TV3, una cadena p¨²blica al servicio del soberanismo

La falta de independencia es un mal end¨¦mico de los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos, sean de ¨¢mbito estatal, auton¨®mico o local. Televisiones y radios han obedecido secularmente las ¨®rdenes del Gobierno de turno actuando como correas de transmisi¨®n del partido en el poder y haciendo gala de un descarado sectarismo. El resultado inevitable es una galopante p¨¦rdida de credibilidad.

Nacidas a imagen y semejanza de TVE, las televisiones auton¨®micas heredaron los malos h¨¢bitos que imperaban en la estatal. Con mayor o menor descaro, su obsesi¨®n por controlar los informativos ha desembocado en pr¨¢cticas indecentes. La m¨¢s notable: la sentencia de la Audiencia Nacional de 2003 que conden¨® a TVE por no informar con objetividad sobre una huelga general. Ha habido, no obstante, excepciones. Por ejemplo: la Telemadrid que dirig¨ªa Francisco Gim¨¦nez Alem¨¢n (durante el mandato de Alberto Ruiz Gallard¨®n) ofreci¨® una cobertura impecable de las manifestaciones contra la guerra de Irak.

La ley de creaci¨®n de la Corporaci¨® Catalana de R¨¤dio i Televisi¨® (1983) establece que su programaci¨®n se inspira en ¡°el respeto a los principios que informan la Constituci¨®n espa?ola y el Estatuto de Autonom¨ªa de Catalu?a, y a los derechos y libertades que en ellos se reconocen y garantizan¡±. Afirma que estar¨¢ regida por la objetividad, la veracidad y la imparcialidad de las informaciones, el respeto a la libertad de expresi¨®n, el pluralismo pol¨ªtico, cultural, ling¨¹¨ªstico, religioso y social, y la promoci¨®n de la lengua y la cultura catalanas.

Tales principios parecen haberse esfumado. Noticieros, tertulias pol¨ªticas e incluso programas infantiles est¨¢n trufados de propaganda soberanista. Ni TV3 ni Catalunya R¨¤dio garantizan la imparcialidad y la objetividad que proclama su ley fundacional. Al contrario: se esfuerza en apuntalar el independentismo con el argumentario del Govern. El socialista Jos¨¦ Bono lo ve as¨ª: ¡°El Gobierno golpista de la Generalitat es el que da las instrucciones de lo que ha de hacerse en los informativos de los medios que controla¡±. Asegura, adem¨¢s, que TV3 es una televisi¨®n servil al servicio del Gobierno, no de Catalu?a, que intenta todos los d¨ªas adoctrinar de un determinado modo. La escalada soberanista ha tenido un impacto directo en las audiencias. En octubre TV3 ha incrementado la cuota de pantalla un 60% respecto a la media registrada en los nueve primeros meses del a?o.

Finalmente, y gracias a una enmienda presentada por los socialistas en el Senado, TV3 y Catalunya R¨¤dio no estar¨¢n afectadas por el art¨ªculo 155. Pero ahora m¨¢s que nunca hay que exigirles a los medios p¨²blicos catalanes que act¨²en con independencia y garanticen una informaci¨®n veraz, objetiva, equilibrada y plural. Compromisos que tambi¨¦n ha de cumplir RTVE, dirigida por un periodista designado por el PP. Ambas televisiones deber¨ªan poner el contador a cero y operar, definitivamente, al servicio de (todos) los ciudadanos.