la primera l¨ªnea para suplantar a nuestro universo. Ya no estamos en el mundo que conocemos, sino en uno distinto en el que todos parecen saber qui¨¦n es Juan Pablo Castel y c¨®mo y por qu¨¦ mat¨® a Mar¨ªa Iribarne.
As¨ª empieza. ¡°Muchos a?os despu¨¦s, frente al pelot¨®n de fusilamiento, el coronel Aureliano Buend¨ªa hab¨ªa de recordar aquella tarde remota en que su padre le llev¨® a conocer el hielo¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque abarca un oc¨¦ano de tiempo, toda la vida de un hombre, en apenas una frase que viene a ser como esa breve secuencia de ¡®Ciudadano Kane¡¯ en la que el personaje de Orson Welles se asoma a la muerte a?orando el trineo que tuvo de ni?o.
As¨ª empieza. ¡°Pero, me dir¨¦is, te hemos pedido que nos hables de las mujeres y la novela. ?Qu¨¦ tiene que ver eso con una habitaci¨®n propia? Intentar¨¦ explicarme".
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque incluso una disertaci¨®n acad¨¦mica, un ensayo sobre literatura escrita por mujeres, puede arrancar con la precisi¨®n, la inteligencia y el misterio de las mejores novelas.
As¨ª empieza. ¡°Yo, Tiberio Claudio Druso N¨¦r¨®n Germ¨¢nico Esto-y-lo-otro-y-lo-de-m¨¢s-all¨¢ (porque no pienso molestarlos todav¨ªa con todos mis t¨ªtulos), que otrora, no hace mucho, fui conocido por mis parientes, amigos y colaboradores como "Claudio el Idiota", o "Ese Claudio", o "Claudio el Tartamudo" o "Clau-Clau-Claudio", o, cuando mucho, como "El pobre t¨ªo Claudio", voy a escribir ahora esta extra?a historia de mi vida¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque el emperador romano al que todo el mundo menosprecia y que no comete el error de tomarse a s¨ª mismo demasiado en serio ha conseguido ganarse nuestro inter¨¦s y nuestra simpat¨ªa desde la primera frase.
As¨ª empieza. ¡°Cuando Gregor Samsa se despert¨® una ma?ana despu¨¦s de un sue?o intranquilo, se encontr¨® sobre su cama convertido en un monstruoso insecto¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque viene a ser como el ejemplar microcuento de Augusto Monterroso (¡°Cuando despert¨®, el dinosaurio todav¨ªa estaba all¨ª¡±), pero con la promesa de saciar nuestra curiosidad y contarnos a continuaci¨®n la historia completa.
As¨ª empieza. ¡°Llamadme Ismael. Hace unos a?os -no importa cu¨¢nto hace exactamente-, teniendo poco o ning¨²n dinero en el bolsillo, y nada en particular que me interesara en tierra, pens¨¦ que me ir¨ªa a navegar un poco por ah¨ª, para ver la parte acu¨¢tica del mundo¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque a Ismael le espera la Ballena Blanca, va a participar de una de las odiseas m¨¢s apasionantes y atroces de la historia de la literatura. Y se adentra en ella con la fr¨ªvola arrogancia de la juventud y con una mirada virgen.
As¨ª empieza. ¡°Naci¨® con el don de la risa y con la intuici¨®n de que el mundo estaba loco. Y ese era todo su patrimonio¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque nuestro mundo est¨¢ tan loco como el de Scaramouch y queremos compartir con ¨¦l el don de la risa, intuyendo desde ya que, por supuesto, se trata de un enorme patrimonio.
As¨ª empieza. "Y al siguiente d¨ªa no muri¨® nadie".
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque el t¨ªtulo y la primera l¨ªnea reman con eficacia en la misma direcci¨®n, la de preocuparnos por la idea de que la muerte deje de cumplir con su deber y pase sin previo aviso a ser intermitente.
As¨ª empieza. ¡°Niki, el nombre que al final le pusimos a mi hija menor, no es un diminutivo, sino un acuerdo al que llegu¨¦ con su padre. Por parad¨®jico que parezca, era ¨¦l quien quer¨ªa ponerle un nombre japon¨¦s, pero yo, tal vez por el deseo ego¨ªsta de no recordar el pasado, insist¨ª en un nombre ingl¨¦s. Al final, consinti¨® en ponerle Niki, pensando que ese nombre ten¨ªa ciertas resonancias orientales¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque estas tres frases dedicadas a un detalle en apariencia trivial invitan a leer entre l¨ªneas y parecen arrojar much¨ªsima luz sobre el pasado, la intimidad y los desencuentros de la pareja que forman esa mujer oriental y ese hombre brit¨¢nico.
