Reforma, no proceso constituyente
Lo importante es que se pongan en marcha, cuanto antes, grupos de trabajo pol¨ªticos y acad¨¦micos en los que participen tambi¨¦n representantes de los territorios
Lo han bautizado como ¡°voluntariado c¨ªvico¡±. Diez catedr¨¢ticos de derecho constitucional o administrativo (cinco de universidades catalanas, dos de Madrid, dos de Andaluc¨ªa y uno del Pa¨ªs Vasco) han estado cuatro meses trabajando en la elaboraci¨®n de un documento que, bajo el t¨ªtulo de Ideas para una reforma de la Constituci¨®n, quiere llamar la atenci¨®n sobre la urgencia de plantear cambios en la ley de 1978.
Un trabajo serio y esquem¨¢tico, presentado ayer en Madrid, que se puede resumir en cinco principios:
1. Las constituciones se defienden reform¨¢ndolas y en este caso es imprescindible por necesidad y por legitimidad. No hace falta conseguir los consensos obtenidos en 1978, sino las mayor¨ªas que establece la propia Constituci¨®n en los art¨ªculos 167 y 168.
2. No se trata de un proceso constituyente que pueda llevar a cambios radicales y revolucionarios, sino una reforma constitucional que parta del modelo de 1978 y respete sus valores.
3. Lo m¨¢s urgente es acometer la reforma del modelo de organizaci¨®n territorial del Estado, con una remodelaci¨®n completa del reparto de competencias entre el Estado y las comunidades aut¨®nomas. Se deben fijar las competencias exclusivas y concurrentes del Estado y dejar libertad a los territorios para que elaboren sus estatutos. Eso, s¨ª, el art¨ªculo 2 se mantiene inalterable, aunque se pueda hablar de naciones.
4. Para mejorar el sistema auton¨®mico es necesario utilizar soluciones procedentes de los sistemas federales europeos. Entre ellos, la reforma en profundidad del Senado hacia una C¨¢mara territorial y federal cuyos miembros sean designados por los gobiernos auton¨®micos.
5. Hay que incluir en la reforma algunos de los asuntos que han quedado sobrepasados por el tiempo: incorporar el proceso europeo, adaptar la regulaci¨®n de la Corona y fortalecer los principales derechos sociales.
En 15 p¨¢ginas, los catedr¨¢ticos van desgranando todos estos conceptos, hasta concluir con un ¨²ltimo apunte metodol¨®gico, en el que se habla de ¡°tiempo de reformas¡±. Adem¨¢s de modificar la Constituci¨®n, hay que retocar tambi¨¦n los estatutos de autonom¨ªa y diversas leyes, como la de financiaci¨®n auton¨®mica. Lo importante es que se pongan en marcha, cuanto antes, grupos de trabajo pol¨ªticos y acad¨¦micos en los que participen tambi¨¦n representantes de los territorios.
Esto no lo dice el documento, pero si hay determinados grupos pol¨ªticos que se quieren borrar del debate, hay que olvidarse de ellos y seguir adelante. Podemos o algunos partidos independentistas han dado muestras sobradas de estar fuera del sistema y, aunque podr¨ªan aportar como hicieron en su d¨ªa el PCE o CiU, parece que han optado por una abstenci¨®n pol¨ªtica que les llevar¨¢, sin duda, a ir perdiendo relevancia d¨ªa a d¨ªa, como predicen las ¨²ltimas encuestas.
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