Pasmo

La mayor dificultad con que tropieza el trashumante Puigdemont para convencer al mundo de lo justificado de su causa es que los motivos de tan inaplazable rebeli¨®n (inmediatamente aplazada) no est¨¢n nada claros. Despu¨¦s de todo, piensan los extranjeros menos emp¨¢ticos, para meterse en un fregado de tanta importancia hacen falta razones de alta gama. Por m¨¢s que mira, el obtuso forastero s¨®lo ve una regi¨®n mediterr¨¢nea envidiablemente desarrollada, tutelada por el proteccionismo estatal desde el siglo XIX, que goza de una autonom¨ªa administrativa cuasi federal, con instituciones c¨ªvicas y culturales propias de primera magnitud, centro editorial y universitario de toda Espa?a, a la cabeza del dise?o, gastronom¨ªa, f¨²tbol y prestigios no inferiores... Ver a sus ciudadanos arrastrando cadenas invisibles, desafiando a las leyes que tanto les benefician y clamando ag¨®nicamente por la llibertat como los esclavos de Nabuccoresulta bastante chocante. A ver, a ver, expl¨ªquemelo mejor...

Por fin ha desvelado su secreto el expresident al periodista de Le Soir en una entrevista. ¡°Nosotros queremos construir un Estado moderno en el que la libertad de lenguas sea posible. Si esto hubiera sido posible con el Estado espa?ol, no hubiera habido ninguna reivindicaci¨®n de un Estado catal¨¢n¡±. ?Acab¨¢ramos! Si en Catalu?a, Valencia, Baleares, Euskadi, Galicia... se pudiera sin cortapisas ense?ar, relacionarse con la Administraci¨®n, rotular comercios, etc¨¦tera... tanto en castellano como en las lenguas cooficiales reconocidas en cada regi¨®n, no habr¨ªa sido indispensable el fervor independentista que est¨¢ arruinando a Catalu?a y enfrentando a todo el pa¨ªs. Pero por culpa de la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica y discriminaciones parecidas, no hay m¨¢s remedio que ir a las barricadas. En fin, como dice mi amigo A. T., no van a faltar c¨¢rceles para encerrarlos a todos, sino manicomios.