La ¡®eficacia¡¯ catalana

Un elemento importante del discurso independentista es la mayor capacidad de gesti¨®n que tienen las instituciones p¨²blicas catalanas, lo que permitir¨¢ un salto en eficiencia cuando tomen el control de la Administraci¨®n. A lo que habr¨¢ que a?adir los 16.000 millones adicionales que la independencia aportar¨¢ a las arcas p¨²blicas catalanas, seg¨²n Oriol Junqueras, hecho que ha sido rebatido de forma bastante convincente por Josep Borrell.

Ferran Mascarell, exdelegado de la Generalitat en Madrid, dec¨ªa el pasado febrero: ¡°El argumento no es que ¡®Espa?a nos roba¡¯, sino que el Estado es ineficiente¡±. ?Reconoce el error en el c¨¢lculo del supuesto robo? Parece que s¨ª. M¨¢s recientemente, en su libro Dos Estados insiste en la ineficiencia del Estado espa?ol, y, entre otros, utiliza los datos y argumentos de mi libro Espa?a estancada (2016). Ineficiencias que, presumiblemente, ser¨¢n superadas en la Arcadia republicana.

Pero lo cierto es que las instituciones del autogobierno catal¨¢n adolecen de deficiencias similares, peores en algunos casos, a las del resto del Estado. Repasemos.

El grado de corrupci¨®n en la gesti¨®n pol¨ªtica del Govern se encuentra en el grupo de cabeza de las comunidades aut¨®nomas m¨¢s irregulares. A la conocida pr¨¢ctica del 3%, con el que se ha ido financiando el que fuera partido dominante, CDC, y que ha llevado al procesamiento de la mayor¨ªa de los tesoreros del partido (como ha ocurrido con el PP nacional), se une el presunto enriquecimiento il¨ªcito de personas del n¨²cleo de Jordi Pujol (su propia familia, Millet, Prenafeta, Sumarroca, Maci¨¢ Alavedra y dem¨¢s). Tambi¨¦n las frecuentes denuncias de ama?os en las adjudicaciones y la alta concentraci¨®n de los contratos de la Generalitat en pocas empresas, que ha continuado en tiempos m¨¢s recientes, como pone de manifiesto la base de datos de la Fundaci¨®n Civio para el periodo 2009-2015.

Caso flagrante de mala gesti¨®n y despilfarro es el de las l¨ªneas 9 y 10 del metro de Barcelona

Esta elevada corrupci¨®n se produce con la permisividad de los funcionarios, situaci¨®n facilitada por la alta politizaci¨®n de la Administraci¨®n auton¨®mica, que lleva a que la carrera de los funcionarios dependa de las decisiones de los pol¨ªticos. Carl Dahlstr?m y V¨ªctor Lapuente nos convencen en su reciente Organizing Leviathan, que la no separaci¨®n de las carreras de los funcionarios y de los pol¨ªticos es el peor modelo para controlar la corrupci¨®n y mejorar la eficiencia administrativa. Y es el que se da en Espa?a y, no en menor grado, en Catalu?a.

En una Administraci¨®n politizada es m¨¢s probable que se d¨¦ una innecesaria proliferaci¨®n de organismos de dudosa necesidad y de contratados p¨²blicos incorporados con escasa transparencia. En Catalu?a se ha dado en grado sumo. Hay que recordar que esa inercia de inflar el n¨²mero de contratados de libre designaci¨®n condujo a que, en tiempos del tripartito, algunos de estos puestos se multiplicaban por tres para que todos tuvieran su favorecido.

