Demasiadas ventanillas

Viene de antiguo la evidencia de que las leyes espa?olas imponen un n¨²mero excesivo de tr¨¢mites para abrir un negocio o montar una nueva empresa. Un informe del Banco Mundial acaba de radiografiar la regulaci¨®n empresarial espa?ola con resultados contradictorios, pero significativos. La burocracia, seg¨²n el informe, resuelve bien los procedimientos de insolvencia de una empresa o la defensa de los accionistas minoritarios. Pero ofrece resistencias excesivas a la creaci¨®n de nuevas compa?¨ªas.

Para abrir un negocio, el emprendedor se enfrenta a siete procesos o ventanillas que se prolongan una media de trece d¨ªas. Pa¨ªses como Albania, Azerbaiy¨¢n, Burkina Faso o Burundi son mucho m¨¢s ¨¢giles; pero hay cuatro pa¨ªses avanzados (Alemania, Jap¨®n, Austria y Polonia) que ponen m¨¢s trabas burocr¨¢ticas que Espa?a. Los costes de apertura de una empresa tambi¨¦n son elevados y act¨²an como factor disuasorio de la inversi¨®n.

Hay que interpretar con prudencia las conclusiones estad¨ªsticas del informe. La legislaci¨®n empresarial no puede centrarse s¨®lo en la facilidad de concesi¨®n de permisos o en las rapidez burocr¨¢tica, sino tambi¨¦n en la calidad jur¨ªdica exigible a las nuevas empresas. No es de extra?ar que en Alemania o Jap¨®n los tr¨¢mites sean m¨¢s pesados que en Espa?a; el control de calidad se aplica antes de la creaci¨®n de la sociedad y despu¨¦s se conf¨ªa en su funcionamiento. El problema espa?ol es que la espesura de los tr¨¢mites no siempre consigue evitar fiascos dolorosos a posteriori.

Los tr¨¢mites de ventanilla para abrir un negocio tienen que aligerarse, aunque los resultantes sean m¨¢s rigurosos. Pero, sobre todo, el buen desenvolvimiento empresarial exige que se simplifique el asfixiante laberinto legal de las comunidades aut¨®nomas; las normas diferentes y a veces contradictorias que se aplican en todas y cada una de ellas son una barrera innecesaria para el intercambio comercial en Espa?a.