Cadena de enga?os

El independentismo ha construido la ilusi¨®n de la viabilidad econ¨®mica de Catalu?a sobre un suelo de enga?os, verdades a medias y suposiciones aventuradas que los hechos est¨¢n desmontando d¨ªa tras d¨ªa. Los pilares b¨¢sicos de la enso?aci¨®n econ¨®mica independentista ya no se sostienen por m¨¢s tiempo: ni Bruselas puede aceptar una Catalu?a independiente integrada en el euro ¡ªen caso de secesi¨®n pasar¨ªa a ser, sin m¨¢s, un pa¨ªs tercero, con el encarecimiento subsiguiente de sus productos en los mercados europeos¡ª, ni podr¨ªa participar en el Espacio Econ¨®mico Europeo sin la unanimidad de los pa¨ªses miembros, ni ser¨ªa capaz de sostener una financiaci¨®n p¨²blica satisfactoria, con un rating de la deuda actualmente en el nivel de bono basura y sin perspectivas de mejorar despu¨¦s de la secesi¨®n.

Es muy dif¨ªcil evitar la impresi¨®n de que el discurso soberanista est¨¢ edulcorando a discreci¨®n la realidad de Catalu?a para mantener ante los votantes catalanes el enga?o descarado de una rep¨²blica independiente pr¨®spera y felizmente desembarazada del peso muerto de Espa?a. El informe reciente de la Generalitat (La situaci¨® de l¡¯econom¨ªa en un Estat catal¨¢) es un resumen de tergiversaciones y apriorismos econ¨®micos que niegan la realidad. Ni el PIB catal¨¢n es igual al de Dinamarca, ni supera la media europea en el 14,5% (s¨®lo en el 7%) ni la Hacienda independiente recaudar¨ªa 24.000 millones m¨¢s. Bien a la vista est¨¢ que la recaudaci¨®n probablemente caer¨ªa en picado, por el efecto expulsi¨®n de empresas y por la desaceleraci¨®n debida a las ca¨ªdas del consumo y de la actividad derivadas de la incertidumbre.

Los hechos contrastados (imposibilidad de continuar en la UE, cambio masivo de sede de las empresas catalanas, m¨¢s de 1.300, que en muchos casos, como en el de la Caixa, ser¨¢n para siempre) deber¨ªan ser suficientes para que los pol¨ªticos independentistas abandonaran el discurso de una viabilidad fantasmag¨®rica. El probable cambio de sede de Seat tendr¨ªa adem¨¢s consecuencias muy graves para el empleo. Incluso admitiendo que cualquier regi¨®n europea ser¨ªa viable a largo plazo si se independizara, lo que importa no es la viabilidad en abstracto, sino el volumen de los costes de transici¨®n ¡ªinasumibles por la econom¨ªa catalana¡ª y c¨®mo quedar¨ªa la renta de los ciudadanos en la rep¨²blica independiente. A la vista de los efectos de la secesi¨®n sobre el saldo comercial catal¨¢n y sobre su capacidad financiera, parece evidente que el PIB per capita sufrir¨ªa una contracci¨®n aguda y r¨¢pida.

El enga?o de una Catalu?a m¨¢s rica si se libra del resto de Espa?a (un discurso despectivo y supremacista hacia todo el pa¨ªs) tiene responsables intelectuales, instalados en la Generalitat y en las instituciones catalanas. Tambi¨¦n en los colectivos de apoyo que facilitan el narc¨®tico econ¨®mico de una Arcadia catalana independiente, capaz de ¡°dise?ar nuevamente las instituciones y las reglas del juego¡±, dichosamente liberada de un marco institucional espa?ol inadecuado para generar riqueza ¡°basada en la actividad productiva¡±. Con estas y otras falsedades se enga?a a los ciudadanos catalanes. El embuste continuar¨¢ mientras no se contrasten las mentiras econ¨®micas secesionistas con la realidad implacable de Europa y de las empresas.