Cloacas

El rey de Roma Tarquinio Prisco mand¨® construir la Cloaca M¨¢xima en el siglo VI antes de Cristo para canalizar y verter en el T¨ªber las infectas marismas junto con todos los desechos de la ciudad. Esa obra monumental ejecutada por etruscos est¨¢ todav¨ªa en servicio. Con el tiempo sobre ella se levantaron templos, palacios, arcos de triunfo, el foro imperial, el Coliseo, el Vaticano y las bas¨ªlicas cristianas. Por la ra¨ªz de estos m¨¢rmoles sagrados discurr¨ªa una corriente putrefacta y en ella navegaba toda clase de despojos. El derecho, el arte y la cultura cl¨¢sica, que nos han nutrido, se elaboraron sobre esta inmundicia. La cloaca m¨¢xima, que en su origen fue una gran obra de ingenier¨ªa, a lo largo de la historia ha tomado otras formas invisibles e igualmente nauseabundas. El Estado moderno, y todos los cr¨ªmenes que llevan su nombre, se asientan sobre una ci¨¦naga semejante a la de Roma. Los bajos fondos del poder est¨¢n llenos de reptiles que se pasean con un pistol¨®n colgado de la axila y sobre este pozo ciego gritan y gesticulan los pol¨ªticos, dictan sentencias los jueces, desfilan los ej¨¦rcitos. En la actualidad, la cloaca m¨¢xima discurre a trav¨¦s de las redes sociales. El alba?al que soportaba los m¨¢rmoles de la ciudad eterna y la caja de Pandora, que contiene un nudo de serpientes, fundamento del Estado moderno, se han transformado en esa corriente de odio y frustraci¨®n que aflora desde el anonimato en millones de tuits llenos de rebuznos, insultos, calumnias, mentiras y venganzas. Sobre la cloaca de las redes se eleva hoy el trono de un invisible rey Tarquinio con todo su poder digital, capaz de alterar el curso de la historia solo con los dedos sobre un teclado. ?Pero, qu¨¦ templos, qu¨¦ palacios, qu¨¦ arcos de triunfo, qu¨¦ clase de cultura se puede levantar sobre este basurero?