No molesten con la verdad que se quema la cebolla
'El Bigotes' abronca a los diputados que le interrogaban porque tuvo que interrumpir un curso de cocina
Hay dos cosas que nunca se repetir¨¢n lo suficiente: las formas son importantes y la realidad siempre supera a la ficci¨®n. Adem¨¢s de lo visto en la vor¨¢gine catalana, una de las cosas m¨¢s surrealistas sucedidas esta semana ha sido la declaraci¨®n ¡ªo mejor dicho la no declaraci¨®n¡ª de ?lvaro P¨¦rez ante la comisi¨®n de investigaci¨®n de las Cortes Valencianas que estudia el caso G¨¹rtel. Desde una pantalla de plasma, y con evidente gesto de fastidio, el se?or P¨¦rez, alias el Bigotes, pidi¨® a los diputados encargados de analizar el cobro de 1.000 millones de euros ¡ª166.000 millones de las antiguas pesetas¡ª de dinero p¨²blico por parte de la empresa que dirig¨ªa que se dieran prisa en terminar. ?La explicaci¨®n? ¡°Estaba en un curso de cocina, est¨¢bamos pochando y me he perdido el trabajo y luego me hacen ex¨¢menes¡±.
Vayamos con las formas. El respeto de los dem¨¢s se gana en primer lugar con el respeto por uno mismo, ya sea este uno mismo una persona o una instituci¨®n. En las comisiones parlamentarias de Espa?a llama la atenci¨®n la posici¨®n de privilegio que tienen las personas que son convocadas a declarar. En el Parlamento, por ejemplo, es habitual ver al declarante sentado junto a la presidencia de la comisi¨®n, situada al menos medio metro por encima de los diputados. El compareciente siempre mira desde arriba a quienes le preguntan. En el caso de El Bigotes, ¨¦ste declar¨® por videoconferencia a trav¨¦s de un televisor situado en una pared por encima de la cabeza de los diputados. Estos ten¨ªan que mirar de lado y hacia arriba. Las im¨¢genes del momento dan la impresi¨®n de que los se?ores legisladores estaban viendo un cap¨ªtulo de Camara Caf¨¦ en vez de un importante testimonio.
No sucede lo mismo por ejemplo en Estados Unidos. En las comisiones de la C¨¢mara de Representantes y del Senado el compareciente ¡ªsea quien sea¡ª se sienta un metro por debajo de congresistas y senadores y estos le rodean. All¨ª las formas demuestran que el pueblo, personificado por sus representantes, est¨¢ por encima del declarante. En cambio, aqu¨ª la disposici¨®n transmite que el cuerpo legislativo puede ser toreado con m¨¢s o menos gracia. A menudo con ninguna.
Pero hay que reconocer que P¨¦rez tuvo la suya y aqu¨ª entra la realidad superando a la ficci¨®n. La trama G¨¹rtel es uno de los casos de corrupci¨®n m¨¢s grandes de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Sentado junto a su abogado, P¨¦rez ten¨ªa una baraja de posibilidades en sus respuestas o en lo que dijera para no responder. A lo largo de la historia se han pronunciado grandes frases y se han tenido brillantes gestos ante los tribunales de justicia o los parlamentos. Pero la reacci¨®n de El Bigotes es un reflejo preciso de c¨®mo est¨¢n las cosas. Aquello no iba de Catilina y Cicer¨®n sino de Abbot y Costelo. Oigan, no me molesten con averiguar la verdad ?no ven que estoy cocinando? Solo le falt¨® a?adir su famoso ¡°te quiero un huevo¡± para redondear la faena.
La buena noticia es que la c¨¢rcel est¨¢ cumpliendo su funci¨®n. Un tipo que considera que lo m¨¢s importante es pochar la cebolla ya ha dado el primer paso.
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