Cachorro momificado

De Rusia tambi¨¦n llegan estos d¨ªas cosas buenas. Como la emocionante noticia del Siberian Times del hallazgo de un cachorro de le¨®n de las cavernas de hace 50.000 a?os congelado, completo con los pelos del bigote y todo. Pedazo gato, oye. Al bicho prehist¨®rico milagrosamente preservado desde el pleistoceno lo encontr¨® en el permafrost de Yakutia un paisano que andaba a la busca de restos de mamut, muy cotizados. El esp¨¦cimen parece un peluche maltrecho ¨Cy habr¨¢ que ver c¨®mo huele ahora que lo han descongelado-. Es peque?o (juguet¨®n ya no) pero de haber llegado a adulto se hubiera convertido en una bestia aterradora considerablemente m¨¢s grande que el le¨®n actual, del que el de las cavernas (panthera leo spelaea) era la versi¨®n primo de Zumosol. Como si no hubiera bastante en la Ice Age con el fr¨ªo.

Probablemente la existencia del le¨®n de las cavernas y el oso de las mismas propulsaron la historia de la arquitectura, haciendo salir a nuestros antepasados de all¨ª por piernas y estimul¨¢ndolos a construirse casas en otra parte. Solo podemos dar gracias a la Providencia de que ese f¨¦lido ancestral y otros cong¨¦neres extintos de grandes dientes como el le¨®n americano (panthera leo atrox) ya no est¨¦n.

El hallazgo del cachorro momificado, que estudian los doctores Protopopov y Potapova -que suenan a personajes de Ch¨¦jov- abre la puerta a la posibilidad de clonarlos (a los felinos, no a los doctores), aunque uno se pregunta el sentido de devolver a la vida a leones del tama?o de b¨²falos, excepto para darle una alegr¨ªa a Jane Auel, la autora de El clan del oso cavernario. Definitivamente, no ser¨ªa buena idea.

El leoncito no es el primero de su especie preservado que se halla: en 2015 se encontraron otros dos en Siberia, bautizados cucamente Uyan y Dina (aparecieron en el r¨ªo Uyandina), m¨¢s peque?itos, de apenas una semana; uno ten¨ªa a¨²n restos de leche de la madre en la boca, seg¨²n los investigadores; estar¨ªa algo rancia, digo yo. Pero este nuevo es mucho mejor. No obstante, Potapova ha sugerido que el cachorro que nos ocupa podr¨ªa no ser en ¨²ltima instancia un le¨®n de las cavernas sino un lince. ?Estos rusos!, es que, al final, no puedes fiarte de nada que venga de ellos.