La mala gesti¨®n y el despilfarro en las inversiones, tan frecuentes en las administraciones p¨²blicas espa?olas, se dan igualmente en Catalu?a. Tienen un aeropuerto de escaso uso (el de Lleida), con el agravante de que la Generalitat estuvo subvencionando a Spanair para que volara desde Lleida (as¨ª el contribuyente pagaba el disparate dos veces). Pero el caso m¨¢s flagrante de despilfarro y de mala gesti¨®n es el de las l¨ªneas 9 y 10 del metro de Barcelona. Las obras comenzaron en 2002 con un presupuesto de unos 2.000 millones y se iban a terminar en 2007. Hoy, 15 a?os despu¨¦s y gastados casi 17.000 millones, las l¨ªneas est¨¢n muy incompletas y se ha abandonado la construcci¨®n del tramo que m¨¢s uso podr¨ªa tener en el norte de la ciudad. Hay estaciones sin abrir y muchos tramos de las l¨ªneas sin empezar. Seg¨²n expertos, el dise?o se hab¨ªa realizado sin estudios suficientes y las adjudicaciones se hicieron sin que las empresas hubieran presentado proyectos constructivos concretos. Naturalmente, en algunos tramos adjudicados aparece el 3%. Prohombres del proc¨¦s como Santi Vila y Josep Rull estuvieron directamente implicados en la direcci¨®n pol¨ªtica del proyecto. Otros casos de pagos de comisiones est¨¢n judicializados, como el del Palau y el de los Sumarroca.

Catalu?a es la segunda autonom¨ªa que menos facilidades da para crear una pyme industrial

Hay datos sobre la ineficiencia de la burocracia catalana. De acuerdo con el ¨ªndice Doing Business 2015 del Grupo de la Banca Mundial, Catalu?a est¨¢ en el puesto 11 entre las 18 comunidades aut¨®nomas (incluyen Ceuta) en el coste (tiempo y dinero) para obtener una licencia de construcci¨®n de una planta, aspecto en el que Espa?a en su conjunto tiene un apreciable atraso. Y Catalu?a est¨¢ la pen¨²ltima de las 18 en las facilidades para poner en marcha una pyme industrial. En una encuesta realizada en 2006 por Metroscopia a empresarios catalanes, madrile?os y andaluces, para un proyecto dirigido por m¨ª y financiado por la Fundaci¨®n Ram¨®n Areces, los empresarios catalanes consideraban mayoritariamente que la tramitaci¨®n de permisos y licencias y la falta de coordinaci¨®n entre las Administraciones eran obst¨¢culos grandes, en proporciones similares a las que revelaban los empresarios madrile?os; y una cuarta parte de los empresarios catalanes valoraban como mala la diligencia y eficacia de su comunidad aut¨®noma y solo el 12% la valoraba bien, algo peor que los madrile?os.

El incumplimiento de normas por parte de la Administraci¨®n catalana parece estar al orden del d¨ªa, como en el resto del Estado. A juzgar por las enormes irregularidades en los concursos p¨²blicos que ya hemos comentado, la violaci¨®n de normas en ese terreno y los fraudes de ley han debido ser harto frecuentes. En mi Espa?a estancada describo otro episodio de la pol¨ªtica clientelar de la Generalitat, cuando particip¨® activamente para que la concesionaria de autopistas ACESA incumpliera normas y sentencias judiciales y pudiera seguir explotando a los usuarios de importantes autopistas.

En el campo de la investigaci¨®n cient¨ªfica es donde la gesti¨®n del Govern ha sido superior al resto de Espa?a. Dirigida por Andreu Mas-Colell, se ha seguido una pol¨ªtica de fomento de la competencia y de la internacionalizaci¨®n de la investigaci¨®n en un contexto de autonom¨ªa de la gesti¨®n. Y este modelo de gobernanza ha dado buenos resultados. Pero como dec¨ªa Francisco Longo (EL PA?S, 21.03.2014), no es correcto interpretar este ¨¦xito como prueba de que cuando el Govern ha tenido m¨¢rgenes de decisi¨®n haya llevado a cabo pol¨ªticas m¨¢s innovadoras y eficaces. Lo cierto es que han tenido esos m¨¢rgenes en innumerables ¨¢reas de los servicios p¨²blicos, sin que su gesti¨®n haya sobresalido de la media de las comunidades aut¨®nomas espa?olas.

En definitiva, ?se sostiene la pretensi¨®n de Ferran Mascarell de que Catalu?a est¨¢ presa en la ineficiencia del Estado espa?ol? ?O la gesti¨®n p¨²blica catalana es igualmente mediocre y Mascarrell est¨¢ contagiado del supremacismo que se da en los nacionalismos m¨¢s virulentos?

Carlos Sebasti¨¢n es autor de Espa?a estancada (Galaxia Gutenberg 2016) y patrono de la fundaci¨®n Hay Derecho.