El PP, al banquillo

Cualquier intento del Partido Popular de desvincularse de la caja B y de las actuaciones il¨ªcitas de su extesorero Luis B¨¢rcenas ha chocado habitualmente con la desconfianza de los ciudadanos y el m¨ªnimo sentido com¨²n que acompa?a cualquier esc¨¢ndalo de corrupci¨®n. Pero esta vez, el PP no ha chocado con un intangible sino con la firmeza de la Audiencia Provincial de Madrid para procesar al partido en el Gobierno por la presunta destrucci¨®n de los ordenadores de B¨¢rcenas.

En contra del criterio de la Fiscal¨ªa Provincial que intentaba enterrar el asunto, y a pesar de la p¨¦rdida de la documentaci¨®n del caso que oblig¨® a reconstruirlo, el tribunal ha escuchado a las acusaciones particulares ¡ªencabezadas por Izquierda Unida, L¡¯Observatori DESC y la Asociaci¨®n de Abogados Dem¨®cratas por Europa (Adade)¡ª y ha decidido sentar en el banquillo al partido como persona jur¨ªdica por delitos de da?os inform¨¢ticos y encubrimiento.

La justicia ha funcionado. Y ha dado prueba, una vez m¨¢s, de que la separaci¨®n de poderes rige nuestro Estado, a pesar de los reproches y cr¨ªticas de algunos cada vez que no les parece satisfactoria una sentencia, como ha ocurrido muy recientemente con el encarcelamiento de los miembros del Govern y otras decisiones jur¨ªdicas relacionadas con el proc¨¦s.

El PP, que apenas est¨¢ iniciando su andadura en los tribunales de una larga cadena de casos de corrupci¨®n, responder¨¢ ante la justicia por la destrucci¨®n de esos discos duros en los que el extesorero B¨¢rcenas reun¨ªa supuestamente las cuentas opacas de la caja B. Las misteriosas listas de donantes, la agenda de citas, los recibos de pagos de la contabilidad paralela o detalles de sus cuentas en Suiza se evaporaron para siempre cuando el responsable inform¨¢tico del partido destruy¨® presuntamente ese material siguiendo ¨®rdenes del director jur¨ªdico del PP, el abogado Dur¨¢n. El da?o est¨¢ hecho, pero alguien deber¨¢ responder por ello.

No es la ¨²nica mala noticia reciente para el Partido Popular en este apartado. Francisco Granados, quien fuera secretario general del partido de Madrid y mano derecha de Esperanza Aguirre, se sienta en el banquillo en la Audiencia Nacional en el juicio por la trama P¨²nica. El mismo tribunal ha encontrado en Colombia el bot¨ªn de 5,4 millones de d¨®lares en met¨¢lico y varios inmuebles que Ignacio Gonz¨¢lez, expresidente de la Comunidad de Madrid, hab¨ªa amasado supuestamente en la adquisici¨®n de la compa?¨ªa brasile?a Emissao por parte del Canal de Isabel II. Los jueces de nuevo han funcionado.

Las decisiones que sientan en el banquillo al PP como partido, a destacados antiguos l¨ªderes como Francisco Granados, Ignacio Gonz¨¢lez, Jaume Matas y numerosos dirigentes de Valencia, mientras prosigue el rosario de G¨¹rtel, son pruebas de un sistema democr¨¢tico en el que el poder judicial debe jugar, desde la independencia y sin sospechas, un papel clave en el acorralamiento de la corrupci¨®n. El papel que la pol¨ªtica no jug¨® a su debido tiempo.