C¨®mo una se?ora bien se hizo feminista en pleno franquismo
Charo Nogueira narra el vuelco de las mujeres desde la dictadura a la vez que el periplo de una pionera, Ana Mar¨ªa P¨¦rez del Campo
-Charo, te molesto porque quiero dejar un testamento.
¡°Me di cuenta de que ambos proyectos converg¨ªan¡±, cuenta Charo. Ese fue el punto de partida. Entretejer la epopeya de las espa?olas desde la sumisi¨®n a la aspiraci¨®n, cada vez m¨¢s vehemente. de la igualdad real con el calvario, primero, y la generosidad, despu¨¦s, de una mujer que podr¨ªa ser todas.
Desde junio de ese a?o, Ana Mar¨ªa y Charo conversaron una vez a la semana. Adem¨¢s, hubo que bucear en archivos de todo tipo, construir el hilo cronol¨®gico de los avances en igualdad de m¨¢s de cuatro d¨¦cadas, documentarse sin desmayo, ¡°y sintetizar¡±, se r¨ªe la periodista. El resultado de m¨¢s de dos a?os de investigaci¨®n y periodismo es La mujer que dijo basta, un volumen que est¨¢ en periodo de mecenazgo en la editorial Libros.com. B¨¢sicamente, es una yuxtaposici¨®n de dos experiencias, la de una periodista con casi cuatro d¨¦cadas de trayectoria (25 a?os en EL PA?S) junto a la m¨¢s inesperada de las feministas.
En los a?os sesenta, Ana Mar¨ªa estaba casada, hab¨ªa alumbrado dos hijos y ten¨ªa otro en camino. ¡°Aquello no era un matrimonio y dije basta¡±, relata firme como una roca en el video de promoci¨®n del libro. ¡°Entonces se dio cuenta de todo, de que no pod¨ªa hacer nada sin el permiso de su marido, de que el matrimonio civil era simb¨®lico, porque para poder contraerlo hab¨ªa que apostatar", relata Nogueira. La joven madre tard¨® nueve a?os en tener la sentencia de separaci¨®n que dictaba el tribunal eclesi¨¢stico. El divorcio, claro, no exist¨ªa. Con tres bocas que alimentar, Ana Mar¨ªa busc¨® trabajo sin la necesaria autorizaci¨®n del c¨®nyuge del que hab¨ªa huido. "El marido le puso un detective, que averigu¨® que ella se empleaba como fisioterapeuta en el Hospital del Ni?o Jes¨²s", prosigue la periodista. "Total, que ella le dijo a la monja que si no pod¨ªa trabajar all¨ª, se tendr¨ªa que dedicar a ser prostituta. La religiosa se qued¨® asustad¨ªsima y la permiti¨® seguir, eso s¨ª, entrando por otra puerta".
?Qu¨¦ resulta singular en la trayectoria de Ana Mar¨ªa? "B¨¢sicamente es la historia de una se?ora de origen aristocr¨¢tico que acaba siendo feminista a trav¨¦s de su experiencia personal y de una reflexi¨®n sobre todo lo que le ocurre¡±. Es tambi¨¦n una pionera. "Es la primera que, en pleno franquismo, en 1973, logra la legalizaci¨®n de una asociaci¨®n de mujeres separadas, cuando la mayor¨ªa de estas, como dice ella, iban a la iglesia a rezar para que volvieran los maridos". La autora comenta que la biograf¨ªa de esta mujer est¨¢ llena de an¨¦cdotas que dan cuenta de la naturaleza de Ana Mar¨ªa. "Fueron ella y otra de las fundadoras, Mabel P¨¦rez Serrano, a un cursillo de cristiandad a reclutar a las primeras asociadas". El primer activismo, con encierros, estudios sobre discriminaci¨®n y hasta un programa de radio, le vali¨® el paso por los calabozos
Empezaron as¨ª, y luego se fueron sumando las causas. Primero la del divorcio, en cuya elaboraci¨®n legal colabor¨® la fundadora; despu¨¦s la de la violencia de g¨¦nero. La federaci¨®n asesora en todos estos casos y tiene un refugio para mujeres maltratadas. Ana Mar¨ªa P¨¦rez del Campo sigue yendo todos los d¨ªas al despacho a ofrecer asesor¨ªa. ¡°No se va a jubilar porque es una mujer con una bandera, una causa. Eso forma parte de su vida¡±, mantiene Nogueira.
La periodista, gran especialista en un ¨¢mbito como el de la igualdad y pionera en la informaci¨®n sobre la violencia machista, ha seguido aprendiendo tambi¨¦n con este proyecto: "Es bueno que las mujeres conozcamos nuestra historia y que seamos agradecidas a las que nos abrieron el camino", dice. "Yo quiero tratar de contribuir a difundir este viaje".
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