Dem¨®cratas de mala calidad
Hace demasiado tiempo que en Espa?a, incluida Catalu?a, se desprestigia a la pol¨ªtica y sus soluciones

Una de las caracter¨ªsticas de la actual vida pol¨ªtica espa?ola es la rapidez y facilidad con la que algunos de sus responsables desprestigian las posibles soluciones, parciales o temporales, a cualquier problema. Enfrentados al conflicto territorial se decide que el sistema auton¨®mico fue un error o que es irreparable, que el sistema federal no tendr¨¢ ¨¦xito, que la reforma constitucional ser¨¢ insuficiente y que no ser¨¢ posible una salida negociada. Detr¨¢s de tanta negaci¨®n se encuentran posiblemente pol¨ªticos perezosos, frecuentemente desconocedores de la propia historia de su pa¨ªs. Pol¨ªticos a los que siempre les ha costado formular argumentos y que se esconden detr¨¢s de verdades inamovibles, siempre dram¨¢ticas, para ocultar su apat¨ªa. En vez de presentar propuestas y, sobre todo, en vez de debatir el contenido de las de los dem¨¢s, se limitan a desprestigiar y denigrar cualquier soluci¨®n calific¨¢ndola de imperfecta o a dibujar escenarios tr¨¢gicos, frente a los que solo cabe hundir la cabeza entre los hombros y aguantar a pie firme.
No siempre fue as¨ª y no todos son as¨ª, desde luego, pero resulta cansino tener que soportar a tanto dem¨®crata de mala calidad, a tanto pol¨ªtico que quiere hacer creer a sus electores que como mejor se defiende la democracia es suprimiendo el pluralismo. Son aquellos que aseguran que s¨®lo hay una manera de ser espa?ol o de ser catal¨¢n, los que, como la expresidenta del Parlamento catal¨¢n N¨²ria de Gispert, piden a In¨¦s Arrimadas que se vaya a C¨¢diz (o, mejor a¨²n, que ¡°se vuelva¡±) o los que, como el candidato a la alcald¨ªa de Madrid, Pablo Casado, predican que el Partido Popular ¡°ha rescatado¡± a Espa?a.
Cerradas ya las listas de candidatos para las elecciones del 21D y a dos semanas de que se abra la campa?a, habr¨¢ que recordar que cuando todo el mundo afirma que los problemas pol¨ªticos deben tener soluciones pol¨ªticas no se est¨¢ hablando de enfoques religiosos o esencialistas, sino de cosas concretas, caminos transitables, debates plurales, que es en lo que consiste la pol¨ªtica. Como dec¨ªa Hannah Arendt, la pol¨ªtica no tiene su punto de partida en la identidad sino en la pluralidad, no afecta a las familias, sino a la comunidad. No se asienta sobre prejuicios sino sobre su eliminaci¨®n o explicaci¨®n. La pol¨ªtica es un espacio p¨²blico libre donde se habla y se act¨²a.
Los dem¨®cratas de mala calidad, pol¨ªticos ap¨¢ticos, son aquellos que se las arreglan para poner tareas a todo el mundo, salvo a ellos mismos, confiando su propia supervivencia a la descalificaci¨®n de los dem¨¢s. En momentos de poca estabilidad pol¨ªtica esos personajes son peligrosos para el sistema democr¨¢tico y deber¨ªan ser objeto de un escrutinio riguroso. Los periodistas sabemos que no se debe dejar nunca a un pol¨ªtico que hable de lo que sucede en el partido de su adversario o que se explaye sobre las obligaciones de los dem¨¢s. Lo razonable es que el pol¨ªtico hable de lo que conoce mejor, es decir de su propio partido, sus propias propuestas, sus propios proyectos. La democracia consiste en votar, pero tambi¨¦n en pedir despu¨¦s cuentas o responsabilidades y eso no es posible si los programas electorales se convierten en declaraciones m¨¢s o menos ampulosas, mucho menos si son identitarias, y no en puntos concretos, comprensibles y razonablemente factibles.
Hace demasiado tiempo que en Espa?a, incluida Catalu?a, se desprestigia a la pol¨ªtica, haciendo creer que es una mera mezcla de intereses fraudulentos. Hace mucho tiempo que se descalifican las soluciones pol¨ªticas, exigi¨¦ndoles algo que nunca fueron, milagros. No son milagros, pero, curiosamente, como dec¨ªa Arendt, en la medida que son actuaciones de seres humanos pueden dar origen a lo imprevisible. La pol¨ªtica trata de c¨®mo vivir juntos; ese es el milagro.
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