As¨ª empieza. ¡°Vivo en la Villa Borghese. No hay ni pizca de suciedad en ning¨²n sitio, ni una silla fuera de su lugar. Aqu¨ª estamos todos solos y estamos muertos¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque desde el principio nos imaginamos la Villa Borghese, con su higiene y su orden sofocantes, como una especie de sucursal del infierno. Y porque queremos asomarnos a ese baile de solitarios y difuntos que nos propone Henry Miller.
As¨ª empieza. ¡°Lydia est¨¢ muerta. Pero eso es algo que ellos a¨²n no saben¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque en solo 14 palabra caben ¡°ellos¡±, cabemos nosotros (lectores y c¨®mplices) cabe esa Lydia de la que nada sabemos a¨²n y cabe tambi¨¦n el terrible secreto del que se nos acaba de hacer part¨ªcipes.
As¨ª empieza. "Todo empez¨® por un n¨²mero equivocado, el tel¨¦fono son¨® tres veces en mitad de la noche y la voz al otro lado pregunt¨® por alguien que no era ¨¦l".
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque es puro Auster. Est¨¢n ah¨ª, larvados y envasados al vac¨ªo, la imposibilidad de comunicarse, la soledad, el peso abrumador del azar y los problemas de identidad de sus personajes casi siempre a la deriva.
As¨ª empieza. ¡°Hoy ha muerto mam¨¢. O quiz¨¢ ayer. No lo s¨¦.¡±
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque hay humor, hay cinismo y hay melancol¨ªa en esta concisa declaraci¨®n de supremo desd¨¦n por el mundo.
As¨ª empieza. ¡°Esta?n ah¨ª fuera. Chicos negros vestidos de blanco que se esconden de m¨ª para tener relaciones sexuales en el pasillo y luego lo limpian todo antes de que pueda descubrirlos en pleno acto¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque pronto aprenderemos que ¡®el Jefe¡¯ est¨¢ loco, es uno de los internos de un hospital psiqui¨¢trico de Oreg¨®n. ?l va a ser quien nos cuente la historia, y cuanto antes nos familiaricemos con su locura, mucho mejor¡±.
As¨ª empieza. ¡°Todo esto sucedi¨®, m¨¢s o menos¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque casi cualquier relato es, en el fondo, una peque?a o gran mentira, y nadie nos miente m¨¢s que quien promete contarnos toda la verdad. Como dir¨ªa Jos¨¦ Mota, ¡°si te digo la verdad, te miento¡±.
As¨ª empieza. ¡°No he querido saber, pero he sabido que una de las ni?as, cuando ya no era ni?a y no hac¨ªa mucho que hab¨ªa regresado de su viaje de bodas, entr¨® en el cuarto de ba?o, se puso frente al espejo, se abri¨® la blusa, se quit¨® el sost¨¦n y se busc¨® el coraz¨®n con la punta de la pistola de su propio padre¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque nos seduce, nos intriga y nos sumerge en universo turbio de p¨¦rdida de la inocencia, de ni?as con pulsiones suicidas que crecen para asomarse a duras penas a algo parecido a la normalidad.
As¨ª empieza. ¡°Primero disparan a la chica blanca. Con las dem¨¢s, pueden tomarse el tiempo que quieran. En el lugar donde est¨¢n, no hace falta que se den prisa. Se encuentran a 27 kil¨®metros de una poblaci¨®n que, a su vez, est¨¢ a 145 kil¨®metros de la m¨¢s cercana. En el convento habr¨¢ seguramente muchos escondrijos, pero hay tiempo y el d¨ªa acaba de empezar¡±.
?Por qu¨¦ engancha desde la primera frase? Porque las dos primeras frases nos dejan ya en un horrorizado estado de alerta. Y el resto nos transmiten con precisi¨®n quir¨²rgica la indefensi¨®n de las v¨ªctimas, la g¨¦lida y cruel parsimonia de los verdugos, la soledad del p¨¢ramo dejado de la mano de dios en que perpetran sus cr¨ªmenes.