Las Le¨®nidas, una lluvia de estrellas verdes en la oscuridad de la noche

Esta noche, de madrugada, habr¨¢ una lluvia de meteoros y rayos verdes. Despu¨¦s del derbi entre el Real Madrid y el Atleti en el estadio Wanda Metropolitano (a m¨ª me da igual, yo soy del Liverpool), tambi¨¦n.

Se trata de las Le¨®nidas, llamadas as¨ª porque su radiante, el punto del firmamento del que parecen proceder los meteoros, se encuentra en la constelaci¨®n de Leo. Las Le¨®nidas cruzan el cielo a una velocidad extremadamente r¨¢pida, hasta 250.000 kil¨®metros por hora, dejando una bonita estela verde.

Su origen est¨¢ en los restos que deja tras de s¨ª el cometa 55P/Tempel-Tuttle, que fue descubierto el 19 de diciembre de 1865. En a?os normales, se suelen avistar de 10 a 15 meteoros por hora, pero pueden dar lugar a espectaculares tormentas de estrellas, llegando a una frecuencia de miles de meteoros por hora, cada 33 a?os, cuando el cometa pasa por su perihelio. Algunas de estas tormentas estelares alcanzaron proporciones superlativas: la noche del 13 de noviembre de 1833, la costa oeste de Estados Unidos estuvo iluminada durante m¨¢s de seis horas por miles de bolas de fuego, algunas de ellas tan grandes y brillantes como la Luna. Muchos pensaron que llegaba el fin del mundo. Seg¨²n la NASA, la pr¨®xima gran tormenta de Le¨®nidas no se producir¨¢ hasta 2098.

Aunque la lluvia de Le¨®nidas permanecer¨¢ hasta el 30 de noviembre, el pico de meteoros ser¨¢ esta noche y la de ma?ana s¨¢bado. Este a?o la Luna est¨¢ casi en fase de Luna Nueva, lo que favorece la observaci¨®n, mejor en alg¨²n lugar abierto y oscuro, alejado de la contaminaci¨®n lum¨ªnica de las ciudades (y bien abrigados). Las zonas donde habr¨¢ m¨¢s probabilidad de ver la lluvia de estrellas en todo su esplendor ser¨¢n el sur de las islas Baleares, el interior de la regi¨®n de Murcia y Andaluc¨ªa, donde los cielos van a estar despejados durante toda la noche, seg¨²n los meteor¨®logos de la web Eltiempo.es. Con suerte podr¨¦is decir aquello de ¡°Yo he visto cosas que vosotros no creer¨ªais. He visto rayos verdes brillar en la oscuridad en la constelaci¨®n de Leo. Todos esos momentos se perder¨¢n en el tiempo... como l¨¢grimas en la lluvia¡±. Y si os las perd¨¦is, no pasa nada: volver¨¢n el a?o que viene por estas fechas.

Lo que llamamos estrellas fugaces son peque?as part¨ªculas de polvo, algunas menores que granos de arena, que van dejando los cometas o asteroides a lo largo de sus ¨®rbitas alrededor del Sol. La nube de part¨ªculas resultante, debido al deshielo producido por el calor solar, se dispersa y es atravesada por la Tierra. Dichas part¨ªculas de polvo se desintegran al entrar a gran velocidad en la atm¨®sfera terrestre, creando los conocidos trazos luminosos que reciben el nombre cient¨ªfico de meteoros.

Existen otras lluvias de meteoros que se repiten c¨ªclicamente: las Perseidas, o l¨¢grimas de San Lorenzo, atraviesan el cielo nocturno entre los meses de julio y agosto, con un pico de m¨¢xima actividad entre el 12 y el 13 de agosto, la noche de San Lorenzo, cuando la Tierra cruza la ¨®rbita del cometa?Swift-Tuttle, que se acerca al sol cada 133 a?os. Su radiante est¨¢ en la constelaci¨®n de Perseo. Seg¨²n la mitolog¨ªa, este h¨¦roe griego era hijo del dios Zeus, que baj¨® del Olimpo en forma de lluvia de oro para poseer a la bella Danae (debajo, la Danae de Tiziano que se puede ver en el museo del Prado, en Madrid).

Las Drac¨®nidas (por su radiante en la constelaci¨®n del Drag¨®n), aparecen cada a?o a principios de octubre, y tienen su origen en la nube de part¨ªculas que dej¨® el cometa 21P/Giacobini-Zinner la ¨²ltima vez que se acerc¨® a la tierra, a finales del siglo XIX. En 2011, la lluvia de Drac¨®nidas alcanz¨® una intensidad de un meteoro por minuto. Y las Camelopard¨¢lidas (de Camelopardalis, camello leopardo, el nombre por el que los antiguos romanos conoc¨ªan a las jirafas) son los restos que 209P/LINEAR, un cometa con un periodo orbital de cinco a?os descubierto en 2004 por el proyecto Lincoln Near-Earth Asteroid Research (LINEAR), dej¨® hace m¨¢s de 200 a?os en una ¨®rbita que ahora se cruza con la de la Tierra.